La restauración española finaliza el estado de alarma con un cambio de hábitos que parece que se van a quedar: el delivery o la comida a domicilio se afienza en el consumo con un incremento del 54%, y el 39% de los consumidores ha optado por adelantar la hora de la cena, revela un estudio de The NPD Group.
El mercado español de foodservice (que abarca la restauración comercial y otros canales, como las tiendas de conveniencia, el vending o los comedores de empresa) obtuvo en marzo y abril los mejores registros mensuales de ventas desde el pasado verano, según un estudio de The NPD Group.
En concreto, la facturación del sector subió en marzo en torno a un 25% respecto a los meses de enero y febrero, gracias a una mayor movilidad y a la mejora de la confianza del consumidor. En términos interanuales, el crecimiento del negocio roza el 60%, al compararse con el mes en el que comenzó esta crisis en España y que incluyó el confinamiento de la población a partir del 14 de marzo de 2020.
Así, el mercado de foodservice ha cerrado el primer trimestre con un descenso de las ventas del 26% respecto al mismo periodo de 2020, ligeramente mejor de lo previsto, y del 39% en comparación con el primer cuarto de 2019, el año previo a la pandemia.
“Los datos de marzo son alentadores; vemos cómo se frena la caída respecto a los niveles mensuales prepandemia”, destaca Edurne Uranga, directora de Foodservice de NPD en España. “Marzo presenta la menor caída (vs. 2019) de los últimos 13 meses. Esto parece indicar el inicio de la senda de recuperación de uno de los sectores más castigados por la crisis de COVID-19. El avance del plan de vacunación y la subida de las temperaturas animará previsiblemente a los consumidores a recuperar el ocio fuera del hogar”,
Comidas y cenas, las grandes perjudicadas
Durante los tres primeros meses de este año, mientras el consumo en el local ha seguido penalizado por las limitaciones de aforo y otras restricciones, los pedidos de comida a domicilio (delivery) y para llevar (take away) se han consolidado en el hábito de los españoles, con crecimientos en valor del 54% y del 11%, respectivamente, en comparación con el primer trimestre de 2020.
En este primer trimestre, las medidas adoptadas por las diferentes regiones impactaron en los hábitos de consumo y cambiaron algunas tendencias observadas en 2020. Si durante el año pasado las cenas ganaron relevancia en el menú de restauración de los españoles, en el primer trimestre éstas pasan a ser, junto con las comidas del mediodía, los momentos más perjudicados y que más peso pierden en estos meses. Aun así, siguen representando casi el 25% (cenas) y el 40% (comidas) del gasto realizado en restauración entre enero y marzo. Por el contrario, los desayunos (11,6%) y los consumos entre horas (24%) ganan importancia en los hábitos de los españoles.
Además, los consumidores adelantan la hora de la cena para adaptarse a los toques de queda impuestos en las diferentes comunidades autónomas: si en el primer trimestre de 2020 el 21,5% de las cenas se hacían antes de las 21.00 horas, en los primeros meses de este año el porcentaje se elevó hasta el 39%.
Según el perfil del cliente, el consumo en familia con niños fue el más resiliente en los primeros meses de este año, junto con el realizado por adolescentes y jóvenes de hasta 24 años, mientras que desciende el protagonizado por el colectivo sénior y el de adultos trabajadores.
“El consumo en la restauración y el resto de canales de foodservice se ha consolidado como indulgencia y es más planificado: han perdido importancia la socialización y el impulso como motivaciones. Entender estas motivaciones y adaptar nuestros mensajes al estado actual del consumidor nacional es clave para afrontar con éxito el inicio de la recuperación del sector”, explica Edurne Uranga.