El estudio de diseño Carlos Martínez Interiors ha transformado este hotel boutique marroquí de 40 habitaciones en un establecimiento sostenible con una fuerte identidad mediterránea, donde predomina el uso de materiales naturales y elementos artesanales.
El Villablanca Urban Hotel, en Casablanca (Marruecos), se transformado con su primera remodelación a cargo del estudio de diseño Carlos Martínez interiors
Ubicado en el distrito de Ain Diab, en la Corniche de Casablanca, Villa Blanca Urban Hotel un establecimiento boutique de 40 habitaciones con vista al mar, al que el estudio de interiorismo ha dotado de un nuevo concepto, con nuevas circulaciones, materiales y elementos decorativos en la planta baja con una estética habanera y mediterránea.
El reto del estudio era transformar los diferentes espacios en un hotel sostenible con una marcada identidad mediterránea. Para conseguirlo, ha optado por la abundancia de luz, los elementos de artesanía y los materiales naturales, creando un diseño interior sugerente y fresco.
Con cerca de 1.060 metros cuadrados, en la planta baja del hotel se encuentran las zonas comunes: la recepción y la zona de restauración, el Sky bar, con tres ambientes diferenciados, que incluyen un restaurante mediterráneo, otro japonés y un club lounge.
En este espacio La Habana se encuentra con Casablanca. La disposición de los elementos de esta planta favorece el encuentro entre huéspedes, vecinos y la propia ciudad.
La fluidez de los espacios se logra con un estudiado pavimento de madera verdejo. Asimismo, el hilo conductor del hotel es la atmósfera habanera en el lobby. Aquí, revestimientos de madera lacada en blanco cubren las paredes con estanterías con decoraciones exóticas, combinando con los techos retroiluminados de enea.
Tanto en los elementos comunes como en las estancias, se han priorizado los materiales naturales, como las telas de Naturtex y la madera de roble, y es protagonista la iluminación indirecta, tanto de Led como de lámparas diseñadas a medida por el propio estudio de diseño.
También se aprecian zonas de descanso y espera, adornadas con plantas naturales.
Sky bar: restauración urbano de inspiración mediterránea
Este espacio, inspirado en la cultura mediterránea, se compone de dos salas contiguas, pero diseñadas con dos ambientes totalmente diferenciados.
Por un lado, un restaurante con un diseño transgresor que ofrece al comensal un entorno distendido, animado y creativo, donde el protagonista es la gastronomía local y mediterránea; un espacio sensorial, pero a la vez con guiños industriales en todo su conjunto.
Así, se aprecian instalaciones vistas, gigantes ventiladores en las paredes, revestidas con ladrillos, y la barra central realizada con un sobre de mármol blanco, con un frontal realizado de medias cañas de hierro pintadas en verde y unidas entre ellas con varillas de latón.
La cocina vista se sitúa entre las dos atmósferas creadas para facilitar las circulaciones de los camareros; y en ella el protagonista es el grill.
Por otro lado, un restaurante japonés en el que predomina la potencia visual de la barra de sushi, unas curvas que se despliegan durante un tramo vestido de listones de madera de roble natural retroiluminado y que se encuentra con un mural de grandes dimensiones de espejo plata despiezado en el techo.
En su zona central se sitúa una isla de sofás semicirculares tapizados en polipiel de color rojo carmín que aportan carácter al espacio y que contribuyen a distribuir el local, para sus circulaciones y para poder ganar el máximo aforo.
Por su parte, las paredes estucadas con colores marinos y mediterráneos están protegidas con unas celosías de formas geométricas.
Además, el espacio dispone de un pequeño privado, una zona exclusiva, ya que se encuentra colindando con la sala y con la zona de lounge club, justo enfrente se sitúa la zona de DJ.
El club lounge
En cuanto a la zona del club, reformada por el estudio en 2021, aporta una estética selvática donde el usuario puede, además de cenar, tomarse una copa o bailar.
En este espacio, las paredes de listones de madera y espejos cóncavos dan una visión amplia de cada punto del local.
Las barras se visten aquí de azulejos hexagonales cobrizos, y sus traseras con armarios repletos de botellería «apresada» en jaulas de deployeé.
En este espacio se combinan dos tipos de lámparas: una de ellas diseñada por el propio estudio y la otra de Bover, todas (junto a la retroiluminación del espacio) domotizadas y que cambian al ritmo de la música.
En lo que respecta a la zona de baños y aseos, se compone de arrimaderos de madera de roble teñida, con pavimentos despiezados de mármol y paredes vestidas con papeles decorativos de Arte Wallpaper, estampados con motivos selváticos. La iluminación indirecta ofrece un espacio más relajado.
Como dato curioso, en el recibidor de los baños se han colocado unas taquillas personalizadas en forma de celosía de madera de roble teñida donde los clientes VIP pueden almacenar sus puros y licores.