Floren Domezain, conocido como «el rey de las verduras», se une al Grupo La Fábrica en nuevo restaurante ubicado en la madrileña calle Génova cuya cocina muestra el amor incondicional del chef navarro por el campo.
El chef Floren Domezain, conocido por su excepcional manejo de verduras y hortalizas que cultiva en Tudela, regresa a la escena culinaria de la capital de la mano del Grupo La Fábrica, con el nuevo restaurante El Huerto de Floren Domezain, situado en el número 21 de la calle Génova.
Después de haber cerrado su restaurante en Madrid por la pandemia, Domezain se ha unido al Grupo La Fábrica, con más de 30 años de experiencia en la hostelería madrileña. para crear un espacio único.
La cocina del restaurante refleja su conexión con la naturaleza, llevando a las verduras a la altura de los grandes productos y haciéndolas protagonistas de platos estrella como el «Tomate antiguo de Floren» o lo que el chef llama «el solomillo de la huerta», dedicado a la borraja.
Además, El Huerto de Floren Domezain ofrece una amplia variedad de platos principales, desde clásicos como el bacalao al pil pil con piperrada hasta un buen chuletón, sin olvidar los arroces elaborados a la brasa.
Un cálido interiorismo a cargo de Pablo Baruc
El diseño interior, a cargo de Pablo Baruc, se inspira en la riqueza gastronómica de Navarra, enfocándose en la autenticidad de los productos locales y el cuidado de su diversidad.
Al acceder al restaurante, los comensales son recibidos en una terraza rodeada de vegetación y equipada con mobiliario de fibra de vidrio y asientos tapizados, resguardada por una marquesina que destaca en la calle Génova.
Una impresionante carpintería metálica crea un espacio semiabierto que amplía la sensación de la terraza hacia el interior, donde destaca un gran jardín de lechugas frescas junto a una chimenea de acero. Un gran mueble repleto de producto recibe a los clientes, rodeado de verduras de temporada.
Frente a la barra se disfrutar de la visión de un gran espacio de doble altura, desde unos sinuosos bancos tallados en microcemento, acomodados por cojines de telas de hilo trenzado en tonos naturales.
La calidez se transmite en los tonos de las piedras, de la madera, telas y la propia luz, indirecta, gracias a las lámparas de pie, sobremesa y apliques con pantallas de lino.
El recorrido hacia el interior pasea por delante de una cocina en torno a los fuegos y horno, en un ambiente paredes texturizadas y negras entre las que resalta el gran retrato de Floren y escaleras que llevan al privilegiado altillo y al sótano.
Al final se llega a la gran sala entorno al producto estrella, las verduras, con una gran mueble con algo más de 5 metros lineales en varias alturas de lechugas verdes se distribuyen unas mesas que combinan entre la madera y el mantel. Por todo el espacio se reparten elementos artesanales cerámicos diseñados en exclusividad para el restaurante.
No podía haber mejor entorno para el rey de las verduras, lleva mas de 20 años trabajándolas en su propio huerto, donde controla desde la semilla hasta su paso por la cocina. No solo las verduras que cultiva son utilizadas para sus proyectos, sino que es uno de los principales proveedores de grandes restaurantes de toda España.
Desde su nueva casa en Madrid, Domezain vuelve a hacer valer su cocina, una experiencia gastronómica que recuerda a las recteas caseras de toda la vida, a las que da su propio toque personal.