La pandemia ha destruido en España el negocio de más de 350.000 trabajadores autónomos y cerrado más de 200.000 empresas, según el INE. El sector más afectado es el de la restauración, y la situación no mejora: el número de trabajadores de la hostelería que se encuentran en situación de Erte ha experimentado una fuerte subida en febrero, aumentando en más de 100.000 personas. Urge un Plan de soporte al empleo…
Según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) la pandemia ha acabado con el negocio de más de 350.000 trabajadores autónomos en España, y el peor golpe se lo han llevado las pymes con cinco o menos trabajadores en su plantilla.
La mayoría de los Ertes, por decantación, han tenido que aplicarse en el sector de la restauración, debido a la paralización del turismo. De hecho, la hostelería ha sido el sector más golpeado por la crisis económica del Covid-19, sobre todo por las fuertes restricciones impuestas por el Gobierno en bares y restaurantes durante más de 10 meses.
“Más de 250.000 trabajadores que se encuentran en Erte corresponden a trabajadores del sector hotelero y gastronómico, por la extrema medida del cierre de los locales comerciales”, explica Yannick Charton, socio fundador de Valio Consulting. “Por ello es importante, sobre todo para garantizar la continuidad de las pymes, reactivar la economía y generar nuevos puestos de empleo, acelerar un proceso de digitalización y seguir pidiendo por un plan de ayuda y emergencia”, finaliza.
450.000 trabajadores de hostelería en Erte en febrero
Según la patronal Hostelería de España, el número de trabajadores del sector de la hostelería que se encuentran en situación de Erte ha experimentado una fuerte subida en febrero, aumentando en más de 100.000 personas afectadas. Esta cifra se acerca a los 450.000 trabajadores pertenecientes a las actividades de restauración y alojamiento, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo.
Además, según los datos de afiliación del Ministerio, el número de trabajadores afiliados en el conjunto de la hostelería descendió un 2,1%, respecto a enero, lo que supone una caída de en torno a 27.000 trabajadores afiliados a la Seguridad Social. En cifras generales, supone cerca de 300.000 afiliados menos en la variación interanual. Se acentúa así la caída de trabajadores en febrero, que supone más del 72% de los empleos totales perdidos en el conjunto de los sectores.
Por ramas de actividad, en la de restauración hubo una media de 1 millón de trabajadores, 231.704 menos que en febrero de 2020, un 17,9% inferior. La caída interanual se acentúa en este subsector por séptimo mes consecutivo. Del total de afiliados 326.988 estaban en situación de Erte en febrero (el 30,9% del total), 95.000 más que en enero
En el alojamiento se registró una media de 207.340 afiliados, que supone 64.307 trabajadores menos que un año atrás (-23,7%). En este subsector la caída porcentual es más acusada que en el de restauración, que en febrero se acentúa, después de tres meses de moderación. En esta rama de actividad el 57,9% está en Erte, 120.111 trabajadores.
Propuesta de un Plan de soporte al empleo
Las cifras son claras: la mitad de los trabajadores que están en Erte en todos los sectores (909.661 en total) pertenecen al sector de la hostelería. En este contexto, desde Hostelería de España proponen la creación de un Plan de soporte al empleo en hostelería para ayudar a las empresas, que permita mantener el empleo en el sector, asolado por restricciones, cierres, las plantillas en Erte y la falta de ayudas directas.
Este plan consistiría en unas ayudas directas complementarias a las que por el momento ha aprobado el Gobierno en forma de prórroga de los Erte o ICO, así como las ayudas directas derivadas a las CC AA, que por el momento no llegan a los 750 millones de euros. Las cuantías que se plantean deberían ser de 3.000 euros por cada trabajador indefinido o autónomo, y 1.000 euros por cada trabajador temporal, calculados sobre la media anual de trabajadores en el sector.
La cifra total ascendería a 3.771 millones de euros en ayudas directas, que se repartiría de forma proporcional al empleo existente en cada comunidad autónoma.
La ayuda se abonaría en dos pagos al 50%, y estaría financiado el 50% por el Estado y el otro 50% por las Comunidades autónomas. Según la patronal hostelera, solamente con un plan de esta envergadura se podría hacer frente a los pronósticos, que prevén que el 50% de los trabajadores en Erte en hostelería podrían perder su trabajo de manera definitiva.