Los españoles han gastado más de 13.000 millones de euros en bares y restaurantes hasta abril, un 20% más que en el mismo periodo del año anterior. No obstante, el sector debe prepararse para una posible ralentización en los próximos meses a medida que la inflación en el retail se vaya moderando y no así el crecimiento de precios de la restauración.
Los consumidores gastaron algo más de 13.000 millones de euros en los 4 primeros meses de 2023 en el sector foodservice (que abarca la restauración comercial y otros canales como el vending, las tiendas de conveniencia o la comida caliente del supermercado).
Este gasto ha sido un 20% superior al del primer cuatrimestre del año anterior (periodo enero- abril 2022), revela el panel de consumidores Crest de Circana (antes Iri y The NPD Group).
Sin embargo, aunque la restauración en España se ha recuperado más rápidamente que en otros países europeos, los analistas advierten a los profesionales del sector sobre una posible ralentización del crecimiento en los próximos meses, a medida que la inflación en el retail se vaya moderando pero no así el crecimiento de precios en Restauración, «lo que podría afectar a la percepción que hoy tiene del consumidor del coste que supone comer dentro o fuera de casa«.
«La inflación experimentada en los precios de restauración (7,6%) ha sido inferior a la del retail de alimentos y bebidas (superior al 15%) durante los últimos meses», explica Edurne Uranga, directora de Foodservice Europa de Circana.
«A costa de sus propios márgenes, restaurantes y bares han estado haciendo un tremendo esfuerzo por minimizar el impacto de la inflación en el precio final pagado por los comensales, permitiendo así reducir el diferencial de precio existente entre salir a comer fuera o cocinar en casa».
«A costa de sus propios márgenes, restaurantes y bares han estado haciendo un tremendo esfuerzo por minimizar el impacto de la inflación en el precio final pagado por los comensales, permitiendo así reducir el diferencial de precio existente entre salir a comer fuera o cocinar en casa».
«Sin embargo, si, como se ha visto en abril, la inflación en retail disminuye pero la de restauración se mantiene, la percepción por parte del consumidor del diferencial de precios y de sus respectivas subidas puede verse afectada y en algunos casos podríamos empezar a observar que el gasto fuera del hogar pueda empezar a convertirse en un gasto discrecional», señala Uranga
Ante esta situación, «la industria de restauración deberá trabajar proactivamente para gestionar estas percepciones de los consumidores sobre los futuros aumentos de precios y justificar el valor de su experiencia gastronómica».
Optimismo ante el verano, pero hay que entender al consumidor
A pesar de estos desafíos, los consumidores españoles muestran optimismo antes del verano: el 83% creyendo que su situación económica personal será al menos igual o mejor en los próximos seis meses.
Esto es una señal positiva para el sector y permite a Circana pronosticar un crecimiento moderado en las visitas y el gasto en restauración durante el verano, con un aumento estimado del 3% al 6% en comparación con el verano de 2022.
Para satisfacer las demandas de los consumidores, es importante que los restaurantes comprendan en profundidad lo que los consumidores desean cuando salen a comer.
Por ejemplo, la creciente demanda comidas veganas, vegetarianas y bajas en grasa y/o en azúcar provoca que más de un tercio de los consumidores españoles (el 36%) afirme preferir locales que puedan satisfacer las necesidades de todos los miembros de su grupo, con opciones de menú más amplias.
Los consumidores españoles también son más propensos que los europeos (un 20% más de personas) a preferir restaurantes que brinden experiencias memorables, con excelente comida, música y ambiente en general.
Otros aspectos destacados del análisis de Circana son:
• Las ocasiones de consumo vía take away (comida para llevar) y delivery (a domicilio) continúan superando los niveles previos a la pandemia. Sin embargo, a pesar del fuerte desarrollo, la parte de ‘comer en casa’ de estos dos canales sigue siendo una parte más pequeña en comparación con el resto de Europa. En España, un 13% de lo que se gasta en foodservice es para comer en el hogar, mientras que en Europa representa el 17% del gasto total, lo que muestra que a los españoles les gustan (y mucho) salir a bares y restaurantes
• El mercado general de take away (comida y bebida para llevar) y delivery, incluidaa no solo las entregas a domicilio sino también para consumo en el lugar de trabajo, on the go (en la calle), etc, representó el 32% del gasto total en foodservice en el último año, es decir, unos 12.900 millones de euros
Los consumidores españoles continúan encontrando formas de mitigar el impacto de la inflación en el coste final de su ticket: piden menos entrantes, postres y/o bebidas y cambian a platos más baratos, pero nodejan de acudir a bares y restaurantes
• Los 3.600 millones de euros gastados en bares y restaurantes sólo en el mes de abril, el gasto mensual más alto del último año, muestra las ganas de los españoles de socializar con amigos y familiares, incluso cuando la inflación en retail muestra signos de alivio.
• Los bares de tapas muestran un crecimiento especialmente fuerte y ya captan el 13,9% de la cuota de mercado de restauración (por número de visitas, unos 403 millones de euros gastados).
• Los consumidores españoles continúan encontrando formas de mitigar el impacto de la inflación en el coste final de su ticket: piden menos entrantes, postres y/o bebidas y cambian a platos más baratos, pero nodejan de acudir a bares y restaurantes.