El nuevo plan turístico nacional de enogastronomía, que se enmarca en el Plan de Modernización y Competitividad del sector turístico, va a suponer una inversión de 68,6 millones de euros para crear una red de experiencias sostenibles e integradas en todo el país.
En 2019, 2 de cada 10 turistas que visitaron España participaron en actividades gastronómicas o relacionadas con el vino.
Teniendo en cuenta el enorme potencial del turismo gastronómico, el nuevo Plan Turístico Nacional de Enogastronomía 2022-2023, que se acaba de presentar, busca posicionar a España como destino competitivo y destacado en materia de turismo internacional, y para ello cuenta con una dotación de 68,6 millones de euros.
Este plan se se enmarca en el Plan de Modernización y Competitividad del sector turístico, y persigue «convertir el conjunto de conocimientos, saberes, artes y artesanías que permiten comer y beber de forma saludable, en experiencias turísticas sostenibles e integradas en todo el territorio«.
Los objetivos del plan se centran en torno a las tres dimensiones claves del turismo enogastronómico y que implican a toda su cadena de valor: producto, proceso y cultura, y pretenden:
- Financiar planes de sostenibilidad en destino, para potenciar los destinos enogastronómicos
- Crear experiencias de turismo gastronómico sostenibles y variadas
- Mejorar las capacidades formativas y digitales de los agentes turísticos
- Recopilar todas las prácticas existentes y relatos inspiradores, en un espacio abierto y accesible, que inspiren otras iniciativas
- Usar la enogastronomía como reclamo y promoción del turismo en España
El Plan Nacional Turístico de Enogastronomía tiene cuatro ejes y tiene presupuesto global de 68,6 millones de euros, que se distribuyen en las siguientes partidas
- 51.4000.000 € para planes de sostenibilidad turística en destinos enogastronómicos
- 10.000.000 € para el Programa Experiencias Turismo España:
- 5.000.000 € para acciones especiales – Programa Experiencias Turismo España:
- 2.212.000 € para el programa de promoción internacional:
El turismo enogastronómico, herramienta de competitividad turística
El plan ha sido presentado en un acto celebrado en las Bodegas Marqués Murrieta de Logroño por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que destacó «apuesta por elementos reconocibles de España, donde, además, el enogastroturismo representa la unión de dos de nuestras fortalezas, como son la gastronomía y la enología, ambas con enorme capacidad de crecimiento».
La ministra señala que «con este plan se transversaliza la enogastronomía, como el año pasado fue el camino de Santiago, para abordarla desde todas las ópticas con las que trabajamos: sostenibilidad, competitividad, digitalización y calidad«.
Maroto destaca especialmente la importancia creciente del turismo enogastronómico en todos los destinos, así como, el volumen, la calidad y el prestigio del sector de la gastronomía y la enología en España. «Parecen razones evidentes para que nuestro vino y nuestra comida fuesen las prioridades nacionales para este 2022 con la posibilidad, además, de alinear todas las acciones para la transformación del sector hacia el nuevo modelo turístico que estamos diseñando basado en la calidad, de nuevos productos y experiencias”.
Según los datos de Turespaña, el turismo cultural, en el que se puede englobar el turismo gastronómico en sentido amplio, es el tercero en importancia enel país, por detrás del turismo de sol y playa y de otros tipos de ocio.
En 2019, 2 de cada 10 turistas que visitaron España participaron en actividades gastronómicas o relacionadas con el vino, y de estos, el 42% señalaba el turismo cultural como motivo principal de su viaje.
En cuanto al volumen de gasto, el turista gastronómico representa un alto valor añadido: en 2019 las actividades gastronómicas (alta gastronomía, visita a bodegas, viñas, catas) alcanzaron un gasto de 22.420,5 millones de euros.