Trocadero Commodore abre sus puertas en el local que ocupara el icónico restaurante madrileño Mayte Commodore, con la promesa de ofrecer a madrileños y visitantes una experiencia gastronómica nueva, con sabor a mar y cocina ininterrumpida hasta medianoche.
Tras su última apertura en Málaga, el principal grupo de restauración de la Costa del Sol, Trocadero, ha inaugurado en Madrid el que es ya décimo establecimiento, Trocadero Commodore, el primero en la capital española.
El nombre «Commodore» hace referencia a quienes fueran los primeros dueños del local, situado en el en el número 5 de la plaza de la República Argentina de Madrid. «Nos hace ilusión continuar con la tradición, además de ser una buena oportunidad para darle ese apellido a Trocadero Commodore que tanta gente reconoce y sitúa», señala Jorge Hernández-Gil, director general del Grupo Trocadero.
La elección de Madrid no sólo obedece a la necesidad de tener un espacio icónico, sino que también representa un regreso a las raíces. Dioni, el fundador del Grupo Trocadero, inició su carrera empresarial en la capital, abriendo bares de copas, cafeterías y restaurantes. Además, muchos de sus amigos y familiares son originarios de Madrid. «En el fondo, es una vuelta a casa», señala Jorge Hernández-Gil.
Trocadero Commodore, dirigido por Bárbara Pérez Manzarbeitia y Luis Sartorious, conserva el espíritu relajado y alegre de los chiringuitos de la Costa del Sol ofreciendo un servicio cercano y una propuesta gastronómica basada fundamentalmente en los productos del mar.
La carta sigue el formato que ha hecho famoso al grupo, destacando pescados, arroces y carnes, además de una sección «japo» con barra de sushi. Además, se incorporarán nuevos platos con guiños a la cocina madrileña y a la propia Mayte Commodore, la hostelera que logró reunir a lo más granado de la sociedad madrileña en su local en el tardofranquismo y que dejó dejó emblemáticas recetas.
En cuanto a la decoración, Trocadero Commodore luce un look internacional creado por el estudio Lucas y Hernández Gil, en lugar de las claras influencias africanas que caracterizan a otros locales del grupo en la Costa del Sol. En este caso se han elegido materiales nobles como madera, piedra, latón y telas, combinados con un cuidado paisajismo y obra gráfica, para que la marca Trocadero sea fácilmente reconocible.
El restaurante se distribuye en dos plantas con múltiples áreas, que incluyen salones principales, terrazas en la calles Serrano y Joaquín Costa, zonas de sofás con su propia barra y una variada oferta para disfrutar en la planta calle, con terrazas, una barra principal y zonas de mesas altas.
El restaurante abre a diario hasta las dos de la madrugada, con cocina ininterrumpida hasta medianoche, y hace una gran apuesta por la coctelería, retomando el ambiente nocturno que caracterizaba al primer Mayte Commodore.
Trocadero Commodore llega a Madrid con la promesa de ofrecer a los madrileños y visitantes una experiencia gastronómica fresca, pero al tiempo manteniendo la esencia que caracteriza al Grupo Trocadero en toda España.
Con la meta de alcanzar una plantilla de 900 empleados y una facturación de 30 millones de euros al cierre del año, el Grupo Trocadero ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años. Su expansión ha sido notable, con recientes aperturas en Tarifa y Málaga durante el pasado verano, a las que ahora se suma la del local de Madrid.