Con sus tentadoras tortillas de patata a domicilio, elaboradas con ingredientes naturales y ecológicos, sin aditivos ni conservantes, Hakuna Patata da vuelta a la tradicional oferta del delivery, empleando además de un packaging sin plástico que permite terminar el cocinado durante el trayecto.
Hakuna Patata es una de las enseñas de la startup Kilimanjaria, y llega para revolucionar el sector de la comida a domicilio con una oferta de casual food, basada en ingredientes naturales y ecológicos, sin aditivos ni conservantes, alejándose de la comida procesada que es la protagonista habitual del delivery; un packaging completamente libre de plásticos y un nuevo modelo de trabajo que desde la marca denominan ‘casual kitchen’.
“Nos hemos inventado nuestro propio modelo, Casual kitchen, porque navegamos entre las dark y las cloud kitchen: tenemos nuestros propios locales donde conviven diferentes marcas, pero son todas del mismo grupo, y no subarrendamos espacio como sí lo hacen Cuyna o las Cloud kitchens. Nuestros espacios superan los metros cuadrados habituales por cocina de estos espacios”, explica Marta Fernández de la Vega, cofundadora y COO de Kilimanjaria, grupo al que pertenece Hakuna Patata.
En concreto, los platos se preparan en la cocina central y se terminan en sus cocinas repartidas por el centro de la capital. Este espacio propio les permite, además, tener un mayor control de toda la operativa y una mayor seguridad.
Tanto Hakuna Patata como el resto de enseñas que posee esta startup de comida a domicilio completamente digital, cuidan hasta el último detalle: desde la calidad de los productos, todos ellos ecológicos, hasta el servicio de atención al cliente. Todo con un objetivo: revolucionar el sector del delivery llevando a cada casa una experiencia similar a la de comer en el propio restaurante.
“Estamos convencidos de que existe un hueco en el mercado para marcas como las nuestras, que ofrecen comida como la que comerías en un buen restaurante, sin renunciar a calidad de producto y atención gourmet. En esto juega un papel fundamental el servicio de atención al cliente, tanto en el momento de realizar el pedido como después; así como la materia prima que usamos y el packaging”, señala Fernández de la Vega.
El grupo está comprometido con la sostenibilidad y presenta toda su oferta en un packaging 100% libre de plásticos. Para favorecer la experiencia, este envase mantiene la temperatura a la vez que evita que el plato se vuelque, se derrame o que el producto se estropee en el trayecto, e incluso facilita que el cocinado termine durante el mismo.
Tortillas de patata gourmets con ingredientes originales
Hakuna Patata fusiona una receta clave de la cocina tradicional española, la tortilla de patatas, con ingredientes gourmets o de otras gastronomías como bacon, trufa o queso, y diferentes salsas. Las tortillas más populares son la Hakuna de la Abuela, la tortilla de patatas de toda la vida; la Hakuna Chupacabras, con cebolla caramelizada y queso de cabra; o la Hakuna Trufada, con trufa y cebolla caramelizada, aunque hay más sabores tentadores: la Hakuna Patria Querida, con chorizo ahumado asturiano, la Hakuna Brava, de patatas bravas y salsa picante, o la Hakuna Cuatro Quesos. Las carta se completa con diversos entrantes (ensaladillas, bmbas, y postres. También se ofrecen diferentes combos.
Una marca en expansión
Hakuna Patat, es una de las marcas pertenecientes a la startup Kilimanjaria que cuenta con otras dos propuestas gastronómicas “casual food”: Ravioluzione , especializada en pasta gourmet, y Oh My Ribs! , basada en la costilla de cerdo ibérico, para los amantes de la comida americana.
Actualmente, el grupo está presente en Madrid con tres cocinas y tiene previsto abrir en Valencia y Zaragoza antes de finalizar el año. «En los próximos meses, además, tenemos previsto el lanzamiento de una cuarta marca de comida saludable de verdad«, desvelan sus responsables.