Pese a la inflación y al complicado momento actual, la restauración organizada prevé crecer en 2023 en facturación, aperturas y plantilla. Los consumidores muestran su intención de seguir saliendo a comer y cenar, aunque eso sí: ajustando sus pedidos para controlar el gasto.
Son datos del último estudio del Observatorio 2022 de la Restauración de Marca en España, elaborado por Marcas de Restauración, The NPD Group y KPMG, que muestra unas previsiones optimistas: ocho de cada diez cadenas de restauración estiman aumentar su facturación en 2023 y el 97% espera realizar aperturas de locales, a pesar del contexto actual de incertidumbre sobre el consumo, marcado por la escalada de la inflación.
El conjunto de la restauración consiguió igualar a principios de verano su facturación prepandemia, gracias a la recuperación del canal independiente, pero especialmente gracias al crecimiento de la restauración de marca, que en el acumulado enero-agosto aumentó sus ventas un 29% respecto a los ocho primeros meses de 2021 y un 21% respecto al mismo periodo de 2019, según datos de NPD. De esta forma, las marcas concentran ya el 29,7% del gasto total de los españoles en restauración comercial, cinco puntos más que en 2019.
Las marcas concentran ya el 29,7% del gasto total de los españoles en restauración comercial, cinco puntos más que en 2019
Carlos Pérez Tenorio, presidente de Marcas de Restauración, explica que estos datos «consolidan la tendencia de crecimiento en cuota de mercado que la restauración organizada comenzó años atrás en España y que, con el paréntesis de los dos años de pandemia, vuelve a retomar con fuerza. Lo importante en este momento es gestionar de manera inteligente el contexto económico adverso y proteger tanto a los consumidores como a nuestras propias empresas».
La encuesta elaborada por KPMG para el Observatorio 2022 de la Restauración de Marca refleja que la mayoría de los operadores del sector prevén seguir creciendo en 2023. Así, 8 de cada 10 cadenas de restauración estiman que aumentarán su facturación el próximo año, aunque el ritmo de crecimiento podría ser más moderado que el actual. Este crecimiento vendrá impulsado por una política expansiva: el 97% de los operadores afirman que realizarán aperturas el próximo año. Además, el 57% de las cadenas planean aumentar sus plantillas en 2023.
Cambios de hábito en el consumidor debido a la inflación
También los consumidores muestran su intención de seguir saliendo a comer y cenar, aunque ajustando sus pedidos para controlar el gasto.
Según la última oleada del estudio Sentiments de NPD, a pesar de que los españoles están modificando sus hábitos de consumo ante la inflación (reducen las copas por la noche, tomar algo en el cine/teatro o estando de compras), no manifiestan la intención dejar de salir a desayunar (ocasión más resiliente en el consumo fuera del hogar), y quieren mantener o incluso aumentar la frecuencia de ciertas ocasiones sociales, como las comidas y cenas con familia o amigos.
En relación al ticket total, el incremento del gasto medio por comensal es de un 3,5%, por lo que el consumidor está aplicando una serie de medidas de ajuste, como la búsqueda proactiva de promociones (el 35% de los consumidores), la eliminación de los platos más caros (28%) o la reducción del tamaño de la comanda eliminando postres (20%), entrantes (13%), refrescos (13%) y/o acompañamientos (13%).
La sostenibilidad, la salud y la diversidad de dietas
Las exigencias de los consumidores están impulsando a la restauración hacia una transición sostenible y saludable.
En cuanto a la sostenibilidad, el estudio de NPD desvela que los consumidores nacionales reclaman, entre otras, medidas relativas a la reducción del desperdicio alimentario (42%) y la no utilización de envases de plástico (38%). Además, el 77% de los consumidores asegura que trata de tener hábitos de vida saludables en diversas parcelas de su vida, incluida la alimentación, y el 65% demanda menús diversos que satisfagan las diferentes necesidades del grupo.
En esta línea, según KPMG, el 50% de las cadenas de restauración centrará sus esfuerzos en la búsqueda de ahorros en el consumo del local (energía, agua, etc.), acciones con las que además de reducir su impacto medioambiental, contribuirán a proteger sus márgenes ante el incremento de costes.
Asimismo, el 27% de los operadores dará prioridad a la gestión y reducción del desperdicio alimentario, un reto que tendrá que afrontar todo el sector ante la previsible entrada en vigor en 2023 de la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, aprobada en el Consejo de Ministros del pasado 7 de junio de 2022.
Por otra parte, los operadores seguirán evolucionando en su propuesta gastronómica para adaptarse a las nuevas demandas de los consumidores. Un 40% de las cadenas tienen planeado incrementar su oferta de alternativas vegetales a la carne (plant-based) y un 30% aumentarán las alternativas para personas con intolerancias alimentarias (productos sin gluten, sin lactosa, etc.). Asimismo, 1 de cada 3 reforzarán sus compromisos con el bienestar animal.
Eficiencia, digitalización, diversificación
Además del plan de expansión, las principales prioridades de las cadenas son la búsqueda de eficiencia (63% de respuestas, frente a 42% en la edición anterior del estudio). Asimismo, la digitalización o la incorporación de tecnología se mantiene como uno de los ámbitos de inversión preferentes.
Por otra parte, el servicio orientado al consumo fuera de establecimiento (delivery y take away) se ha estabilizado en torno al 21% de la facturación de las cadenas, casi el doble que antes de la pandemia. Una contribución que los directivos prevén que se mantendrá o incluso aumentará en 2023.
En particular, los servicios de delivery y take away & drive thru concentran el 34% del gasto total en foodservice hasta agosto. Presentan crecimientos tanto el take away o comida para llevar (que tiene una cuota del 26%), como el delivery o comida a domicilio, que duplica su cuota de mercado respecto a 2019 y representa ya el 8% del gasto de los españoles en el sector, según los datos de NPD.
Las consecuencias de la inflación
Según datos de KPMG, el 93% de las cadenas de restauración afirma que sus márgenes han disminuido como consecuencia de la inflación. Esta preocupación se ve reflejada en los factores que más preocupan a los principales operadores del sector en los próximos meses: consideran que la amenaza más importante para sus negocios será la pérdida de capacidad adquisitiva del consumidor (97%). Otros desafíos relevantes son el encarecimiento de la energía (72%), la disponibilidad y/o encarecimiento de materias primas e ingredientes (69%) y la regulación laboral (34%).
Esta situación está obligando a los operadores a repercutir en mayor o menor medida los incrementos de costes al precio de los menús: el 87% de las cadenas han aumentado o prevén aumentar próximamente sus precios.
Asimismo, las cadenas están adoptando diferentes acciones a lo largo de su cadena de valor para amortiguar la inflación. El 70% de los operadores han renegociado o planean renegociar contratos, y el 60% han acometido o realizarán cambios en proveedores.
«La inflación está teniendo un doble impacto en la restauración: erosiona los márgenes de las empresas y amenaza el tráfico a sus locales», señala Enrique Porta, socio responsable de Consumo y Distribución de KPMG en España. «Aunque los aumentos de precios en el sector son inevitables, los operadores no pueden repercutir íntegramente a los menús los incrementos de costes que están soportando en un contexto en el que el consumidor ha perdido poder adquisitivo y forzosamente se puede ver obligado a restringir algunos gastos no esenciales».
Los operadores no pueden repercutir íntegramente a los menús los incrementos de costes que están soportando en un contexto en el que el consumidor ha perdido poder adquisitivo
Sin embargo, a pesar de esta difícil coyuntura, “las cadenas de restauración están demostrando un buen desempeño y prevén seguir creciendo y aprovechando las oportunidades que se presentan para el sector. Para ello, acelerarán la búsqueda de eficiencias y ahorros, seguirán invirtiendo en tecnología y darán respuesta a las nuevas exigencias del consumidor y el entorno en torno a la sostenibilidad y la salud y el bienestar; y lo harán con un negocio cada vez más diversificado para poder atender las diferentes ocasiones de consumo en el local y en el hogar».
Por otro lado, Edurne Uranga, directora de Foodservice de NPD España, subraya que “el punto de partida respecto a otras crisis económicas es diferente. Debido a las restricciones de los dos últimos años, la frecuencia de consumo en foodservice aún no se ha recuperado completamente: faltan por recuperar 17 ocasiones por consumidor/año de las 159 que se hacían en 2019”.
En este sentido, Uranga explica que “el consumidor es plenamente consciente de ello; 1 de cada 2 afirma que su frecuencia de consumo es menor que antes de la pandemia, por lo que va a intentar a hacer ajustes en las ocasiones de consumo que haga (vía promociones, productos más baratos, reducción de ítems, etc.) antes que reducir el número de ocasiones fuera del hogar, ya que sigue echando mucho de menos esas ocasiones perdidas en los últimos años”.
Las tendencias muestran que el sector de la restauración organizada cerrará 2022 con un crecimiento del gasto de los españoles en el sector del 26% respecto al año pasado. Para 2023, “será clave adoptar las acciones adecuadas desde el sector para minimizar la profundidad de esos ajustes que impulsan el trade down y, especialmente, para evitar el temido trade out o sustitución del gasto fuera del hogar por cocinar en casa”, explica Edurne Uranga.
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