La patronal hostelera muestra su preocupación porque la huelga de transporte agrava la crisis que ya vive el sector por las consecuencias de la guerra guerra en Ucrania y el aumento generalizado de los costes, que además no parece tener un horizonte cercano de finalización.
Hostelería de España señala que el sector está sufriendo de manera directa en su cuenta de resultados la subida de precios energéticos y de materias primas, lo que afecta a la viabilidad de los negocios hosteleros.
El IPC y su incremento, ahora agravado por el conflicto de Ucrania y por la huelga en el transporte, ha llegado a situarse el pasado mes de febrero en un crecimiento del 7,6%, posicionando a España por encima de otros países europeos, como Francia (4,1%) Portugal (4,4%) Alemania (5,5%) o Italia (6,2%) «con la consecuente pérdida de competitividad frente a los mismos», alerta la patronal hostelera.
El actual paro en los transportes agrava la preocupación del sector, que empieza a notar los efectos, especialmente en la escasez de productos frescos. Desde Hostelería de España se insta a un desbloqueo de los centros logísticos «donde debería haber unos servicios mínimos que garanticen que no se produzca la rotura de la cadena de suministros». Algo a lo que se suma Cerveceros de España, que recuerda que la cerveza puede suponer hasta el 25 % de la facturación de los bares, cifra que alcanza hasta el 40 % en el caso de pequeñas empresas de restauración de menos de 10 empleados.
Además, determinadas materias primas imprescindibles para el sector, como los aceites, ya vivían en el mes de febrero un incremento de precios del 30%, que ahora es mucho mayor también por el contexto de la guerra, que incluso ha provocado la búsqueda de aceites comestibles alternativos ante la escasez de aceite de girasol. El efecto en cadena de escalada de precios afecta a otros productos claves para la hostelería, como los zumos (un 7,5% de crecimiento en febrero) o el café (un 8,2% de crecimiento en febrero), ente otros.
Esta subida de precios de materias primas supone una estimación, por ejemplo, en las cafeterías un 25% de incremento en los gastos y, en los restaurantes de lujo, podría alcanzar el 50%.
La subida de precios de materias primas supone una estimación, por ejemplo, en las cafeterías un 25% de incremento en los gastos y, en los restaurantes de lujo, podría alcanzar el 50%
Escalada sin precedentes en el precio de la energía
La situación que se vive con la subida del precio de la energía es «insostenible para el sector», denuncian los hosteleroa, ya que, además, afecta al aumento del precio de otros productos, y repercute en toda la cadena de producción y distribución, desde las cámaras frigoríficas que conservan los alimentos, a la maquinaria para procesarla hasta la gasolina del vehículo que los transporta.
La electricidad es un gasto básico que no se puede eliminar, del que depende el funcionamiento de las cámaras frigoríficas, así, como la calefacción/aire acondicionado, la iluminación o el uso de las placas de inducción. Además, hay que tener en cuenta que los hosteleros se ven obligados a pagar la tarifa más alta en las horas de mayor producción ya que no tienen la opción de mover los consumos en tramos horarios más baratas, como por la noche.
El coste medio de la electricidad en un local de restauración puede situarse en franjas de entre 300 y 1.000 euros, y han sufrido una subida del recibo que podría situarse entre un 20%-40%.
La energía representa entre el 6 y el 8% de los costes de un negocio hostelero, por lo que una subida de un tercio puede provocar un aumento de entre el 1 y 2% de los gastos fijos en las empresas del sector. Según datos del mes de febrero, la subida del precio de la electricidad fue de un 80,5%, que este mes de marzo se habrá incrementado debido a la situación de guerra en Ucrania y lo que está ocurriendo con este mercado a nivel internacional.
La energía representa entre el 6 y el 8% de los costes de un negocio hostelero, por lo que una subida de un tercio puede provocar un aumento de entre el 1 y 2% de los gastos fijos
Tras dos años de pandemia, con la grave crisis que ha ocasionado en las empresas, «éstas no pueden asumir constantes incrementos en sus estrechos márgenes», señalan desde Hostelería de España. «Esta escalada constante de precios supone un importante lastre para la recuperación, por lo que es una necesaria reducción de costes, concentrados especialmente en los costes energéticos, para que las empresas del sector puedan mejorar su competitividad».
También los propios clientes ven mermada su renta media y tienden al ahorro por la situación de incertidumbre, lo que supone una reducción del gasto en hostelería. La patronal hostelera insiste en ue es necesario que se refuerce el mercado interior con medidas que eviten que las familias pierdan poder adquisitivo e incluso incentivar bonos al consumo.
Otras demandas que se vienen reclamando desde la patronal hostelera son la ampliación por un año del período de carencia de los créditos ICO y la recuperación de la parte de los Fondos Europeos de ayudas a las empresas turísticas devueltos por las CC AA.
Pérdidas millonaria para el sector primario, industria y distribución alimentaria
El paro del transporte afecta también gravemente a toda la cadena de suministro de alimentación (sector primario, industria, transporte y distribución), con pérdidas que ya alcanzan los 600 millones de euros, y que ponen en peligro más de 100.000 puestos de trabajo.
El carácter perecedero y la esencialidad de los alimentos que producen y comercializan está causando estragos en los sectores de frescos y en áreas geográficas como Andalucía, Galicia, zona norte del país, Extremadura y Levante.
Ante la gravedad de la situación, las asociaciones que integran a toda la cadena de valor agroalimentaria y del gran consumo (cooperativas agroalimentarias, Fiab, Aecoc, Asedas, Aces y Anged) piden al Gobierno «la máxima contundencia a la hora de frenar acciones que están causando pérdidas millonarias al conjunto de la cadena», y consideran que es momento de aunar esfuerzos para agilizar la aprobación de un plan especial de ayudas al sector en línea con los aprobados en países como Francia o Italia.