El Gran Casino de Castellón ha reconvertido un clásico tinglado portuario en uno de los centros de juego más exclusivos de la costa levantina. Ahora goza de un nuevo espacio en el que destacan las celosías y pérgolas instaladas por Giménez Ganga, que le dotan de una personalidad única y ahorran en climatización.
La reforma de ampliación del Gran Casino de Castellón ha logrado aumentar el valor del edificio, ampliar sus instalaciones y fusionar su arquitectura tradicional con el toque vanguardista que aportan las líneas rectas.
Para ello se ha construido un espacio anexo al tinglado principal en el que se ha utilizado un amplio conjunto de lamas de celosía R-100 de Giménez Ganga, que se han anclado directamente sobre la pared con la mínima separación entre ellas, iluminadas con tecnología Led y dispuestas de forma alterna (unas lacadas en color Golden Embero y otras en color Oro Anodizado).
Estas celosías R-100, instaladas en configuración fija y vertical, alternando su tamaño desde los dos hasta casi los cuatro metros de altura, enmarcan un espacio que impacta desde el exterior y que invita a los transeúntes a hacerse fotos y compartirlas. Gracias a la iluminación Led que se ha instalado en la mayoría de ellas y a su longitud, se consigue crear un juego de luces que simula las olas del mar, combinando las formas de ondas clásicas con los tonos dorados que priman en los casinos más prestigiosos de Europa.
Una instalación que, complementada con las veintiuna pérgolas bioclimáticas de Saxun que protegen su interior, está llamado a convertirse en un proyecto de referencia para los estudiantes de arquitectura. Este espacio alberga, además, uno de los mayores salones de slot del Mediterráneo.
Confort térmico y visual los 365 días del año
Para el nuevo espacio, el Grupo Orenes (operador del casino) ha optado en el techo por una combinación de lamas móviles y fijas de las pérgolas bioclimáticas Saxun, con la que se consigue crear un espacio híbrido que puede funcionar como terraza cuando la temperatura así lo permite y como espacio interior en los meses más fríos del año.
De este modo, el área protegida por las pérgolas consigue cumplir con la función de espacio para fumadores cuando las lamas están abiertas, cumpliendo con la ley antitabaco.
Además, gracias a la instalación de una red de sensores de viento, lluvia y temperatura, los empleados del Casino no tienen que estar pendientes del comportamiento de las lamas, sino que estas actúan de forma autónoma garantizando la comodidad térmica en el espacio y evitando que las mesas y máquinas de juego se mojen en caso de una lluvia repentina.
Una comodidad térmica a la que se une añadir el confort visual para quienes están dentro del espacio, ya que la elección de un color RAL 9005 favorece que se integre a la perfección con la decoración oscura y elegante que caracteriza al Casino.
Un espacio pensado para el ahorro
Además, estas instalaciones de celosía y lamas no solo tienen una función estética que dota a los espacios de una personalidad única, sino que también favorecen que el calor se refleje y disipe a la atmósfera, ayudando a que la temperatura en el interior de la estancia sea más fresca en los meses de verano.
Gracias a esta propiedad propia de los recubrimientos en forma de celosía, el Casino verá reducido el coste de climatización del espacio, ayudando así al ahorro y a la protección del medio ambiente.
Una idea original, en definitiva, que demuestra que los sistemas de Giménez Ganga y Saxun combinan a la perfección con la creatividad de los arquitectos más ingeniosos para crear formas que quedarán grabadas en la retina de los ciudadanos. El casino, por su parte, gana un espacio en el que potenciar su oferta gastronómica y de disfrute.