Las necesidades medioambientales, un futuro planeta superpoblado y el alarmante crecimiento de enfermedades como obesidad y diabetes hacen necesario mejorar la alimentación. Lo que se come, cómo se come, su procedencia y producción son los factores claves para disfrutar de un futuro sin consecuencias nefastas.
La alimentación del futuro debe ser y será principalmente trazable, transparente, segura, saludable, limpia, regenerativa, sabrosa, fresca, nutritiva, personalizada, neutra en carbono y actuará como medicina preventiva. Así lo asegura informe “Fooduristic 22. Las 50 personas que están liderando el futuro de la alimentación” elaborado por KM Zero Food Innovation Hub.
El estudio recoge las reflexiones y la visión de la industria, instituciones y de líderes mundiales de startups que están desarrollando las soluciones más innovadoras y sostenibles en alimentación y que y llevan un año trabajando en el KM Zero Squad:. Todos ellos concluyen que el sector debe transformarse para dar respuesta a los actuales retos a los que se enfrenta.
«Las cifras marcan el cambio de paradigma que vive el sector. Está previsto que la población mundial pase de 7.000 a 9.000 millones de habitantes, lo que requiere de un incremento del 70% del abastecimiento de alimentos en 2050. La industria alimentaria debe transformarse con el fin de preservar los recursos naturales, producir y distribuir mejor minimizando al máximo su impacto en el entorno, reduciendo el uso de materiales como el plástico, luchando por combatir el desperdicio alimentario y creando nuevos alimentos saludables, sabrosos y sostenibles. Para llevar a cabo un cambio de tal magnitud es absolutamente imprescindible establecer sinergias con startups agritech y foodtech, que ofrecen las soluciones más punteras y ágiles a todos estos retos”, explicaba Beatriz Jacoste, directora de KM Zero, durante la presentación del informe.
Los proyectos que ya están en marcha y que han generado más interés son aquellos que apuestan por un cambio radical en toda la cadena agroalimentaria y por una nueva manera de hacer las cosas: desde soluciones en el campo para la regeneración del suelo y de agricultura inteligente, hasta tecnologías como la Inteligencia Artificial o la robótica
para la mejora de procesos industriales.
Reducir la huella de carbono
El estudio “Fooduristic’22 se basa en entrevistas a los 50 participantes que reflexionan principalmente sobre cómo será la alimentación del futuro y sobre los principales retos del sector, como la creación de una nueva generación de proteínas complementarias: la lucha contra el desperdicio alimentario; resiliencia y biodiversidad; salud, sabor y bienestar; digitalización; la transformación del retail y food service, o la educación alimentaria, llegando a una serie de conclusiones comunes.
La necesidad de aportar soluciones que reduzcan nuestra huella de carbono en toda la cadena de valor es una de las más destacadas, tal y como menciona Sam Kass, socio del fondo de inversión de impacto en alimentación Acre Venture Partners, y ex chef y asesor de políticas alimentarias de la Administración Obama, que pone como ejemplo la labor de Loam Bio, empresa que desarrolla una tecnología innovadora propia con el fin de capturar carbono a gran escala para después devolvérselo al suelo y mejorar la productividad agrícola.
Asimismo, se pone en relieve que la alimentación del futuro será una combinación de la alimentación de nuestros antepasados y las nuevas tecnologías, siendo más básica en su presentación y recuperando su esencia y aportes nutricionales.
El informe Foodturistic puede descargarse aquí.