Freshperts es una marca paraguas que engloba seis enseñas pensadas para la comida a domicilio: Sushifresh, Boko, Hotto, Tako Tako, Fish&Greens y Rainbowls. Su nuevo local barcelonés, optimizado para el delivery y para satisfacer a todos los paladares, ha sido diseñado por Sandra Tarruella Interioristas.

Fruto del nuevo plan de expansión de Freshperts, proyecto de Sara Serantes y Sergi Zacharias, es este «primer nuevo espacio» en Barcelona, cuyo interiorismo logra resolver problemas de visibilidad y comprensión, así como de operativa y organización.

La reforma del local, situado en la barcelonesa calle General Mitre, en el barrio del Putxet, pretende transmitir la esencia y valores de la marca (su lema es «Delivering quality food«), y busca que tanto clientes como repartidores o «riders» reconozcan las distintas ofertas gastronómicas que hay dentro del mismo espacio: cocina japonesa y tailandesa, mexicana, saludable y vegetariana.

El local, de 400 m2, incluye distintas cocinas a la vista, con una estética acorde al tipo de comida, fomentando la transparencia en el uso de buena materia prima y con la intención de que el cliente vea y sea más partícipe del proceso de creación.

Freshperts ocupa un local esquinero, de forma irregular, con dos grandes fachadas de vidrio de cuarterones de hierro ya existentes. Los interioristas han decidido aprovechar las carpinterías y forrarlas con rastreles de madera verticales para eliminar la frialdad del hierro, y alargar visualmente la poca altura del local.

A partir de las distintas necesidades funcionales y vivenciales, el estudio de Sandra Tarruella ha optado por una solución efectiva: diseñar un espacio común con techos cálidos de madera de roble y suelos y paredes de microcemento, con la orientación de las cocinas hacia el exterior.

La pared trasera de las cocinas se ha forrado con rastreles de madera verticales que, aparte de esconder las instalaciones, integran los espacios de trabajo, lavado y almacenaje. En esta pared también se incluyen detalles como un mueble de hierro diseñado a medida que ordena y dosifica las cajas de envases para agilizar el trabajo a los cocineros, y se ha pintado cada zona con su color corporativo para poder identificarlos rápidamente.

Los interioristas han optado por materiales nobles como maderas, piedras y hierro, combinando con volúmenes y formas depuradas para lograr una estética funcional, sin añadidos ni decoraciones superfluos.

El diseño resuelve de manera efectiva las circulaciones de los cocineros, repartidores y clientes abriendo dos accesos independientes: uno para que los riders recojan los pedidos, que discurre por detrás de los muebles de las distintas cocinas, y el otro para la entrada de clientes.

También se ha optimizado la organización y funcionalidad de la preparación de la comida, diseñando a medida una estantería divisoria que separa la zona de cocina caliente del resto de cocinas a la vista. Este mueble de acero inoxidable es el eje central del local y sirve para recibir todos los pedidos a la espera de ser repartidos. Para ello se han diseñado unos cajones especiales que se aíslan térmicamente para que la comida se conserve caliente antes del reparto.

Justo al acceder al local aparece el mostrador más emblemático, el de Sushifresh, fabricado en madera maciza teñida en negro. Al lado, se encuentra el mueble que acoge las propuestas de Boko (tailandés) y Hotto (japonés), con inspiración asiática, hecho de baldosas artesanales a medida que forran todo el mueble en distintos tonos cálidos, terracotas, caramelo y marrones, con aire de los años 70:

En el medio del local, el mostrador de los poke bowls de Fish&Greens y de Rainbowls, con una propuesta de comida vegetariana, luce una estética más fresca y juvenil fabricado en madera de roble natural. El dinamismo y versatilidad de los mostradores se complementa con el mostrador cilíndrico, lacado en verde, para que los riders recojan los pedidos. Al lado, el mostrador de cobro y bebidas, fabricado con un tejido translúcido que permite que los paneles de luz lo retroiluminen, convirtiéndose en un reclamo visible desde el otro lado de la calle:

El estudio de la luz ha sido muy importante en este proyecto, ya que aporta una atmósfera más nocturna y enigmática. Para desviar la atención de unos grandes pilares que aparecen en el centro del local, se han decorado con unas cajas de luz asimétricas que se inspiran en las grandes ciudades de los países asiáticos y que sirven de soporte de comunicación, ayudando a que el cliente se oriente en el espacio:

También se ha cuidado la rotulación en la fachada de los distintos restaurantes. Cada uno luce su sello de marca convertido con letras recortadas que emiten luz, que se reparten por la fachada para llamar la atención de los transeúntes, desdibujando la separación entre el exterior e interior.

El resultado es un amplio local, cálido, acogedor y bien organizado, que muestra los valores de calidad y honestidad de la marca, donde se puede saborear la comida in situ o recogerla en una barra para llevar. Freshperts también dispone de una app para pedir a domicilio, y cuenta con su propio servicio de reparto.

La compañía no es nueva en estas lides: comenzó en 2012 con su marca Sushifresh, que vendía exclusivamente por Internet, cuando no existían las dark kitchens. Progresivamente ha ido creciendo con sus diferentes marcas, siempre apostando por la venta digital y repartidores propios. Este año se ha fundado el grupo Freshperts para reunir todas las marcas e inaugurado este local donde se preparan los platos y que ofrece la posibilidad de comprar distintas marcas o tipos de comida en un mismo pedido.