La localidad menorquina de Mahón estrena este coqueto hotel boutique de 21 habitaciones distribuidas en torno a una piscina y un jardín, que reivindica el lujo de alojarse en una casa familiar, repleta de personalidad.
Se anuncia como una ‘Guest House‘, lo que es ya una declaración de intenciones. Este establecimiento nace con el propósito de hacer sentir al huésped «mejor que en casa«, compartiendo con él los rincones más especiales de la isla.
De ahí que el hotel, enclavado en el centro de Mahón y con sus 21 habitaciones, todas diferentes, y dos apartamentos, lleve el nombre de Cristine Bedfor, en referencia a una anfitriona que disfruta recibiendo y que hace sentir a sus invitados como parte de la familia. El establecimiento es fruto de la reforma de dos alojamientos turísticos preexistentes, según el proyecto de la arquitecta menorquina Emma Martí.
El hotel es propiedad los empresarios Daniel Entrecanales, consejero de Acciona, y Cristina Lozano, y ha supuesto una inversión de 7 millones de euros. Nace así así una nueva marca hotelera, ya que a este establecimiento de Mahón le seguirá otro en Málaga, y otros más en un futuro, en España y Portugal. Se trata de hoteles pequeños, de entre 20 y 30 habitaciones, muy conectados con las comunidades donde se alojan y con una clara filosofía sostenible.
Creado a base de pequeños y grandes recuerdos, y cuidando con mimo hasta el más mínimo detalle, en el diseño del hotel menorquín han participado profesionales como el interiorista Lorenzo Castillo, que ha dado rienda suelta a la creatividad y su original estilo a la hora de mezclar estilos, recuerdos y objetos. El es el «culpable» de crear la atmósfera cálida, elegante y sofisticada que caracteriza al hotel.
Con el blanco balear como base, el establecimiento luce un interiorismo 100% mediterráneo jugando con telas, luces, detalles y colores. Su aire juvenil, pero señorial al mismo tiempo, se logra gracias a la mezcla de piezas de estilos y épocas diferentes, la mayoría conseguidas en anticuarios de España, Inglaterra y Francia.
Por su parte, el paisajista Álvaro de la Rosa ha sido el encargado de diseñar el jardín del hotel, de más de 600 m², que es un auténtico oasis en el centro histórico de Mahón.
Gastronomía local y consciente
En la propuesta gastronómica del hotel priman los productos y sabores baleares y, en especial, de la isla de Menorca. Para esta tarea, Cristine Bedfor ha confiado en la experiencia de Ses Forquilles, la casa de comidas de Oriol Castell y Marco Collado, que amplía así su presencia en Menorca con un espacio más.
Para este hotel boutique han apostado por una cocina local y de kilómetro 0, en la que la mayoría de sus platos respiran tradición y sabor menorquín. ‘Creemos en una propuesta arraigada a la tierra, con producto de calidad como base irrenunciable, fieles a nuestros orígenes y la temporalidad. En definitiva, una cocina directa, fresca e inconformista’, explican sus creadores.
Un proyecto que cuida el entorno
El hotel Cristine Bedfor de Mahón nace como un proyecto sostenible, consciente del entorno en el que se halla, y ha arrancado con un programa de reciclaje y de ‘cero plásticos’ bajo una filosofía clara: ‘reduce, reutiliza, recicla y compra solo aquello que necesites’.
Para esta tarea, han contado con diferentes aliados, como la firma de moda sostenible Ecoalf, la encargada de diseñar y vestir al equipo y staff de del hotel. Además, la fundación local Menorca Preservation Fund (MPF) también colaborará junto al hotel un ambicioso proyecto a largo plazo; ‘Dream Global, Eat Local’, que tiene como objetivo potenciar el consumo del producto local y apoyar la economía de la isla. Además, el hotel forma parte de Menorca Reserva de Biosfera, distintivo de sostenibilidad que pone en valor a todas aquellas empresas que desarrollan su actividad económica en la isla con iniciativas para proteger el medio ambiente.