El equipo del restaurante Aponiente, capitaneado por Ángel León, ha desarrollado una novedosa técnica para cocinar arroz a partir del colágeno extraído de escamas de pescado, plancton liofilizado y agua, que pretende ser una elaboración para alimentar a los astronautas que viajen al espacio. Es el «arroz lunar«…
El chef Ángel León vuelve a sorprender. Tras el descubrimiento del cereal marino, ahora ha desarrollado junto a su equipo de Aponiente una nueva técnica para cocinar arroz que permitirá alimentar a los astronautas que viajen en largas misiones espaciales.
Esta novedosa técnica ha sido creada a partir de productos procedentes del mar, en concreto, con el colágeno extraído de escamas de pescado, plancton liofilizado y agua, y es candidata en el Deep Space Food Challenge, una competición internacional impulsada por las agencias espaciales de la Nasa (EE UU) y la CSA (Canadá) con el objetivo de buscar nuevos alimentos nutritivos, sabrosos y seguros para alimentar a la tripulaciones espaciales del futuro.
El proceso para elaborar este «arroz lunar» consiste en la extracción del colágeno que producen las escamas de los pescados que se descartan y cuya misión es mantener todo el sabor del cocinado. En la elaboración se incorpora el plancton liofilizado, un ingrediente que aporta una gran concentración de omega 3, y el arroz, cuyo valor nutricional e hidratos de carbono son fundamentales para una alimentación de este tipo. La idea es que esta elaboración, ya cocinada y con un alto nivel nutritivo, pueda ser regenerada y ser una fuente de alimentación a partir de productos del mar de un alto contenido de omega 3 en una misión espacial.
“La despensa del mar es casi tan inmensa y desconocida como el espacio, todavía nos queda mucho por descubrir. Nosotros con este proyecto, en el que llevamos trabajando muchos meses, queremos demostrar que los productos marinos pueden contribuir de manera muy relevante no sólo al presente, sino al futuro de la alimentación de la humanidad”, explica el chef Ángel León.
Buscando la alimentación del futuro
El futuro de la carrera espacial pasa por alargar los periodos y misiones fuera de la Tierra no sólo en la Luna sino más allá, centrando los esfuerzos principalmente en Marte, lo que implica que los astronautas deberán pasar mucho tiempo lejos de la Tierra. Esto impedirá enviarles comida, como sucede ahora con los técnicos de la Estación Espacial Internacional, y tendrán que llevar a bordo todo lo que necesiten, incluido alimentos.
Para dar respuesta a esa necesidad, el Deep Space Food Challenge pretende obtener tecnologías o sistemas alimentarios novedosos y revolucionaros que requieran un mínimo de recursos y maximicen la producción de alimentos ricos nutricionalmente, seguros y sabrosos, fácilmente digeribles para largas misiones espaciales con un mínimo de tres años sin reabastecimiento y para una tripulación de al menos cuatro astronautas.
Una iniciativa con la que además se busca poder aplicar algunas de esas innovaciones a los problemas de alimentación que actualmente existen en la Tierra, como el uso eficiente de las materias primas o la inseguridad alimentaria.
Con este proyecto, Aponiente muestra una vez más su compromiso no sólo con el presente del planeta sino con su futuro, defendiendo una alimentación que va más allá del producto en sí, sino que busca la sostenibilidad, el aprovechamiento y la innovación.