Con la apertura de su hotel nº 14 llega a la capital la marca hotelera Edition. El nuevo The Madrid Edition es un exclusivo resort urbano de lujo que ofrece una elegancia discreta, una experiencia innovadora para el huésped y el excepcional servicio que caracteriza a esta cadena.
Tras la apertura del hotel The Barcelona Edition en 2018, abre sus puertas su «hermano» madrileño con 200 habitaciones y suites de exquisita decoración, en pleno boom de aperturas de lujo en la capital.
La marca Edition (la asociación de Ian Schrager con Marriott International) llega a Madrid, «una ciudad fabulosa de carácter propio y que sigue su propio camino», afirma Ian Schrager, creador del concepto de hotel boutique y lifestyle, con marcas como Edition Hotels, Public Hotels y otros proyectos rompedores. Y lo hace por todo lo alto, con dos restaurantes dirigidos por dos chefs reconocidos internacionalmente, Enrique Olvera y Diego Muñoz; tres conceptos de bar; una vibrante oferta de ocio nocturno, una piscina infinity al aire libre en la azotea, un spa y espacios multifuncionales para eventos sociales y reuniones.
«Esto no es sólo un hotel», explica Schrager. «The Madrid Edition es mucho más que un lugar para dormir: es un microcosmos de todo lo mejor que ofrece Madrid y que capta perfectamente el espíritu y esencia de la ciudad. Se trata de crear una comunidad y un nuevo punto de encuentro único y original para madrileños y turistas: una experiencia totalmente transformadora en Madrid».
Fiel a su estilo, Schrager ha sacado todo el partido a un modelo meticulosamente elaborado que aporta de singularidad al hotel. Situado en pleno corazón de la capital a The Madrid Edition se accede a través de la Plaza de las Descalzas, en la zona de Sol, con vistas a un monasterio del siglo XVI.
Un hotel diseñado por John Pawson y François Champsaur
Bajo la supervisión de Ian Schrager Company, el diseño del hotel es una combinación de la refinada elegancia, pureza y simplicidad del arquitecto británico John Pawson y el arte y la originalidad del creador afincado en París François Champsaur. Sus planteamientos de diseño, completamente diferentes y opuestos, hacen que este hotel un espacio inédito e inesperado.
«Con The Madrid Edition quería crear espacios tranquilos a los que retirarse, pero también un entorno con identidad propia y lleno de vida«, explica John Pawson.
De líneas limpias y modernas, el exterior únicamente está embellecido por un pórtico barroco del siglo XVIII, diseñado por el arquitecto español Pedro de Ribera y que fue rescatado de una antigua edificación cercana. Desde esta puerta se accede a Jerónimo, uno de los restaurantes de autor del hotel.
La entrada principal del hotel, situada a la vuelta de esquina, luce una marquesina de cobre que conduce a un espacio revestido de madera oscura presidido por la espectacular y escultural escalera espiral, que serpentea hasta el vestíbulo de la planta baja superior.
Como en todos los hoteles Edition, su verdadera esencia se encuentra en el lobby. Bajo un techo ondulado, el Lobby Bar está llamado a ser un nuevo place to be en la vida social de Madrid. Luce una mezcla de muebles confeccionados a medida, como el sofá en forma de «U», rodeado por estantes con piezas únicas de diseño que construyen un espacio íntimo y privado. Destacan los sofás y sillones de Jean Michel Frank, los taburetes de bronce reciclado de Maison Intègre, las sillas recubiertas de cuerda de Christian Astuguevieille y una elegante mesa de billar, que el diseñador Emmanuel Levet Stenne esculpió a partir de una única losa de mármol blanco.
Tras la barra de cobre festoneada hecha a mano se encuentra un botellero enjaulado retroiluminado. La luz, cálida e indirecta, se ha estudiado cuidadosamente estudiada para dotar a la sala de calidez, mientras las piezas clave se iluminan bajo un foco directo.
También desde el vestíbulo se accede a uno de los dos restaurantes del hotel, Jerónimo, y al Punch Room, ubicado en un discreto rincón. Con una iluminación tenue, se trata de un espacio íntimo, con paneles de roble oscuro, una chimenea de piedra de basalto, sillones de pelo de poni gris de Jean-Michel Frank y alfombras de lana tejidas a mano, inspiradas en las formas abstractas y los colores vivos de Joan Miró.
Una barra de cobre cepillado y un espejo pulido en bronce, obra del estudio de diseño parisino Garnier & Linker, hacen de este lugar un espacio perfecto para degustar un cóctel antes de comer, como el emblemático Ponche Corsair, o una tranquila copa por la noche. Aquí se ofrece, asimismo, una carta de pequeñas degustaciones asiáticas contemporáneas.
Enrique Olvera y Diego Muñoz, al frente de la oferta culinaria
El restaurante Jerónimo, situado en la Plaza de las Descalzas, con su propia entrada por el pórtico barroco, ofrece una exquisita cocina influenciada por la gastronomía mexicana y la excelencia del producto local. El restaurante está liderado por el mexicano Enrique Olvera, Santiago Pérez y su excepcional equipo, que se encuentran detrás de una colección de restaurantes como Pujol, en Ciudad de México; Cosme, en Nueva York y Damián, en Los Ángeles.
Tal y como afirma Olvera, «la relación entre las cocinas de España y México es tan profunda y tiene tantos aspectos que muchas veces los puntos donde se encuentran son imperceptibles. En la sutileza de estos puentes queremos centrar nuestra carta: en las técnicas e ingredientes que hacen resonar ambas cocinas de dos continentes diferentes».
El restaurante en sí es un espacio de varios ambientes que cuentan con cuatro áreas diferenciadas donde prima la explosión de color: la elegante sala de doble altura, que se distingue por sus paneles de madera de roble oscuro tallada, inspirados en los detalles ornamentales del portal barroco exterior; sillas y banquetas de cuero amarillo, y dos llamativas lámparas colgantes de alabastro y yeso del diseñador Emmanuel Level Stenne, que recuerdan los cielos y los planetas celestes.
Esto lleva a la zona del bar, presidida por una larga barra de mármol verde y un suelo de roble blanco. A continuación, se pasa a un espacio más informal y luminoso, vestido con suelos de piedra caliza, y mesas de piedra blanca y negra coronadas por una exuberante vegetación.
La terraza exterior del restaurante, que se inaugurará a finales de este año, se encuentra en una amplia plaza llena de plantas y será un lugar perfecto para disfrutar de un desayuno al sol o una cena con vistas al monasterio real contiguo del siglo XVI.
Copas, gimnasio y un restaurante en la azotea
El espacio dedicado al ocio nocturno se encuentra en la planta inferior, y su apertura está prevista para finales de este año. Su decoración será espectacular, con una pared de yeso pulido en oro y una barra de ónix con base de piel. El telón del escenario es una sola pieza de terciopelo rojo, bordada con hilo de cobre al estilo tradicional español, mientras que las sillas de terciopelo con flecos negros están inspiradas en las monteras de los toreros.
En esa misma planta también se encuentra el gimnasio, completamente equipado y el spa, un espacio acogedor e íntimo revestido de madera oscura y adornado con antiguos candelabros barrocos.
La azotea, en la cuarta planta, es un oasis con vistas a los tejados de la ciudad donde se encuentra Oroya, el restaurante dirigido por el chef peruano Diego Muñoz (antes al frente de Astrid y Gastón de Lima): es un espacio acristalado, de ambiente tranquilo y acogedor, que recuerda a un invernadero, enmarcado por unas estructuras de acero, revestidas de plantas trepadoras y paneles de cristal de colores que crean juegos de luces.
El comensal puede disfrutar aquí de un relajado menú de tapas con platos para compartir. «En el antiguo dialecto peruano, Oroya significa conectar dos lugares divididos por el agua. España y Perú están intrínsecamente unidos, y en The Madrid Edition celebramos las conexiones culturales y la gastronomía de España y Perú«, explica Diego Muñoz. «El menú de Oroya se inspira en las técnicas culinarias clásicas de ambas regiones, uniéndolas en una experiencia gastronómica divertida y colorida».
En el exterior, la terraza de Oroya es un agradable espacio verde con chimenea y una pérgola cubierta de vides bajo la que se encuentra una barra de teca clara y taburetes de ratán, junto a una larga mesa de roble, perfecta para almuerzos distendidos.
En esta terraza también está la piscina infinity más grande de Madrid y el Pool Bar, un lugar para ver y ser visto mientras se degustan cócteles y pequeños bocados desde alguna de sus 60 tumbonas y 10 camas balinesas.
Los dos mayores penthouses de la capital
También en la cuarta planta se encuentran los dos mayores penthouses de la capital; dos lujosos dúplex con los dormitorios ubicados en la planta superior y sala de estar y una cocina de servicio en la inferior, que son elegantes refugios privados.
En las plantas inferiores, las 200 habitaciones del hotel, incluidas las 23 suites, lucen diseño discreto y sofisticado. Una entrada con paneles de roble oscuro da paso a una paleta luminosa de blancos y cremas, junto con muebles hechos a medida y texturas naturales de lino, piedra caliza y madera. Todo ello con un mobiliario sofisticado, con detalles creativos como el espectacular cabecero retro iluminado hecho a medida en yeso que se inspira en la forma del pórtico barroco del hotel.
La oferta de The Madrid Edition se completa con una serie de espacios flexibles para reuniones y eventos, todos con luz natural y equipados con la tecnología más avanzada. Incluyen un salón de dos plantas grande y luminoso, tres estudios con paneles divisorios para montajes personalizados, una sala de conferencias y una antesala diseñada como una gran sala de estar.
«Estoy muy orgulloso de este proyecto», afirma Schrager. «En The Madrid Edition no se ha pasado por alto ni un solo detalle, y el producto final ha creado un concepto único y mágico que no tiene rival en la ciudad».