El turismo de alta gama avanza a buen ritmo en España: en los últimos 6 años ha aumentado sus ingresos entre un 5% y un 8% anual, duplicando la tasa del turismo tradicional. Detrás de este crecimiento están tendencias en auge como el llamado “lujo silencioso”, el residente intermitente o el turismo sostenible.
Son datos del estudio ‘Perspectivas sobre turismo de alta gama en España’ elaborado, por McKinsey para Círculo Fortuny, la asociación española del sector de la alta gama y la excelencia, y que se presentó recientemente en el Fortuny Talk celebrado en Málaga.
Según el mismo, el turismo de alta gama representó en 2022 un impacto económico de más de 20.000 millones de euros, una contribución cerca de 1.9% del PIB total de España. Y el número de viajeros creció un 20% entre 2015 y 2022, hasta alcanzar los 6 millones de turistas de alto impacto el año pasado.
Varias razones explican el crecimiento sostenido de este turismo desde 2015, empezando por el aumento de los hoteles de lujo: de 2015 a 2022 los establecimientos de cinco estrellas aumentaron un 27%. El despegue del ocio tras la pandemia y el incremento de flujos de turismo de alta gama contribuyen a la fortaleza del sector.
El análisis de McKinsey destaca cómo el viajero de alta gama genera más valor que el turista clásico. Concretamente en España, el impacto del primero sobre la cultura, las compras y el ocio multiplica por cinco el peso del viajero tradicional.
El efecto en el gasto sobre la gastronomía multiplica a su vez por cuatro el desembolso del turismo de masas, por tres el gasto en alojamientos y transporte, y por dos la inversión en el sector inmobiliario.
Los ejes del aumento del turismo de alta gama
- El residente inminente, especialmente del norte de Europa, de alto poder adquisitivo, genera un círculo virtuoso de gasto en otros sectores como la gastronomía, la cultura o el ocio.
En 2022 los turistas británicos ocuparon el primer puesto en cuanto a origen de los visitantes con el 21,1% del total, cifras ligeramente por debajo de 2019. «Captar al turista británico de alto impacto es una tarea pendiente tras la consiguiente eliminación del tax free, poder comprar libre de impuestos, lo que lleva al turista británico a desplazarse a otros mercados donde sí se beneficia de la devolución del IVA», señala el estudio. Sin embargo, en 2022 Madrid se posicionó por detrás de París y Milán en cuanto al nicho turístico del Reino Unido.
- Turismo sostenible: finalizadas las restricciones por la pandemia, un 74% de los viajeros de lujo afirma estar dispuesto a pagar más por experiencias turísticas más sostenibles. Y un detalle revelador: casi ocho de cada diez (78%) de los viajeros de alta gama tienen más probabilidades de elegir un alojamiento si este cuenta con prácticas sostenibles.
- Lujo silencioso: es el turismo de alta gama no ostentoso; las búsquedas de esta oferta en Google se han disparado un 614%.
En este sentido, las reservas en alojamientos independientes sin marca de valor cuyo coste supera los 1.000 euros por noche crecieron en España un 60%, según Airbnb.
Un tipo de turismo que contribuye a generar riqueza en destinos únicos, al estar deslocalizado de los centros urbanos, y que está muy vinculado a la naturaleza y a buscar experiencias singulares y auténticas.
- Wellness: el 40% de los viajeros de lujo han realizado alguna reserva en los últimos 5 años relacionados con el bienestar y con el cuidado físico y mental. Las experiencias personalizadas también se disparan, con un 51% de los clientes de largo recorrido que declaran perseguir experiencias “auténticas” en sus viajes.
- Bleisure: cobra importancia la tendencia “bleisure”o “bluxury”, que consiste en dedicar una parte del viaje de negocios al disfrute personal. El cada vez mayor peso de los turistas millennials y de los nómadas digitales influye en esta modalidad.
Málaga, un caso de éxito
Por territorios, el estudio para Círculo Fortuny destaca cómo hasta 2022, el crecimiento regional en Andalucía, Baleares o Canarias impulsó al alza los visitantes de lujo en España, además del ‘efecto Madrid’ y el reimpulso de Barcelona.
Málaga es un caso de éxito: es la cuarta provincia en apertura de hoteles y alojamientos turísticos en España en 2022, y la provincia andaluza con más estrellas Michelín. Recuperó el turismo de lujo registrado a niveles de 2019, manteniendo al Reino Unido como primer emisor de turistas (el 16%), y cada vez más atrae a turistas de largo recorrido, siendo en la actualidad los estadounidenses los que más gastan en la ciudad (225 €/ día).
Para el turismo de alto impacto es vital la conjunción entre el patrimonio cultural y artístico, la oferta de ocio, hotelera y hostelera, la de compras de lujo, la conectividad aérea y la red de transportes, y Málaga reúne muchos de estos requisitos, además de ser una de las grandes sedes internacionales del sector de cruceros de lujo .
«Málaga es un ejemplo de éxito, de cómo una buena gestión por parte de la administración puede transformar una ciudad», señala Xandra Falcó, presidenta de Círculo Fortuny. «Málaga es hoy un icono de la cultura con grandes museos internacionales donde han aterrizado importantes cadenas hoteleras internacionales y que están dinamizando el turismo de alto impacto».
«España está en el buen camino, se espera que el turista de alta gama se doble en los próximos años, por lo que debemos seguir trabajando en mejorar la conectividad, la agilización de visados y la promoción del destino en origen para hacernos con parte de esa tarta del mercado”, añade.
Málaga es un caso de éxito: es la cuarta provincia en apertura de hoteles y alojamientos turísticos en España en 2022, y la provincia andaluza con más estrellas Michelín
Para Carlos Sánchez Altable, socio de McKinsey, «España cuenta con un gran potencial para el desarrollo del turismo de alta gama, incrementando hasta por cinco los ingresos económicos frente al turismo tradicional. En los últimos años, la entrada de capital y marcas líderes internacionales han tenido un papel fundamental en el crecimiento y tracción de turismo de alto impacto, creando diversos movimientos ascendentes hacia nuevas regiones, entre las que está Málaga».
Por su parte, Juan Núñez Insausti, CEO de Puerto Banús, “los puertos deportivos tienen un rol relevante en el turismo de alto impacto y España tiene un gran potencial de crecimiento en este sentido. En nuestro país hay unas 270 embarcaciones por km de costa, cuando en Italia hay alrededor de 800. Esta diferencia se debe a tres razones. La primera es que la náutica tiene una cierta estigmatización En segundo lugar, la imposición fiscal, que en España llega al 38%. Y, por último, se tarda entre 3 y 5 años en poner la primera piedra de una infraestructura portuaria por la gran dependencia de las administraciones públicas”.
Finalmente, Rene Zimmer, Managing Director de Finca Cortesin Hotels & Resorts, explica que la preocupación de los establecimientos hoteleros es encontrar nuevo talento, «porque sin él no se puede dar un servicio de calidad ni alcanzar la sofisticación y el detalle que perseguimos. Es necesario colaborar con autoridades y escuelas de hostelería e invertir en formación para crear la pasión de trabajar en este sector».