Una veintena de asociaciones empresariales, entre ellas Felac, la Federación Española de Asociaciones de Fabricantes de Maquinaria para Hostelería, denuncia que la nueva Ley de Transparencia oculta un nuevo impuesto a los nuevos aparatos de refrigeración, aire acondicionado y electrodomésticos que afecta a los hogares, la hostelería y el pequeño comercio.
El pasado 13 de diciembre salía a consulta pública el anteproyecto de Ley del Impuesto de gases fluorados, un impuesto medioambiental, actualmente regulado por la Ley 16/2013, y en vigor desde 2014, penaliza la emisión a la atmósfera de gases fluorados de efecto invernadero, principalmente utilizados como gases refrigerantes.
El impuesto, que actualmente grava la recarga de gas para la reposición de fugas, pasaría en la nueva redacción a gravar toda la entrada de gas fluorado en España, y se aplicaría así a la fabricación e importación de nuevos equipos y sistemas de refrigeración y aire acondicionado, bombas de calor, y electrodomésticos, entre otros, que hasta ahora se encontraban exentos.
La reforma del impuesto está en principio motivada por la necesidad de simplificar la gestión tributaria, «pero lleva implícita la eliminación de las exenciones, lo que supondría de facto triplicar la recaudación del impuesto», denuncian una veintena de asociaciones empresariales, entre ellas Felac, que han presentado diversas alegaciones al anteproyecto.
Según estas asociaciones, de aprobarse la nueva Ley de Transparencia, esta tendrá un impacto sobre los precios de los equipos e instalaciones nuevas entre un 5% y 10% según el sistema de refrigeración o aire acondicionado considerado. Ello repercutiría principalmente en los hogares, el pequeño comercio, la hostelería, la industria y la distribución alimentaria.
Con la introducción del impuesto como una enmienda a la Ley de Transparencia, que se encontraba ya en trámite, el Gobierno pretende aprobarlo de urgencia para que entre en vigor en septiembre, eludiendo los trámites que tendría si se continuara el proyecto de ley, y evitando el debate parlamentario de sus diferentes artículos o apartados.
Según una veintena de asociaciones empresariales, de aprobarse la nueva Ley de Transparencia, esta tendrá un impacto sobre los precios de los equipos e instalaciones nuevas entre un 5% y 10% según el sistema de refrigeración o aire acondicionado considerado
Las organizaciones empresariales denuncian que «no solamente el nuevo impuesto no tiene nada que ver con la Ley de Transparencia, sino que la exposición de motivos ni siquiera hace alusión a la verdadera modificación del impuesto: su extensión a los aparatos nuevos de refrigeración, aire acondicionado y electrodomésticos».
Recuerdan que los gases fluorados «ya se encuentran sobradamente regulados, por el reglamento europeo 517/2014, conocido como F-gas. Además, la Comisión Europea ha propuesto más estrictas limitaciones en una inminente revisión del reglamento, en la que además se empezaría a cobrar una tasa a los derechos de importación de gas fluorado. Esta tasa europea se sumaría al impuesto español como una doble imposición.
Señalan, además que al margen del reglamento F-gas no existe en la Unión Europea ninguna otra norma o impuesto armonizado sobre los gases fluorados, y solo Dinamarca dispone de un impuesto similar al de España. «El nuevo impuesto en España sería por tanto el más gravoso de la Unión Europea en cuanto a su más amplia aplicación a todos los sectores«, afirman.
Entre las organizaciones denunciantes están AEFYT, AFAR, AFEC, ALDEFE, AMASCAL, ANDIMAC, ATFRIE, CNI, CONAIF, FECE y FELAC, que en conjunto representan a la industria española de fabricantes y distribuidores de electrodomésticos, equipos de climatización, maquinaria para hostelería, producción de agua caliente sanitaria y refrigeración comercial e industrial, así como empresas usuarias de instalaciones frigoríficas; y de empresas instaladoras de climatización, electricidad, fontanería, gas, protección contra incendios, refrigeración, ventilación, etc.
Estas organizaciones ya venían denunciando en los últimos meses que el nuevo impuesto sobre gases fluorados de efecto invernadero encarecería los equipos de refrigeración y climatización.