El emblemático hotel Rey Juan Carlos de Barcelona se convertirá en el exclusivo Gran Meliá Miranda de Pedralbes, un resort- destino urbano único en Europa, que será gestionado por Meliá Hotels International.
El pasado mes de septiembre, Barcelona Project’s, empresa gestora del el hotel Rey Juan Carlos I de Barcelona presentaba concurso de acreedores con una deuda total cercana a los los 160 millones de euros. El alojamiento estaba en pre-concurso de acreeedores desde marzo de 2021, muy tocado por la pandemia.
Construido en la época de la Barcelona Olímpica, se trata de uno de los mayores hoteles de Barcelona, con 395 habitaciones y 37 suites, que tiene anexo el Palau de Congressos de Catalunya, con capacidad para 3.000 personas, además de una zona de jardines, que también incluyen piscinas exteriores y un spa. Todo ello es propiedad de Barcelona Project’s, que tiene unos derechos de concesión para operar sobre los terrenos donde se asientan todos estos activos.
Situado en la zona de Pedralbes, es un un oasis de tranquilidad dentro de la ciudad. Todo el complejo estaba cerrado desde la suspensión de sus operaciones, en el año 2020. En el momento de su cierre estaba operado por la cadena de hoteles de lujo Fairmont, del grupo Accor.
Meliá Hotels International y la propietaria del prestigioso hotel, Barcelona Project’s, junto a su principal inversor, Tyrus Capital, han anunciado un acuerdo a largo plazo por el cual Meliá asumirá la gestión del antiguo hotel Rey Juan Carlos, que se añadirá a su marca de lujo Gran Meliá bajo el nombre de “Miranda de Pedralbes”, como tributo al área residencial en que se emplaza.
Una reforma integral
Está previsto que el hotel de Gran Meliá, Miranda de Pedralbes y el Palau de Congressos de Catalunya reabran en los próximos meses, una vez que se hayan culminado las tareas de renovación y mejora de las habitaciones y zonas comunes, así como la incorporación de nuevas zonas de ocio y gastronomía (que incluirán un espectacular roof top con espléndidas vistas de la ciudad) y la optimización de las instalaciones, actuaciones previstas por la propiedad y la nueva operadora «para elevar la experiencia del cliente y maximizar la excelencia y sostenibilidad de la operación del hotel y el palacio de congresos».
El objetivo es crear un exclusivo resort-destino del más alto nivel que traslade al cliente una auténtica experiencia de ocio y estilo de vida sin salir de la ciudad.
El nuevo Gran Meliá potenciará la comunicación entre los espacios del hotel y los magníficos jardines románticos de la antigua Torre Melina, que se “integrarán” en el hotel llevando luz y vida a sus zonas comunes.
Aprovechando la gran piscina y zona de jardines, el hotel contará también con un concepto puntero de “pool club” en versión urbana. Además, tendrá un restaurante gastronómico de autor del máximo prestigio internacional, así como un exclusivo apa con una firma reconocida internacionalmente, y ofrecerá experiencias y ofertas lúdicas a lo largo de todo el día.
Respecto al Palacio de Congresos de Cataluña, un centro del máximo nivel con todos los requerimientos técnicos, reconocido con el Premio Nacional de Arquitectura en 2001, Meliá confía en posicionarlo «entre los mejores de Europa».
Con este potencial y con el nuevo enfoque de marca, el hotel tiene todos los elementos para convertirse en el mejor “resort urbano” de Barcelona, y uno de los mejores hoteles vacacionales del sur de Europa, según el CEO de Meliá, Gabriel Escarrer, quien explica que el proyecto de Meliá Hotels International es crear un auténtico “hotel-destino” para público de ocio y también para el viajero de negocio o de congresos que desee disfrutar al máximo de su estancia en un oasis urbano sobre la ciudad.
“Estamos muy satisfechos del acuerdo alcanzado con la propiedad del hotel y con Tyrus Capital, con el que mantenemos desde hace años una estrecha relación», señala. “Queremos agradecer también al Ayuntamiento de Barcelona la voluntad demostrada para recuperar un activo turístico clave para la ciudad, que bajo la gestión de nuestro grupo y con el prestigio de una marca como Gran Meliá, podrá seguir contribuyendo a la creación de valor y rentabilidad social y económica en el destino”.