La nueva propuesta de los chefs del restaurante Disfrutar acaba de abrir sus puertas en el corazón del Eixample barcelonés. Ocupa un local de 550 m2 que sigue la misma filosofía de su «hermano» Compartir Cadaqués, que este año celebra su décimo aniversario.
Para llevar a cabo este nuevo proyecto, Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas se han asociado a Nil Dulcet, cocinero que ya formó parte del equipo de cocina de Compartir Cadaqués desde sus inicios y, más tarde, fue el primer jefe de cocina de Disfrutar Barcelona.
Tal y como apuntan los chefs, “Nil cuenta con nuestra total confianza y se ha ganado que los cuatro iniciemos este nuevo proyecto, del cual él será el director, además de socio”.
Los cuatro explican que tenían claro que tenía el nuevo Compartir tenía que estar en Barcelona y cerca de Disfrutar, su otro restaurante: “estar cerca del restaurante es vital para el proyecto y para poder vivir de primera mano su evolución”.
Por otro lado, Compartir Cadaqués seguirá siendo fiel a su concepto y Castro, Xatruch y Casañas (CXC) seguirán alternándose entre Compartir Cadaqués, Disfrutar y Compartir Barcelona fieles a su filosofía de estar presentes en sus restaurantes para brindar una supervisión constante.
En pleno corazón del Eixample
El nuevo Compartir Barcelona cuenta con 550 m2 repartidos en tres salas y tiene capacidad para 80 personas. Se sitúa en la calle Valencia nº 225, en el corazón del Eixample barcelonés y a un paso del Paseo de Gracia.
El restaurante goza de un local amplio y luminoso. y su interiorismo ha sido realizado por El Equipo Creativo (el estudio con el que ya se trabajó en Disfrutar), que ha querido recrear parte del espíritu tan propio de Cadaqués, pero interpretado desde una perspectiva más urbana y contemporánea.
El restaurante cuenta con una espectacular estructura metálica de principios de siglo, y se presenta como un gran espacio blanco presidido por tres grandes ventanas azules al mar Mediterráneo. El contrapunto lo dan las formas curvas de espejos y ligeros biombos de mimbre y ratán, convertidos en cálidas lámparas, que situados de forma espontánea a lo largo del local recrean un paisaje abstracto de barcas y bóvedas.
Las barras y cocinas se muestran con formas sencillas y rotundas y con los materiales, colores y texturas que configuran el paisaje propio de Cadaqués.
El tono gris de la piedra pizarra y su aplicación en “trencadís”, junto con el color teja luminoso de los tejados, en contraste con el intenso azul de las ventanas, crean un potente conjunto que es un perfecto escenario para las composiciones de color y textura de los platos que caracterizan a Compartir.
A la carta y para compartir
En este marco, la propuesta gastronómica del nuevo Compartir Barcelona es «moderna, de producto y con raíces tradicionales«, muy en línea con la filosofía de Compartir Cadaqués pero sin ser una réplica.
La carta presenta algunos de los platos clásicos que se encuentran en Cadaqués, como la ensalada de remolacha, el canelón de atún, los bombones líquidos de chocolate o el coulant de avellana, y además ofrece interesantes novedades por descubrir.
El restaurante abre de miércoles a domingo, tanto para comer como para cenar. El ticket medio es de 45-50€ por persona, y el equipo inicial es de 30 personas entre cocina, sala y limpieza.