Vical firma el interiorismo este hotel gastronómico de nueva construcción ubicado en Tarancón (Cuenca). El resultado es un cálido alojamiento que combina exclusividad, elegancia y confort, e invita al disfrute.
El hotel Ansares alberga el prestigioso restaurante Essentia, famoso por sus excepcionales ibéricos y carnes maduradas, y dispone de su propio auditorio-centro de convenciones. Tecnología y comodidad muy cerca de Madrid, en un alojamiento muy especial, en el que Antonio García Treviño, decorador de Vical, ha logrado dotar a cada espacio de una personalidad única.
El hotel, obra del arquitecto Antonio L. Sánchez Peña, de Estudio OAP, ocupa un edificio de tres alturas que simula un claustro antiguo con amplias estancias ubicadas alrededor de un gran patio interior de estilo mudéjar, con sus grandes arcos de piedra.
La acertada combinación entre arquitectura e interiorismo da lugar a un señorial hotel de estilo rústico con el toque exótico que caracteriza a la marca Vical. El resultado son espacios con un gran impacto visual que no renuncian a ofrecer la máxima comodidad y exclusividad.
El proyecto de decoración contract consistió en ambientar cada espacio del hotel: recepción, salas de descanso, terrazas exteriores, el gastrobar y cada una de las estancias: 60 habitaciones estándar, ocho mejoradas y dos suites.
El interiorista ha optado por un estilo rústico con texturas naturales: motivos en piedra y muebles elaborados con maderas nobles, yute, lino y colores naturales, siempre con un toque exótico que sirve de contraste entre Oriente y Occidente. “Cada detalle está pensado exclusivamente para este proyecto”, explica García Treviño, que destaca el lobby como uno de los espacios más diferentes y especiales de este proyecto, con sus exclusivos parabanes o separadores de madera asiática, mesas de centro de una única pieza de madera maciza y kilims procedentes de India.
En la recepción, una original composición de apliques luminosos tras el mostrador reinterpreta el propio logotipo del hotel:
Contiguo al lobby se encuentra una cafetería de un estilo más moderno, pero fiel a la tradición, con una vistosa vitrina acristalada compuesta por coloridos jarrones, impresionantes lámparas doradas y cuadros de madera asiática tallada a mano.
En el gastrobar también queda patente la combinación de estilos, inspiraciones y orígenes, con paredes inspiradas en jardines verticales y originales lámparas de techo de ratán, perfecto decorado para una cena diferente. Las mesas albergan su propia plancha para que cada comensal cocine su carne en su punto deseado, tras haberla elegido en el mostrador. Mesas y sillas de cuero, madera y acero, y una iluminación estratégica desde diferentes rincones de la sala forman el punto final de este elegante espacio, a la altura de un hotel de estas características:
Amplias habitaciones
Las habitaciones del hotel Ansares se caracterizan por su amplitud y sus ambiente elegante, a base de una armonía de colores y texturas que invitan al descanso. En ellas se emplea una paleta de tonos más suaves que en el resto del edificio (rosa pastel, beige o grises) combinados con la sofisticación del terciopelo, detalles en dorado metalizado y la madera de las piezas auxiliares.
Pero la joya de la corona la forman la gran cantidad de zonas de descanso, salas de estar y terrazas exteriores con las que cuenta el hotel, decoradas también con piezas de Vical.
Las terrazas exteriores lucen acogedoras piezas de mobiliario elaboradas en fibras y materiales como ratán, lino y tonos color tierra. Destacan las espectaculares mesas de centro elaboradas en madera de teka de la marca Vical.
Para las salas de estar interiores se ha optado por crear un ambiente de estilo rústico y colonial a través del cuero, la madera y una fuerte apuesta por la tapicería, que le aportan un toque extra de elegancia.
En definitiva, Ansares en un acogedor hotel que mezcla el diseño actual y exótico con un corte tradicional y castellano, y en el que cada detalle y espacio están pensados para que el huésped se sienta como en casa.