Son sectores clave para la economía española, pero se ven fuertemente amenazados por la subida del IPC, el aumento de los costes energéticos y el encarecimiento de las materias primas. Ante un posible incremento de los alquileres, hostelería y comercio piden que se aplique a los contratos de arrendamiento de sus locales la misma limitación extraordinaria de la actualización de la renta que se da en las viviendas.
Los sectores de la hostelería y el comercio siguen siendo los que más aportan al PIB y al empleo de la economía española, pero han acabado 2021 con cifras de venta inferiores a las de 2019 (salvo algunos sectores puntuales como el equipamiento hogar- mobiliario-decoración, los productos tecnológicos y la alimentación), señala la Alianza del Comercio y Hostelería de España.
Además, tras la pandemia ambos sectores deben hacer frente a nuevas dificultades que ponen en riego la continuidad de la actividad:
- La subida del IPC podría representar un incremento de alquileres en renovación de actualización de rentas cercano al 10%, que resultaría inasumible para la cuenta de explotación de cualquier negocio.
- El incremento de costes energéticos supone un importante aumento de los costes de funcionamiento, al ser la actividad del comercio minorista y la hostelería intensiva, y también de consumo energético (iluminación, calefacción y aire acondicionado, frío industrial en el caso de la alimentación y hostelería-restauración,…)
- El incremento de los costes de aprovisionamiento conlleva una importante reducción del margen bruto. El sector, en una situación de reducción de la capacidad de compra del consumidor, se enfrenta a la disyuntiva de perder ventas por el incremento de precios (para mantener el margen) o de pérdida de margen (para mantener las ventas y no perder clientes).
Tood ello se produce en un momento en el que los indicadores evidencian que la inflación se ha convertido en la protagonista de la recuperación económica tras la pandemia. La tasa de variación anual del IPC en España en marzo ha sido del 9,8%, 2,2 puntos superior a la del mes anterior, y las subidas del IPC se traducen en una inflación de los precios y, por lo tanto, en una importante repercusión en la renta familiar disponible y, consecuentemente, en la reducción del consumo.
Estos datos, publicados recientemente por el INE, sitúan el actual nivel de inflación como el más alto registrado desde 1989, debido fundamentalmente al alza de los precios de la energía y los carburantes. Y a todo ello se debe sumar los efectos que está provocando la guerra en Ucrania (encarecimiento del gas, de los carburantes, escasez de suministro de cereales, encarecimiento histórico de materias primas y dificultades de aprovisionamiento, …) y la más reciente huelga de transportistas en España.
Las peticiones del sector
Por todo ello, y «con el objetivo de salvar la actividad comercial y de restauración», la Alianza del Comercio y Hostelería de España demanda que el sector del comercio minorista sea considerado y tratado como un sector estratégico de la economía española. Y específicamemte, pide que la medida del RD 6/2022 de 29 de marzo, sobre la “Limitación extraordinaria de la actualización anual de la renta de los contratos de arrendamiento de vivienda” se aplique también a los contratos de locales comerciales con los mismos criterios referidos a la tipología del arrendador y a la aplicación del Índice de Garantía de Competitividad.
La Alianza de Comercio y Hostelería (entidad integrada por Acotex, Amicca, Anceco, CEC, Comertia, Eurelia, FECE y Marcas de Restauración) pide al resto de organizaciones afectadas por la situación actual que secunden esta iniciativa «para salvar el cierre de decenas de miles de establecimientos, impedir la destrucción de cientos de miles de puestos de trabajo y atajar el deterioro de la economía española«.