Tras tres años cerrado y una complicada reforma, el Hostal de San Marcos ha reabierto sus puertas con categoría de 5 estrellas, 51 habitaciones, imponentes salones y nuevos espacios comunes. Sus valiosas obras de arte han sido restauradas y lucen en todo su esplendor.
El recién remodelado Parador de León, Hostal de San Marcos, luce en todo su esplendor después de tres años de cierre para someterse a una reforma integral que ha supuesto su total renovación, tras una inversión de 15 millones de euros. Se trata del proyecto hotelero más importante acometido por Paradores de Turismo desde 2010.
La reforma ha resultado muy delicada por la tipología del edificio. Desde su inicio surgieron diversas complicaciones, desde problemas con los pavimentos y el nivel freático hasta la aparición de restos arqueológicos, que obligaron a adaptar el proyecto arquitectónico a la realidad estructural. El proyecto elegido por concurso público fue el presentado por la arquitecta Mina Bringas , que explica que la idea central del proyecto de rehabilitación del Hostal de San Marcos fue “recuperar la volumetría original del edificio, un edificio de crujías perimetrales entorno a un patio. Se recupera ese espacio como corazón del edificio. Lo hemos denominado atrio en referencia a la domus romana, que era el centro de la vivienda desde donde se distribuían todos los usos”.
Para ello, se ha construido un atrio interior cerrado, pero con entrada de luz natural. Ahora, ese nuevo espacio recuperado acoge la cafetería del Parador y, sobre él, colgado a gran altura, se podrá contemplar en todo su esplendor el espectacular techo de Lucio Muñoz, que ha sido restaurado. “El Parador contaba con esta impresionante obra de Lucio Muñoz que estaba ubicada en uno de los salones y a la que ahora se le ha querido dar protagonismo como coronación de este edificio”, señala la arquitecta.
La intervención se ha realizado con total respeto al edificio histórico. Se ha hecho “con cuidado, siempre con actuaciones que no tocan los parámetros originales, reversibles en todos los casos y respetuosas con todo: con el material en sí mismo y con la volumetría de los espacios originales”. La arquitecta describe el interior del edificio como “un interior sobrio, con pocos materiales. No compite con el exterior”. Se han empleado “principalmente la piedra natural, las maderas naturales y luego un color oscuro que a mí me trae un poco el aire monacal de un edificio de este tipo, con claustro, que ha tenido muchos usos, que ha sido convento u hospital”.
El Parador se dividía en dos espacios: por un lado, el Hostal de San Marcos, el Parador histórico, cuya reforma acaba de concluir, y un edificio de los años 70, que se ha derribado completamente y sobre el que se construirá otro nuevo, en una segunda fase, que se destinará a congresos y convenciones. Los restos arqueológicos hallados se han integrado en la nueva recepción. El renvado Parador cuenta además con restaurante de 100 plazas, una zona de desayuno y tres salones de convenciones.
La nueva decoración: equilibrio entre tradición y vanguardia
El estudio Merry se ha encargado de llevar a cabo el proyecto de decoración, respetando escrupulosamente la historia de San Marcos. El responsable del estudio, Alfonso Merry del Val, reconoce que el Hostal de San Marcos “es tan potente que la decoración no se debe notar, como cuando se restaura un buen cuadro”. Se ha intentado realizar un proyecto que conecte con la ciudad de León, ya que sus habitantes serán quienes más disfruten del Parador, que reabre con el deseo de volver a ser el centro de la vida social y cultural de la localidad.
La nueva decoración se centra en dos conceptos: el confort y el lujo español. El estudio Merry ha apostado por el lujo de la sencillez sin estridencias y la calidad de los materiales para realzar la historia, el arte y la artesanía españolas.
También se han recuperado más de 600 piezas del mobiliario que estaban en el Parador antes de la reforma. Algunas de ellas se han reutilizado con nuevos usos: por ejemplo, unas antiguas puertas que se han transformado en cabeceros de las nuevas habitaciones.
En los dormitorios se ha elegido una paleta de color neutra, pero en las zonas comunes tienen más protagonismo los tonos azules. Uno de los lugares más destacados del Parador es la terraza, en la que se ha apostado por tonos verdes para alinearla con la arboleda y la ribera del río.
Destaca el diseño de las alfombras de Paul Heredia, que se ha inspirado en las obras de la colección contemporánea del Parador. Se ha reeditado una tela de los años 50 de Arcadio Blasco, coetáneo de Lucio Muñoz.La tela, de la firma Gastón y Daniela, se encuentra en las cortinas del comedor de desayunos.
Un auténtico museo
Pasear por las estancias del Parador de León permite recorrer la historia de España. Siete siglos de vida hacen de él un hotel único en el mundo. Tras sus muros se han forjado importantes episodios históticos, capítulos de la Orden de Santiago, confinamientos ilustres como el de Quevedo y etapas trágicas, como su uso a modo de campo de concentración durante la Guerra Civil española.
El Parador de León exhibe unas 500 obras de arte, que se ubican ahora preferentemente en zonas comunes el disfrute de clientes y visitantes. Valiosas obras como “El Nacimiento de Cristo” de Juan de Juni, el techo de Lucio Muñoz o la Inmaculada de Antonio Pereda y Salgado han sido restauradas y lucen en todo su esplendor. El conjunto de piezas se ha completado con más de sesenta obras que se exhibían en otros Paradores. Según María Gimeno, responsable de Colecciones Artísticas de la compañía: “Nos faltaban nombres importantes en el mundo del arte que estaban en otros establecimientos y que apoyan el discurso expositivo para conseguir que ahora tenga muchísimo más sentido. Crean un recorrido que el visitante va a disfrutar de una forma más activa y entender mejor lo que está viendo”.
Así, desde otros establecimientos de la cadena hotelera llegan a León obras de Pancho Cossío, Juan Barjola, Gloria Merino, Juana Francés, Rafael Canogar o Julio López Hernández, además, entre otras piezas, de dos cantorales del siglo XV. De la selección de piezas se ha encargado una comisión de expertos en arte de reconocido prestigio.
León recupera así uno de los establecimientos más emblemáticos de la cadena de Paradores, que tiene un gran valor desde el punto de vista turístico “para Castilla y León y España, sobre todo teniendo en cuenta el inicio del Xacobeo 2021, que convertirá a León y su parador en un punto de encuentro de los miles de peregrinos que cada año recorren el Camino de Santiago”, afirmaba la Ministra de Industria Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en su visita al Parador.