El hotel de lujo mallorquín, gestionado por Marriott International y propiedad de Arabella Hospitality, estrena bar, cuya reforma ha sido realizada por Lázaro Rosa-Violán, mientras que el estudio de arquitectura HKS se ha ocupado del rediseño del restaurante Es Fum, con estrella Michelin.
El hotel St. Regis Mardavall Mallorca Resort, situado en la costa d’en Blanes, gestionado por Marriott International y propiedad de Arabella Hospitality, ha llevado a cabo un rediseño integral de dos de sus espacios más emblemáticos con motivo de la celebración de su 20º aniversario: el St. Regis Bar y el restaurante estrella Michelin Es Fum, a cargo del chef Miguel Navarro.
El rediseño del St Regis Bar, a cargo de Lázaro Rosa-Violán, ha dado lugar un elegante cocktail bar al más puro estilo St. Regis, un lugar de encuentro para compartir con varios ambientes, en los que el arte está siempre presente, como el mural que enmarca la barra firmado por Ramón Enrich, que evoca y transmite la esencia de Mallorca.
El coronel John Jacob Astor IV, fundador del primer St. Regis en New York, era conocido por organizar grandes eventos sociales con personalidades del mundo del arte y la cultura, por lo que el estudio de Lázaro Rosa-Violán propuso el concepto de “Bar de artistas” para el rediseño del St. Regis Bar mallorquín, con obras de arte y un clima inspirador. Para ello se ha otorgado un espacio destacado a la barra como espacio de socialización, colocando frente a ella distintos grupos de asientos distribuidos en varios niveles de intimidad.
El cocktail bar ofrece diversos ambientes como el lounge, el bar, el salón de jerez, la biblioteca o la terraza. El reto para el estudio era conseguir que una estética tan definida como la de Mallorca encajase a la perfección con el ambiente tan característico de la marca jugando con los colores, las texturas y los materiales.
«Poder trabajar con una marca que cuida tanto el detalle como St. Regis y tiene una connotación poética que me parece muy atractiva», señala Lázaro Rosa-Violán. «Además, Mallorca siempre ha sido muy especial para mí, y era importante que todo transpirara esa relajación que se alcanza nada más pisar esta isla”.
Lázaro explica que se han elegido «materiales naturales como es la madera y la piedra, telas coloridas pero frescas como la loneta, el hilo y la tela de llengües, tan presente en la isla, combinándolos con otros materiales que canalizan esa naturalidad y la sofistican, hallando un equilibrio con los valores de marca. En la paleta de colores que hemos utilizado predominan los verdes olivas de la naturaleza y los calderos y rosas de la tierra o las puestas de sol, aligerándolos con elementos más frescos como los crudos y los ocres”.
Al margen de una mesa central, que organiza los flujos de clientes y los chandeliers procedentes de anticuarios o diseñados por el estudio de interiorismo, se ha intentado hallar un equilibrio entre todo el mobiliario para dar protagonismo al arte y al entorno.
Las piezas de madera más importantes son obra de ebanistas mallorquines, mientras que el chandelier principal de la barra y algunos de los apliques están hechos de cristal soplado por artesanos venecianos de la isla de Murano, que aportan a la estancia ese aire señorial característico de la marca St. Regis.
Es Fum: un estrella Michelín con aire residencial
Por su parte, el nuevo diseño del restaurante estrella Michelin Es Fum, es obra del estudio londinense de arquitectura HKS y se ha realizado en consonancia con el rediseño del S. Regis Bar, inspirándose en la estrecha relación de la isla de Mallorca con el arte.
Con su especial ubicación mirando al mar, el diseño pretende para integrar el legado histórico del restaurante con una propuesta moderna y atractiva que atraiga los clientes.
Las piezas que visten sus paredes, que proceden de la colección privada de arte de St. Regis Mardavall, le imprimen un aire residencial relajado que, según el estudio HKS, “refleja la atmósfera de una finca contemporánea de coleccionistas de arte en los Hamptons españoles”.
El estudio ha trabajado mano a mano con el equipo de la propiedad para crear un restaurante con un fuerte sentido del lugar, que refleje el carácter, la tradición y la artesanía local de Mallorca.
Los materiales seleccionados para el rediseño de Es Fum, en su totalidad de origen local, son la piedra caliza para los suelos con patrones geométricos, y una piedra similar a la tradicional piedra marés de la arquitectura mallorquina para la chimenea, que se combinan con maderas, toques de bronce y tejidos en tonos neutros.
Por su parte, la propuesta de tejidos es muy discreta para ceder el protagonismo a la colección de arte: terciopelos empolvados y suaves cueros en colores nude cubren los sofás y butacas hechos a medida.
Las cortinas están adornadas con un patrón de llengües mallorquín contemporáneo, y la mayoría de los tejidos proceden de un proveedor local.
El restaurante equilibra los tonos piedra que recuerdan a las montañas calizas mallorquinas con tonos más suaves que recrean el paisaje, creando «un oasis romántico», explican los interioritas.
Cada pieza del mobiliario de Es Fum ha sido diseñada a medida por HKS, hecha a mano y acabada en bronce y madera clara de fresno para crear un interior armonioso.
Algunos de los elementos esenciales de la decoración son la alfombra diseñada a medida por la firma italiana Loloey, inspirada en la obra de Joan Miró, y las obras de artistas locales españoles, como el tapiz especialmente diseñado por Adriana Meunié para Es Fum y las esculturas de Joan Bennàssar de la serie “Les menades del mar d’avall”, que decoran su atractiva terraza con vistas al mar.