“El verano ha sido un espejismo de recuperación para el sector y comienza una etapa dura”, señalaba Jorge Marichal, presidente de la patronal hotelera Cehat en la presentación del XVIII Congreso de Hoteleros Españoles. Los hoteleros insisten en la necesidad de prolongar los Ertes hasta el 31 de enero en las mismas condiciones.
En la presentación del XVIII Congreso de Hoteleros Españoles, que se celebrará del 17 al 19 de noviembre en Oviedo, Cehat ha ofrecido un balance de la temporada de verano. Su presidente, Jorge Marichal ha señalado que las cifras de verano del sector son “agua pasada que han aliviado momentáneamente algunas zonas de España y que representan tan sólo un espejismo de recuperación. Ahora comienza una etapa complicada para el turismo en la que toda ayuda y toda unión son más necesarias que nunca”.
Según los datos de la Confederación hotelera, el verano ha sido bastante irregular en España, tanto en las distintas zonas turísticas como en tipo de usuario o turista. Así, en zonas como el interior peninsular, la cornisa cantábrica, Galicia o algunos puntos de Andalucía, a las que tradicionalmente suelen desplazarse los turistas nacionales, se ha registrado un turismo igual o superior al de 2019. Sin embargo, se trata de viajes muy concentrados en el tiempo (del 15 de julio al 15 de septiembre), que acortan la temporada, explican desde Cehat.
En otras zonas se ha detectado una actividad media, con predominio de las escapadas cortas y visitas de turistas nacionales y extranjeros, como es el caso de las playas.
Y en aquellos puntos con una importante planta hotelera que depende en gran medida del turismo internacional, como es el caso de Baleares, Costa Brava, Comunidad Valenciana, parte de la Costa del Sol o Canarias, el verano ha sido «muy flojo» debido a la caída de turistas internacionales. “En España tenemos capacidad para ocupar anualmente a 80 o 90 millones de turistas extranjeros. Este año no han venido y las camas se han quedado vacías”, explicaba Ramón Estalella, secretario general de Cehat.
Se trata por tanto de un verano «anómalo», en el que no se ha alcanzado ni el 40% de las pernoctaciones extranjeras registradas en 2019, y del que no se espera alcanzar «ni el 50% de la facturación ni de la contribución al PIB que se registró en 2019″.
Un otoño-invierno complicado
Estos datos que afectan de forma importante al sector. «Hay muchos empresarios pensando ya en cerrar sus establecimientos», señala Estalella. «El segmento turístico vacacional que intentaba alargar la temporada hasta noviembre o diciembre no podrán hacerlo este año por falta de demanda. Y a esto se une que el Imserso no arrancará en octubre, y que las restricciones a los viajes y las trabas a la movilidad impiden aún que podamos recibir turistas internacionales».
La patronal hotelera advierte así de la llegada de un otoño-invierno «muy complicado» e insiste en la necesidad de contar con «herramientas de supervivencia» como la prolongación de los Ertes hasta el 31 de enero en las mismas condiciones para evitar la destrucción de miles de puestos de trabajo y empresas. “Debemos proteger en igualdad de condiciones a todos los trabajadores que continúan en Erte, poniendo especial foco en aquellos que no pueden trabajar debido a la pandemia. Exigimos, por tanto, que no se penalice a las empresas que se ven obligadas a continuar cerradas y a mantener a sus trabajadores en Erte. Esta red de seguridad debe continuar vigente y ha de habilitarse en paralelo una herramienta de transición que facilite la salida de los trabajadores que aún se encuentran en esta situación», afirma Marichal.
En línea con ello, el presidente de Cehat insiste también en que, puesto que ahora hay que dar formación obligatoria a los trabajadores en Erte, esta sea elegida por el empresario en función de las necesidades y demandas del sector «y no se limite a los ámbitos de la digitalización y recualificación profesional».
Marichal ha hecho también una mención especial al futuro del turismo de reuniones y congresos, porque va a tener muchas dificultades. “El sector Mice moviliza un tipo de turismo que debe programarse con bastante tiempo. Sin embargo, aún existen bastantes restricciones a la hostelería y al movimiento de personas que dificultan este tipo de turismo y los eventos que se están programando actualmente son, en su mayoría, virtuales o híbridos».