Gobierno, sindicatos y patronal han acordado los detalles de la futura Ley de plataformas digitales, o «Ley de riders», que supone que las plataformas de entrega a domicilio deberán trabajar con repartidores contratados, y no con autónomos.
Esto supone que las plataformas de reparto a domicilio que operan en España (Deliveroo, Glovo, Uber, Amazon, Stuart…) han de abandonar su modelo actual trabajar con repartidores o riders que trabajan como autónomos, y contratar trabajadores asalariados.
Estas plataformas ya han sido condenadas en distintas ocasiones en los tribunales, que han sentenciado que sus repartidores son personal laboral y no autónomos. Algo que va a quedar claro en la futura Ley de plataformas digitales, o «Ley de riders«, que las obliga a trabajar con trabajadores contratados. Queda por detallar si si las plataformas tendrán un modelo propio o deben acogerse a la regulación general que se aplica sobre el sector de la logística y el reparto. La nueva ley convertirá a los repartidores en asalariados, pero no se generalizará a todas las actividades a través de plataformas tecnológicas.
El pasado mes de septiembre, una sentencia del Tribunal Supremo fallaba contra Glovo y establecía que sus ‘riders’ o repartidores son falsos autónomos. Ello marcaba el camino para otros casos abiertos en los tribunales, puesto que ‘tumba’ judicialmente el modelo. Según esta sentencia, los riders son trabajadores dependientes de la plataforma y no pueden negociar ni precios ni beneficios, por lo que Glovo no es una «mera intermediaria» en la contratación de servicios entre restaurantes y repartidores.
Las plataformas, en contra
La respuesta de las plataformas de delivery no se ha hecho esperar. A través Adigital, la Asociación de Empresas de Economía Digital, explican que que laborizar a los riders supondrá un duro golpe para el sector de la comida a domicilio, ya que se perderán 300 millones de ingresos y 23.000 puestos de trabajo, además de oferta, radio de acción y rentabilidad: se está abocando a un sector más pequeño y un servicio más caro.
Señalan que en las grandes ciudades el servicio se vería impactado, pero sobre todo en las medianas y en las pequeñas estaría condenado a desaparecer. Cerca de 11 millones de personas las que se quedarían sin acceso a los servicios de reparto de comida a domicilio de las plataformas digitales, lo que generaría un fuerte perjuicio para miles de restaurantes que se apoyan en este servicio para mantener su actividad.
Los datos de Adigital choca con el modelo de Just Eat, la plataforma de reparto a domicilio que opera con un modelo de contrato laboral y ha demostrado ser rentable en los últimos ejercicios.
Según un estudio elaborado por AFI para Adigital, el sector del delivery generó más de 708 millones de euros (Valor Añadido Bruto) en 2019, un 10,1% más que en 2018, y contribuyó a generar o mantener más de 15.300 empleos totales en restauración, comercio minorista y sectores asociados.
Restaurantes en contra de la laborización forzosa
Por su parte, cerca de un millar de restaurantes (concretamente 943) que operan a través de las principales plataformas de delivery en España (Deliveroo, Stuart, Glovo y Uber Eats) han firmado el Manifiesto de restaurantes españoles sobre la Ley Rider, en el que reclaman al Gobierno una solución regulatoria que no dañe al sector, especialmente ahora que está sufriendo el grave impacto de la pandemia.
Estos hosteleros reclaman un marco que aporte seguridad jurídica al sector del reparto de comida a domicilio. Una solución que permita mantener la flexibilidad, para que este modelo pueda seguir cubriendo toda la demanda existente, incluido en las ciudades medianas y pequeñas, y compatible a su vez con una ampliación de coberturas y protecciones sociales para los repartidores.
Casi un millar de hosteleros recuerdan en un manifiesto que una laboralización forzosa de los repartidores llevaría a los restaurantes, en su mayoría pequeños y medianos comercios, a dejar de percibir una importante fuente de ingresos adicionales
El manifiesto recoge además que una laboralización forzosa de los repartidores llevaría a los restaurantes, en su mayoría pequeños y medianos comercios, a dejar de percibir una importante fuente de ingresos adicionales. Según las estimaciones de las plataformas, se podrían dejar de ingresar más de 250 millones de euros solo en los primeros 12 meses.
Por todo ello, los hosteleros firmantes reclaman «una solución que permita al sector, que ya afronta 2021 muy dañado, mantener una de sus fuentes de ingresos, vital en estos momentos».