El restaurante Kricky Pelton aterrizaba hace varios meses en la capital como embajador de la comida texana. A las auténticas burgers se suman entrantes como las alitas de pollo o los aros de cebolla y el toque dulce de los pancakes, todo en un ambiente minimalista.
Los amantes de la gastronomía estadounidense tienen una nueva dirección en Madrid, en la calle Modesto Lafuente, nº 61. Allí se ubica Kricky Pelton,, donde pueden disfrutar de una experiencia única: la auténtica comida casera texana.
Una propuesta genuina, fresca y urbana, que ha llegado a la capital de la mano de Jota Navasqüés, cantante de Mirrors Frequency, inició su andadura en el mundo de la gastronomía como jefe de cocina de El Escondite los fines de semana a su llegada a España. Hoy recupera aquí la cocina de su madre y de su abuela (quienes de hecho dan nombre al proyecto) reinterpretando desde su propia óptica los platos que han marcado su memoria gastronómica.
Kricky Pelton quiere llevar sus burgers más allá del delivery y el take away, y las sirve también en su local minimalista, diseñado por Plantea Estudio, donde se combinan materiales como el cuero, la madera de castaño y el acero para crear un ambiente acogedor, jugando con luces y sombras y con una variedad de tonalidades en acabados de arcilla y madera.
Con influencias del estilo Club, este nuevo restaurante madrileño es perfecto para disfrutar de los pequeños placeres, como saborear una hamburguesa acompañada de un buen vino o disfrutar de un auténtico pancake americano con abundante mantequilla.
Comida texana «de verdad»
Inspirado en los recuerdos culinarios de la infancia de Jota, Kricky Pelton ofrece una selección auténticade la gastronomía norteamericana. La estrella de la carta son las hamburguesas, entre las que destaca el Uncle Jota’s, una suculenta creación de 85 gramos de carne acompañada de bacon y cebolla caramelizada, cheddar fundido, ensalada Roma, pepinillos y pan bañado en la salsa especial de la casa.
Otro best-seller es la Smash Flash, una clásica «Slider» de 50 gramos de carne con queso cheddar, kétchup, mostaza y pepinillo agridulce, una opción rápida y fácil de comer.
También los entrantes de Kricky Pelton son dignos de mención, como las patatas fritas Crunchy Classic, al más puro estilo yankee, y los aperitivos texanos tradicionales. Destacan los aros de cebolla Golden Dallas con panko especiado y salsa sureña de miel y mostaza, los fingers de pollo Dallas Cowboys con salsa texana de BBQ, y las alitas Texas Rangers pinceladas, bañadas y flambeadas con salsa texana de BBQ.
Los amantes de los postres no pueden perderse los auténticos pancakes al estilo americano, presentados en dos versiones, con sirope casero de arce y una bola de helado de nata, o con Nutella y helado de nata.
Tanto en las opciones saladas como en las dulces, las salsas caseras son el sello distintivo de la marca, transportando a los comensales desde el centro de Madrid hasta Texas en cada elaboración.
La oferta gastronómica se completa con una cuidada selección de vinos de mínima intervención, frescos y que armonizan perfectamente con los platos sólidos. La carta de vinos cuenta con una base de seis referencias seleccionadas por la distribuidora Cuvée 3000, que van rotando y se pueden complementar con otras etiquetas,