Barcelona estrena un elegante hotel boutique de cuatro estrellas situado en pleno Eixample. Antigua Casa Buenavista, que ocupa un edificio señorial, es propiedad de la familia andorrana Molleví y guarda una sorpresa: un restaurante asesorado por Marc Roca.
Antiga Casa Buenavista es un coqueto hotel boutique de 4 estrellas situado en la Ronda de Sant Antoni nº 84, entre los barrios de L’Eixample y el Raval.
El establecimiento se encuentra ubicado en un emblemático edificio de principios del siglo XX, y cuenta con 43 habitaciones únicas que combinan elestilo tradicional y modernista del Eixample barcelonés con un inesperado toque ecléctico contemporáneo.
Antiga Casa Buenavista nace como un hotel de gestión familiar, con un fuerte vínculo al barrio y la ciudad. Un nuevo concepto de establecimiento turístico que se aleja de la propuesta tradicional hotelera «para ser próximo y local, respetuoso con el barrio y sus gentes, e inclusivo con todo tipo de públicos», señalan sus propietarios.
Un edificio con historia
La historia de Antigua Casa Buenavista se remonta a 1918, año en el que la familia Molleví inauguró el restaurante familiar Buenavista, especializado en una cocina tradicional de mercado con platos populares a precios asequibles.
Gracias a su estratégica ubicación y su proximidad con el entonces recién inaugurado Teatre Goya, el establecimiento familiar se convirtió rápidamente en un popular espacio entre intelectuales, artistas o burgueses de principios de siglo, pero también entre clases populares y familias de la zona. A lo largo de un siglo, el negocio ha sido gestionado por las sucesivas generaciones familiares que han sabido poner un sello personal a este lugar lleno de historia.
Ahora inicia una nueva etapa como hotel y restaurante, y su gerente, Àlex Molleví, explica que “el trato personalizado, así como la especial vocación de servicio, han sido siempre y queremos que sigan siendo la misión principal de este establecimiento. El vínculo familiar que tenemos con este espacio se ha mantenido a lo largo de los años, y esto es algo que queremos transmitir a nuestros huéspedes: que puedan sentirse como en casa”.
Un cuidado interiorismo
La transformación del edificio ha estado a cargo del estudio TDB Arquitectura. El proyecto también ha contado con la asesoría del equipo de Minim para el mobiliario e iluminación decorativa del hotel, y de Concepción Padilla para el interiorismo y decoración del restaurante.
Como resultado, el nuevo hotel mantiene la fachada original y todos los elementos de interés arquitectónico, incorporando elementos modernistas catalanes, como esgrafiados, molduras restauradas, techos con bóveda catalana, suelos hidráulicos, así como un mobiliario original en todos sus espacios.
Todas las habitaciones son exteriores y la mayoría cuentan con amplios ventanales con acceso a balcón o terraza.
El chef Marc Roca, asesor del restaurante
El nuevo hotel boutique incorpora también una oferta culinaria de mercado en su restaurante Casa de Comidas Buenavista, que busca transformar el concepto de casa de comidas tradicional en un moderno espacio gastronómico con una apuesta por el producto y carácter local.
Casa de Comidas Buenavista cuenta con el asesoramiento y supervisión del chef Marc Roca, dueño del restaurante Blau en Barcelona, que ha diseñado una carta basada en la cocina de temporada y que combina los platos tradicionales y de raíz con un toque de modernidad.
De esta forma, el nuevo restaurante persigue mantener la esencia de la popular casa de comidas que fue en sus inicios para ofrecer, un siglo después, una cocina fresca de mercado con un marcado carácter local y donde no faltan los clásicos desayunos gourmet o las tapas y platillos para disfrutar en cualquier ocasión.