En un acto simbólico realizado ante el Tribunal Supremo, Hostelería de España y una representación de todas las asociaciones territoriales denunciaron los doce meses que llevan encontrándose con el “muro” de las Administraciones. Mientras piden que las Comunidades Autónomas concreten el reparto de las ayudas directas, la Semana Santa llega con restricciones y diferentes perspectivas según destinos.
Las asociaciones hosteleras representaron ante el Tribunal Supremo el muro con las reclamaciones patrimoniales acumuladas hasta el momento, a la espera de seguir recopilando más reclamaciones patrimoniales hasta el 1 de junio.
Los datos interanuales del sector muestran que, desde el inicio de la pandemia la hostelería ha sufrido el cierre de 100.000 establecimientos, y una pérdida de más de 70.000 millones de euros, lo que supone una caída de la facturación que supera el 50% y en algunas zonas, donde el peso del turismo es mayor, llega casi al 80%.
Además, en el acto se pusieron encima de la mesa las demandas que continúan siendo prioritarias para la supervivencia del sector. Las ayudas directas anunciadas por el Gobierno llegan tarde para los 100.000 establecimientos que han tenido que echar el cierre en este año y son muy insuficientes para garantizar la supervivencia de las empresas, teniendo en cuenta que se dirigen a diferentes sectores como transporte, aeronáutica, ocio, cultura, deportes…además de hostelería. Por eso, es necesario que las Comunidades Autonomas concreten el reparto de estas ayudas, así como los criterios de acceso.
Los hosteleros también denuncian que a nivel laboral las cifras son muy preocupantes: ya se han perdido 300.000 empleos y, junto con los trabajadores en Erte, el total de puestos de trabajo afectados se acerca a los 750.000. Actualmente, casi la mitad de todos los trabajadores del país en ERTE pertenecen al sector de la hostelería y representan siete de cada diez empleos perdidos.
En el acto ante el Tribunal Supremo, que también se celebró de manera simultánea en otras ciudades, también se denunció la criminalización que viene sufriendo el sector acusado de ser el foco de los contagios. Se pidió también la consideración de sector prioritario y esencial en la vacunación para sector hostelero por su exposición permanente y nivel de riesgo de contagio, y también se defendieron otras propuestas como las mejoras en la movilidad (pasaportes sanitarios, tarjetas de inmunidad y validez de PCRs) para incentivar el turismo, la ampliación de los Ertes durante todo 2021 y la eliminación de la cláusula de compromiso de mantenimiento del empleo, así como la conservación de las correspondientes ayudas a los autónomos.
A nivel fiscal, el sector solicitó al gobierno el compromiso de bajar impuestos al consumo; el IVA al 5%, y no subir impuestos directos o indirectos. También se solicitó un plan de reactivación de la demanda: invertir recursos en bonos y ayudas directos a familias y empresas, aplicables al consumo directo en hostelería (bares, restaurantes, hoteles…) que promuevan el consumo y la actividad económica para el sector.
Restricciones en Semana Santa
Las restricciones para el puente de San José y la Semana Santa, en los que habrá cierre perimetral en las comunidades autónomas, excepto en el caso de Canarias y Baleares, son un nuevo varapalo para el sector hostelero español.
Así lo afirma Javier Sánchez, director de JS Brokers, explica que “la Semana Santa era vista por el sector hostelero como un balón de oxígeno que les permitiría reducir pérdidas y ser una antesala del inicio de la temporada de verano”. Por ello, “las restricciones por la pandemia establecidas para este período tendrán graves consecuencias para la hostelería, que podría facturar hasta un 70% menos”. La prueba de fuego para hoteles y restaurantes será cuando tengan que empezar a devolver a los créditos ICO, «y la recuperación prevista para 2022 y 2023 servirá para devolver todos los fondos solicitados en 2020 y 2021«.
La hostelelería madrileña, beneficiada
Sin embargo, las restricciones de Semana Santa no van a ser perjudiciales para todos. En concreto, la asociación Hostelería Madrid estima que supondrán un aumento del 20% de la facturación habitual de los locales, y generará un incremento de 15 millones de euros de facturación extra en la hostelería de la Comunidad de Madrid, con unos ingresos totales de 87 millones de euros en el conjunto de la hostelería de la Comunidad en Semana Santa-
Se repetiría de esta forma la experiencia positiva que supuso para el sector el cierre en los puentes anteriores como el de la Constitución o el de la Almudena, que generaron entonces un incremento del 10% de la facturación de los locales y una inyección de 60 millones de euros de facturación global de todo el conjunto de la hostelería de la Comunidad de Madrid. Las restricciones de movilidad suponen que el consumo de los madrileños se haga en la hostelería y el ocio de Madrid, lo que repercutirá de una manera positiva en el mantenimiento del empleo y la viabilidad de los locales.