La elección del suelo es clave en un hotel: por un lado, se trata de pavimentos muy transitados, con gran cantidad de personas que utilizan sus instalaciones, sobre todo en temporada alta). Por otra parte, el suelo es uno de los elementos que se encuentra el huésped al entrar al hotel y forma parte de su carta de presentación.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, no se puede elegir cualquier suelo: he aquí unas claves para descubrir algunos de los mejores suelos para hoteles en la actualidad.
Uno de los primeros criterios que se deben tener en cuenta es elegir un tipo de suelo que sea antideslizante, para minimizar la posibilidad de sufrir algún tipo de accidente.
Además, el suelo debe adaptarse a la decoración del hotel para que forme parte del conjunto y no se vea como algo independiente.
Teniendo en cuenta estos criterios, estas son algunas opciones de suelos para el hotel:
1. Suelos vinílicos
Los suelos vinílicos se utilizan mucho en comercios, establecimientos hosteleros y alojamiento; especialmente en aquellos locales que son visitados a menudo y con un tránsito elevado.
¿Sus ventajas? Cumplen con los requisitos sanitarios y de resistencia para colocarse en los espacios más exigentes, incluyendo hoteles, restaurantes y baños.
Estos suelos están confeccionados en PVC; un material que puede resistir arañazos incluso manchas, y resulta muy sencillo de limpiar y mantener.
Son suelos cálidos en invierno y frescos en verano, por lo que resultan perfectos para elevar el grado de satisfacción del huésped. Y estas características permiten incrementar la eficiencia energética en cualquier momento del año, algo imprescindible teniendo en cuenta el creciente coste de la energía
Además de todas las características anteriores, los suelos vinílicos son antideslizantes, impermeables y soportan muy bien la humedad, así como los cambios de temperatura.
Otra ventaja es que se pueden encontrar en una gran variedad de diseños y estilos, para adaptarse a cualquier estilo de interiorismo
2. Suelos laminados
Otra alternativa para los suelos de un hotel son los suelos laminados. Pueden resistir tanto el paso del tiempo como el impacto continuado de los clientes. Resisten prácticamente todo, aguantan los arañazos y son antideslizantes,
Otra razón para apostar por suelos laminados es su facilidad de limpieza: normalmente bastará con una fregona humedecida para acabar con la gran mayoría de las manchas; con este mantenimiento diario quedará como nuevo con tan solo pasar la mopa de vez en cuando.
Una de las características que comparte con los suelos vinílicos es la gran variedad de posibilidades de diseño: como en el caso anterior, se ofecen en muchas tonalidades de color y texturas que simulan materiales naturales, como la piedra o la madera.
Eligiendo una combinación de textura y color adecuada, se aporta al hotel tenga un toque muy atractivo de calidez, sin perder la resistencia y el resto de particularidades que ofrecen los suelos laminados.
3. Alfombras
En determinadas zonas de los hoteles, como pasillos y dormitorios, se pueden encontrar alfombras, que aportan una la sensación de calidad y confort, además de mejorar tanto la experiencia visual como física.
Aunque no se trata de un suelo o pavimento propiamente, es interesante tenerlas en cuenta, dadas sus ventajas:
- Aporte de calidez: una buena alfombra contribuye a que el entorno sea más cálido, especialmente cuando bajan las temperaturas, y mejoran la experiencia del huésped al salir de la cama
- Contribuyen a la insonorización: en las habitaciones es donde se produce la mayor cantidad de ruido en un hotel. Las alfombras añaden un elemento anti-sonoro que contribuye a evitar problemas de descanso entre los huéspedes.
- Son muy elegantes: las alfombras se pueden integrar a la perfección en la decoración del entorno, creando ambientes que se adapten a la imagen de marca y valores que pretende transmitir el hotel.