La pandemia ha traído cambios en los hábitos de consumo que afectan de lleno a la hostelería. El nuevo consumidor se preocupa más por la sostenibilidad, la alimentación y la salud; sigue recurriendo a la comida a domicilio y para llevar, y es más digital que nunca. Adaptarse a estos nuevos patrones de consumo tras el Covid-19 es fundamental para tener éxito en el complejo mercado hostelero…
El confinamiento y el teletrabajo que trajo consigo la pandemia han impactado en los hábitos de consumo de los españoles, que han tenido más tiempo para cocinar y recuperar platos más elaborados, y ha bajado el gasto per cápita dentro y fuera del hogar, revela el Informe de consumo alimentario en España 2020 elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Según el mismo, los principales cambios en el consumo fuera del hogar como consecuencia de la pandemia han sido la reducción de las comidas y cenas fuera de casa, y la aparición de otros momentos y espacios de consumo como el aperitivo de antes de comer, las meriendas y el tiempo de antes de la cena («tardeo«). Pero hay otros cambios que parece que han llegado para quedarse:
El cambio visible: el regreso a una alimentación saludable
La pandemia ha afectado directamente a la alimentación: los consumidores han vuelto a confiar en productos más sanos y naturales. Llega un nuevo modelo de consumo más responsable y consciente, que apuesta por alimentos más saludables: por ejemplo, fruta, huevos, legumbres, verduras y pescado han crecido por encima del 20%.
Ganas de placer y disfrute
Paralelamente a la preocupación por la salud, tras meses de restricciones aumenta la búsqueda de momentos de placer y de disfrute, que puede ser un aliciente para reactivar el consumo, al mismo tiempo que aparece un consumidor más sensible al precio, como suele ocurrir en las crisis. Según un estudio de Aecoc, el 90% de los consumidores reconoce que, a pesar de llevar una dieta saludable, se permite caprichos. Además, un tercio de los consumidores admite que ahora picotea más entre horas que antes de la pandemia, y el 16% compra más productos premium.
Alimentos sostenibles y de proximidad
El consumidor da ahora más importancia al origen de los alimentos, y se preocupa por adquirir productos frescos y de proximidad. Se empieza a prestar más atención a cómo se ha producido un alimento, y ya en 2020 aumentaba el consumo de productos de mayor calidad, que son más propios de la restauración que de la cocina de los hogares.
El consumidor exige la disponibilidad de alimentos sostenibles y de proximidad, recursos más naturales que también minimicen los desperdicios. Y prioriza la seguridad alimentaria, tanto dentro como fuera del hogar.
La compra por Internet se dispara
La compra de alimentos a través de Internet ha crecido exponencialmente, con un mayor índice de preferencia a modelos sostenibles con contenido de proximidad. La preocupación ahora radica en la garantía de los controles de calidad, aumentando la demanda a empresas de alimentación con envío a domicilio.
El take-away y el delivery han llegado para quedarse
El consumo no presencial no sólo ha aumentado durante la pandemia, sino que ha llegado para quedarse en la “nueva normalidad”. Las opciones de delivery y take-away han ido creciendo hasta convertirse en algo cotidiano, impulsadas por el auge de la tecnología y por el cambio de hábitos de los consumidores, en especial de los millennials.
El 45% de los españoles pidió comida a domicilio al menos una o dos veces por semana durante el confinamiento según un estudio elaborado por Deliveroo. Tras la pandemia, la comida a domicilio ha demostrado seguir siendo esencial: el 19% afirma que la sigue pidiendo. Sobre todo los usuarios millennials, que priman la comodidad en todos los aspectos de sus vidas, una demanda que ha transformando la forma en que operan los restaurantes.
Digitalización y nuevas tecnologías
La pandemia también ha puesto de manifiesto la importancia del proceso de digitalización del sector hostelero: cuatro de cada diez clientes se habrían perdido si las opciones digitales no hubieran existido, revela un estudio de la consultora NPD. Además, La digitalización no solo ha afectado al comportamiento de compra, sino que también es clave para la imagen y percepción que el consumidor tiene del establecimiento. Para cuatro de cada diez españoles, un restaurante sin delivery digital no está actualizado y es anticuado. Además, el consumidor demanda opciones digitales no solo para encargar comida, sino también para ver los productos en menús digitales o usar sistemas de pago sin contacto a través del móvil.
La digitalización impulsa también una mejor gestión de los establecimientos hosteleros, que disponen de cada vez mejores herramientas para controlar todos los aspectos del negocio, incluida la gestión del personal. En este campo, los procesos de planificación manual han quedado obsoletos. En la nueva restauración es muy difícil afrontar con éxito la nueva demanda online si no se es capaz de planificar de forma automática los horarios y las tareas del personal en función de una previsión precisa de la demanda.
Compañías como Orquest ofrecen software de gestión de la planificación de personal. Esta tecnología permite dimensionar correctamente el negocio hostelero y colocar al empleado adecuado en el momento exacto, para así evitar situaciones de infra o sobrecobertura que pueden influir negativamente en el rendimiento global.