El mercado de eventos (Mice) se encuentra en buena forma, ha superado la pandemia y se reafirma como recurso de marketing en estos tiempos, revela el informe anual sobre el sector que realiza Eventoplus.
A pesar de que muchos lo señalaban como una víctima duradera de la pandemia, el estudio señala una vuelta a la normalidad muy positiva para el sector de eventos.
En concreto, destaca «una recuperación asombrosa» del sector en 2022, ya que el 63% de las agencias volvieron a su actividad prepandemia. No se observan secuelas significativas y los grandes eventos, como ISE (60.000 asistentes) y MWC (88.000 asistentes), han sido un éxito en el inicio de 2023, indicando una recuperación total del sector y un efecto de sustitución por formatos virtuales casi anecdótico.
Las empresas prevén un aumento del 5% en sus presupuestos de eventos en 2023, lo que supone un crecimiento significativo, aunque queda por ver si será neto, ya que el nivel de inflación sigue siendo un desafío para el sector. Las agencias son aún más optimistas, con una previsión de crecimiento de actividad del 14%.
El informe también señala los desafíos a los que se enfrenta el sector, como la inflación y la búsqueda y retención de talento. Según el mismo, el 45% de los proveedores afirma que la inflación no se puede repercutir en los precios, lo que lleva a una erosión de los márgenes. Además, el 66% de los proveedores tiene dificultades para reclutar personal, y el 38% tiene problemas para encontrar freelances.
Los nuevos objetivos de los eventos
¿Qué objetivos están en alza para los eventos? Encabeza la lista el hecho de “crear / consolidar relaciones” (para 48% de las agencias), “cuidar de los empleados / asistentes” (48%), e “impresionar, transmitir fuerza” (36%), seguido del hecho de generar contenidos (35%).
Los dos primeros puntos son los claros ganadores de este estudio: los eventos son ahora una herramienta de relación, de contacto humano, más que de pura comunicación. Un cambio lógico en un entorno donde confluyen la fragilidad mental, la necesidad de retener a empleados de incierta motivación, la carencia de contacto humano durante la pandemia, el teletrabajo….
Los eventos son ahora una herramienta de relación, de contacto humano, más que de pura comunicación
Por último, el informe de Eventoplus destaca una tendencia a la especialización de los eventos, con formatos más pequeños que permiten interactuar, escuchar y cuidar a los asistentes.
Sin embargo, hay excepciones: los grandes eventos donde confluye todo un sector (congreso médico, o evento tecnológico como el MWC) tienen más sentido que nunca. Y otro tipo de evento donde se busca transmitir poderío, energía, entusiasmo, son los eventos internos donde el hecho de congregar a toda su plantilla desconectada por el teletrabajo y con dudas sobre el futuro, funciona bien.
Los eventos externos son los que se vuelven más pequeños, con una fiebre actual por los road shows, espacios pop up, back-to-back, que permiten ver a mucha gente troceando el evento en experiencias en pequeños grupos.
Se trata de «crear entornos en los que los asistentes impulsen sus propias experiencias: las agendas son fluidas, el contenido es más breve, las horas de inicio son más tardías, los descansos más frecuentes, los almuerzos más prolongados, con oportunidades para establecer contactos que permitan experiencias autodirigidas», explican desde Eventoplus.
En todo caso, los eventos, antes amenazados durante la pandemia, viven un momento dulce, y se ven como más estratégicos que nunca por marcas que necesitan conectar con sus clientes, empleados o influencers.