Para conectar con los clientes, las empresas de alimentación y restauración deben saber qué busca el nuevo consumidor. Y para adaptarse a un consumidor más cómodo y preocupado por su salud y el medio ambiente, las tecnologías disruptivas están teniendo un gran impacto en ambos sectores, revela un interesante informe de The Valley.
Las nuevas tecnologías, los nuevos hábitos de los consumidores (impulsados en parte por la pandemia) y los retos medioambientales y sociales están modificando el escenario del gran consumo, la restauración y la distribución, sectores que se encuentran en plena metamorfosis, con innovaciones incesantes. Por ello, tanto proveedores como consumidores deben estar atentos a las tendencias emergentes para poder seguir avanzando en un mercado cada vez más competitivo y acelerado.
La revolución del sector se dirige hacia la comodidad y la eficiencia, las experiencias innovadoras y la responsabilidad social. Los clientes buscan vivir de manera saludable y demandan productos, servicios y experiencias originales, relevantes y sorprendentes. El prototipo de cliente actual presenta cuatro características principales, señalan desde The Valley:
- Preocupación por la salud física, mental e incluso espiritual. El nuevo cliente busca vivir y alimentarse de manera saludable, por lo que se nota un claro auge de las propuestas funcionales y de los ingredientes considerados superfoods o súperalimentos. Los productos se van hiperespecializando para adaptarse a cada tipo de persona según sus necesidades y estilos de vida, con opciones vegetarianas, sin lactosa, sin gluten…
- Preferencia por el consumo fácil y cómodo en cualquier lugar y momento. Aumenta el interés por los productos y servicios on-the-go, on-demand y de fácil consumo. Los clientes demandan productos y servicios eficaces, y que faciliten el consumo adaptándose a sus rutinas diarias. En este sentido, se ha notado en los últimos meses un auge importante del delivery, un servicio que ha demostrado poder adaptarse a las circunstancias.
- Búsqueda de experiencias innovadoras “instagrameables”. La experiencia que ofrecen las marcas a sus clientes se convierte en un vehículo de conexión entre las diferentes partes. Los consumidores demandan a las marcas experiencias innovadoras y sorprendentes. El nuevo perfil de consumidor quiere vivir experiencias divertidas, de juego y experimentación, donde todo debe ser “instagrameable”.
- Compromiso con la sostenibilidad. Destaca la preocupación y el respeto con el medio ambiente, la sostenibilidad y la responsabilidad con la justicia social. En un planeta al borde de la crisis climática, las personas intentan, más que nunca, sentirse bien con sus actos y con su consumo. Así, se valoran cada vez más las empresas sociales, responsables, sinceras y transparentes.
La tecnología, protagonista
Para adaptarse a este nuevo perfil del consumidor, las tecnologías disruptivas están teniendo un gran impacto en la revolución de la alimentación y la restauración. Los asistentes de voz, los robots, la impresión 3D, el big data o la realidad mixta están transformando el sector.
El informe de tendencias “Rethink: Food & Restaurants” que acaba de presentar The Valley analiza el impacto de las tecnologías más disruptivas en la alimentación y la restauración a través de cuatro macrotendencias:
- Tecnología al servicio de la alimentación: la investigación y la innovación se aplican al diseño y la producción de alimentos más sanos y sostenibles. Entre las tendencias se incluyen los foodlabs y espacios de trabajo dedicados a la innovación alimentaria, o la proteína vegetal, que ya ha llegado al nivel de mainstream, con cada vez más marcas ofreciendo opciones vegetarianas entre sus productos. Más tendencias emergentes: blockchain, carne cultivada o in vitro… y en un futuro las solar foods: alimentos ricos en proteínas hechos a partir de electricidad, aire, agua y bacterias.
2. On-demand: la búsqueda de la conveniencia y la eficiencia, combinada con el auge de las nuevas tecnologías, permite a las empresas diseñar y crear nuevos productos y servicios personalizados, bajo demanda y conectados. Aparecen las dark kitchen (cocinas centradas en exclusividad a la preparación de pedidos a domicilio) y la influencia Netflix, con su modelo de suscripción a domicilio para el sector alimentario. Directamente relacionados con ellos, los kits de comida, chefs a domicilio, café on demand... Y todo ello al servicio de la conectividad, con asistentes por voz, Internet de las Cosas y automatización.
3. Reina la experiencia: desde la robótica hasta la gestión de datos, el objetivo es innovar en modelos de negocio y de gestión, automatizar procesos y optimizar la experiencia del cliente. Entre las soluciones innovadores se incluyen los nuevos modelos de gestión con apps o robótica, además de la magia y originalidad de los «nuevos» puntos de venta físicos, donde lo “instagrameable” cobra importancia y la tecnología es también protagonista: digitalización, impresión 3D, realidades mixtas..,
4. Nuevos formatos y modelos de negocio inspirados en la economía circular y la sostenibilidad. Destaca el compromiso con el futuro del upcycling o supra reciclaje, que consiste en aprovechar materiales reciclables para crear productos que tienen un mayor valor que el que tenía el material original. Imparables son también los movimientos de zero waste o cero desperdicios, el consumo de proximidad, cero plasticos, la apuesta por las energías renovables…