El restaurante Skina, fundado por el sumiller y empresario asturiano Marcos Granda, celebra su 20 aniversario con una reformulación completa y una nueva ubicación en la Milla de Oro de Marbella, con el objetivo de lograr la tercera estrella.
Skina, el primer restaurante que el sumiller y empresario asturiano Marcos Granda fundó en Marbella hace 20 años, celebra su aniversario con una reformulación y nueva ubicación.
Su objetivo es lograr un establecimiento que sea la suma de su vasta experiencia como camarero y sumiller, buscando la excelencia en el servicio, es decir, la hospitalidad elevada al máximo.
Tras dos décadas en el casco viejo de Marbella, en la esquina que le ha dado nombre, Skina, que cuenta dos estrellas Michelin se ha mudado a la milla de oro de la localidad, a una casa estilo cortijo en el número 7 de la calle Cánovas del Castillo, y Granda asume su mayor reto hasta la fecha.
Nueva ubicación y nuevo concepto
No se trata sólo de un cambio de lugar, el nuevo Skina quiere revolucionar el panorama gastronómico actual, y llevar un paso más allá la hospitalidad y atención al cliente.
El arquitecto Juan Antonio Serra y el estudio de interiorismo Yolanda Meneses han llevado a cabo los deseos de Granda transformando el inmueble bajo su idea de confort, servicios y lujo.
En esta nueva aventura Marcos Granda cuenta con su equipo, el que le acompaña desde hace muchos años: Jesús Urda, en sala desde hace más de una década, y Mario Cachinero, jefe de cocina desde hace siete años.
Cachinero contribuyó no solo a revalidar la primera estrella, obtenida en diciembre de 2008, sino también a alcanzar, 11 años después, la segunda, en 2019, y conservar ambas, además de los dos soles Repsol. En diciembre de 2021 fue distinguido por la Guía Michelin España y Portugal 2022 con el Young Chef Award.
En lo que respecta a la cocina, la identidad andaluza de Skina no va a cambiar: seguirá siendo una cocina muy reconocible, basada en el recetario tradicional pero puesta al día con la técnica y creatividad del equipo de cocina, con el mejor producto y con la mirada puesta en una experiencia perfecta para todos los sentidos. Granda busca la tercera estrella, pero «sin ninguna obsesión», señala.
En el nuevo Skina la bodega tiene un papel destacado, porque es el lugar en el que Marcos Granda reúne la colección que ha atesorado durante años y que comparte con sus clientes, y en la que se verá su gusto por los champagnes y vinos franceses, entre otras referencias.
En la bodega se van a realizar, además, diferentes experiencias, y hay un champagne bar para 29 personas.
Una experiencia única
El nuevo Skina cuenta con diferentes espacios, tanto para el interior como el exterior y dispone de una capacidad para 18 personas en sala y un privado para 12. A ello se le suma la oferta aparte de la terraza del espacio gastronómico, con capacidad para 29 personas en el champagne bar.
El primer pase tiene lugar en la bodega, donde el cliente sentira que está ante una experiencia «revolucionaria». El segundo, el de los snacks, sucederá en una mesa central, en la cocina, y en el salón continuará la experiencia del menú como tal.
Cada aspecto y cada detalle están estudiados al máximo: la confortabilidad, la luz, el sonido y muchos otros factores, con el objetivo de crear una experiencia inolvidable para el comensal.