Salvaje, la cadena internacional de restaurantes que aúna cocina de fusión japonesa con coctelería, música y buen ambiente, abre dos nuevas sucursales en España: una en Barcelona, donde desembarca por primera vez, y otra en la plaza de La Moraleja, su segundo local Madrid.

Tras conquistar Bogotá, Ciudad de Panamá y Miami, Salvaje llegaba a Madrid (calle Velázquez, 96) en enero de 2020, donde rápidamente se hizo notar con una atractiva propuesta gastronómica, decidida «a mostrar el lado salvaje de la cocina japonesa», como reza el lema de la casa, y aderezada con una rompedora puesta en escena y un ambiente muy animado, espectáculo y buena música.

Una fórmula exitosa, la de restauración + diversión, que se acaba de replicar en Barcelona (calle Enric Granados, 86), en un céntrico con más de 1.500 m2 distribuidos en dos alturas, y también en la concurrida plaza de La Moraleja, una de las zonas con mayor oferta de ocio gastronómico de Madrid.

Dos nuevos «Salvajes» que son fieles a la filosofía de la marca: una ambientación única que atrapa al comensal; un cuidado interiorismo, firmado por prestigiosos estudios y siempre con una estética exótica en la que no faltan los rinocerontes dorados, símbolo de la casa, y un vibrante y estudiado ambiente, exclusivo y muy agradable, con luces indirectas y buena música. A todo ello se suma una cuidada oferta gastronómica de cocina japonesa con toques de fusión, basada en una materia prima de alta calidad.

Cocina japo y toques locales

Al frente de la cocina de Salvaje se encuentra Fermín Azkue, socio y chef ejecutivo, nacido en Venezuela de ascendencia vasca y formado en algunos de los mejores restaurantes de Europa, en el Caribe y en Panamá, donde nace el primer restaurante Salvaje. En todos los restaurantes de la enseña conjuga productos japoneses y de proximidad, por lo que en España la carta se basa en pescados y mariscos frescos y en otros productos nacionales como la trufa negra o la vaca rubia gallega de 60 días de maduración. Hay también algunas concesiones a la despensa global: por ejemplo, son de importación el king crab, soft crab y snow krab, el wagyu japonés de calidad A5 (con alto grado de infiltración), las especias, y los fermentados y macerados japoneses como el kimchi y el umeboshi.

Los platos de los locales Salvaje destacan por la complejidad de matices que consigue recurriendo a los ahumados con distintos tipos de maderas aromáticas, a los marinados y la maduración previa del pescado crudo que sirve en sus niguiris, sashimis, makis, hosomakis y tiraditos. Entre las especialidades más demandadas destacan los originales rolls, toda la gama de niguiris y sashimis y algunas opciones calientes como el dumpling de bogavante, la coliflor con puré de ají, los carabineros a la robata, el bacalao negro, o el wagyu A5 con arroz al wok, caviar y huevo. Además de la carta, se ofrece un menú Omakase, elegido directamente por el chef, elaborado con lo más fresco y exclusivo del mercado.

Coctelería de autor

La propuesta gastronómica de Salvaje se completa con la coctelería de Borja Goikoetxea, head bartender del grupo tras su paso por locales de la talla de Angelita Madrid y Paradiso, y Mejor Bartender de España por la World Class Competition 2019. La carta incluye una docena de cócteles de autor y algunos clásicos reinventados en los que combina ingredientes de origen asiático y latinoamericano, en línea con la cocina y que son perfectos tanto para tomar solos (a la hora del aperitivo, del tardeo o por la noche) como para maridar con la comida. Se sirven en copas que son auténticas esculturas…

El espectacular interiorismo de Salvaje Barcelona

El ambiente y la puesta en escena importan en Salvaje tanto como la oferta culinaria. El nuevo local de Barcelona (que en su día albergó Bellavista Jardín del Norte, de Leo Messi y el grupo Iglesias) destaca por su espectacular decoración, realizada por del prestigioso Nacho García de Vinuesa, autor también del look de los restaurantes Salvaje de Panamá, Colombia y Miami.

En este caso la propuesta de interiorismo, todo lujo y exuberancia, está inspirada la naturaleza salvaje. La entrada al local barcelonés es una recreación del trópico, con muebles de elementos naturales y formas orgánicas que imitan piedras, troncos… y con esculturas de plantas tropicales en blanco y negro fabricadas en tela de lienzo por un artista norteamericano.

La sala principal, en dos alturas, refleja la transición del bosque tropical al bosque mediterráneo con predominio del blanco ibicenco y del dorado, y en ella destacan las «cuevas«, reservados exclusivos que aportan intimidad en las amplias dimensiones del local. «Hemos querido recrear la arquitectura vernácula de las cuevas conde vivían nuestros ancestros en la cuenca del Mediterráneo queriendo volver a lo auténtico, a lo natural, a lo salvaje, en un momento de máxima modernez y arquitectura virtual», explica Vinuesa, que señala que «en los nuevos Salvaje llevaremos un trocito de la cultura mediterránea a través de las cuevas».

Un lugar, en definitiva, para ver y dejarse ver, aunque sorprendentemente el ambiente no resta protagonismo a la cocina; la combinación de ambos es lo que cautiva al público. “Quería un estilo de japonés con nivel gastronómico pero divertido, que es lo que faltaba en el mercado”, señala Cape González el socio-fundador de Salvaje, al frente de la expansión de la marca y responsable de sus próximas aperturas a nivel mundial: en breve en el food hall de Galería Canalejas (Madrid), en Ciudad de Panamá, en Guatemala, en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias (donde se inaugurará además el primer Hotel Salvaje, en Lisboa y en Miami, aquí con un concepto de beach club.