La prioridades han cambiado: el consumidor post-pandemia antepone el placer a la salud, según datos de Kantar Worldpanel. El número de ocasiones de consumo de alimentos y bebidas en los españoles sigue siendo el mismo, pero en distinto lugar y de manera diferente, creando nuevas oportunidades…
Las limitaciones de aforo y horarios, así como los cierres y los toques de queda en la hostelería han supuesto un cambio significativo en el comportamiento de los consumidores.
Antes de la llegada de la pandemia, los españoles consumían, de media, 5,4 veces fuera de casa a la semana: a finales de 2020 esta cifra se situaba en 3. Del total de ocasiones fuera y dentro del hogar, los consumidores prefieren desayunar fuera y dejar el consumo entre horas, como es el caso de las meriendas, para casa.
Son datos que se han revelado en el webinar Somos lo que comemos, ¿cómo hemos cambiado? organizado por Kantar World Panel, de la mano de las expertas Rebeca Mella, Consumer Sector Director, y Alicia García, Usage Director.
Por su parte, el consumo de bebidas alcohólicas experimentó un cambio de tendencia en 2020: una de cada tres ocasiones fuera de casa se dio a la hora del aperitivo , esto es, antes de comer, aunque es cierto que este hecho está relacionado directamente con las restricciones de horarios frente a la pandemia. De hecho, si se analizan los datos en Madrid y Barcelona, ciudades que han tenido distinto grado de restricciones, se observan diferentes tendencias: en Barcelona se desplaza el consumo a las comidas y las mañanas, mientras que en la capital se mantienen los hábitos.
“Es importante señalar que, aunque las tendencias cambien y se opte por distintitas modalidades (fuera de casa, dentro de casa o delivery), el número de ocasiones de consumo de alimentos y bebidas por individuo a la semana se mantiene en torno a las 28 a lo largo de los tres últimos años”, señala Rebeca Mella. Es decir, se consume lo mismo en número de veces, solo que en distinto lugar.
En cuanto a horarios, los cambios laborales, como el desempleo y el teletrabajo, han llevado a retrasar la hora del desayuno en 2020, pero esto no ha afectado al resto de momentos (comida, merienda y cena). Sin embargo, el tiempo que se dedica ahora a cocinar comparado con 2018 sí que ha aumentado en un 2,3% en las comidas entre semana, y un 1,8% en las de fin de semana. Por su parte, el tiempo dedicado a preparar las cenas también aumenta, aunque en menor proporción, un 1% entre semana y un 1,3% en fin de semana.
Nuevas preferencias nutricionales
La pandemia también ha traído cambios en las preferencias y las prioridades en la alimentación. En 2020, un 56,1% de los encuestados por Kantar aseguraba “preocuparse por la composición nutricional de lo que comía”, lo que supone una caída del 2,3% frente a 2019. Además, un 10,8% prefiere pedir comida a domicilio antes que salir a comer fuera, un 2,6% más que en 2019, lo que representa un aumento significativo del home delivery. Otro cambio de tendencia ha sido la caída de la dieta flexitariana, que había estado en auge los últimos años: un 20,6% de los encuestados aseguran que intentan “reducir el consumo de carne y pescado”, un 1,4% menos que en 2019.
Estos datos reflejan una relajación por parte de los consumidores en el cuidado de la alimentación. No obstante, también se observa un aumento del número de individuos que hacen ejercicio 3 o más veces a la semana: un 28,7% en 2020 frente a un 27,1% en 2019.
Disfrutando más de la comida y la bebida
Asimismo, Kantar explica que durante toda la pandemia los españoles están disfrutando más de la comida y de la bebida, siendo el “placer” el motivo que más crece frente al resto (la salud, la costumbre y la practicidad) desde 2019.
En 2020 los consumidores han realizado 2.445 millones de ocasiones más por placer que en 2019, y la mayoría de estas han sido captadas por el canal dinámico -80%- frente al especialista -10%- e Internet -13%-. Este hecho ha favorecido a cadenas como Alcampo, Súper Eroski o Lidl, que son las que mejor desarrollan este tipo de ocasiones. El aumento del consumo indulgente o por placer ha llevado también a que los clientes paguen un 15% más de media por productos que satisfacen esta necesidad.