Exceltur ha presentado el análisis del impacto que tendría la reducción de jornada laboral en las empresas turísticas, y sus conclusiones son claras: la reducción de la jornada máxima legal de 40 a 37,5 horas supondría «una iniciativa notablemente lesiva» para las empresas del sector.

Es la principal conclusión que se extrae del estudio de la agrupación de empresarios turísticos Exceltur sobre el impacto que supondría la reducción de la jornada máxima legal de 40 a 37,5 horas en las empresas turísticas, a partir de los datos oficiales del mercado de trabajo español relativos al año 2023. Estas serían las principales consecuencias:

• Un coste total anual de 2.348 millones de euros para las empresas de los distintos subsectores de actividad turística, al tener que suplir las horas reducidas en las posiciones donde no es posible compensarlas por un uso más eficiente del tiempo de trabajo (ganancias en productividad).
Desde Exceltur explican que este coste está calculado bajo el supuesto de que las empresas pudieran encontrar trabajadores formados para complementar las horas reducidas y de que esas empresas tienen el tamaño suficiente para adaptar y gestionar con flexibilidad sus turnos; algo muy difícil de garantizar cuando el 93,9% de las empresas turísticas en España son micropymes,
«De no ser así, las empresas se verían abocadas a reducir sus horarios, bajar la prestación de servicios y, en consecuencia, disminuir sus ventas, lo que generaría un coste mayor del calculado», afirman.

• Un incremento medio del 4,9% de los costes laborales totales de las empresas turísticas y una reducción media del 8,1% de sus beneficios anuales (excedente bruto de explotación).

• Un mayor impacto sobre las pequeñas y medianas empresas y los sectores de la restauración y el transporte de pasajeros por carretera, por su mayor intensidad en el uso de capital humano y la menor capacidad de anticipación y ajuste de la medida, a través de la gestión de los turnos de su personal.

• Una reducción de 5,7 millones de horas semanales de los trabajadores asalariados, lo que sumaría 294,6 millones de horas al año, de las cuales el 75,4% de las mismas se producen en posiciones en las que no se pueden compensar por un uso más eficiente del tiempo de trabajo.

«Los negativos efectos que tendría la reducción de la jornada máxima legal de 40 a 37,5 horas sobre las empresas turísticas desaconsejan su implementación«, señalan desde Exceltur.

A juicio de los empresarios, sería más oportuno avanzar en medidas que favorezcan la flexibilidad de las jornadas para un mejor uso del tiempo efectivo de trabajo, a la vez que la inversión empresarial en la mejora de producto, como la mejor vía para incrementar la productividad de los trabajadores y sus condiciones salariales.