La empresa española de delivery Glovo ha anunciado un cambio de modelo laboral, pasando de operar con una flota de repartidores freelances a una flota de asalariados, tal y como establece la normativa laboral vigente.
Glovo acumula en los últimos años más de 260 millones de euros en multas de la Inspección por su modelo de repartidores freelance o falsos autónomos, desafiando a la actual Ley Rider y a la directiva europea
La compañía ha anunciado en un comunicado que la decisión de pasar de trabajadores freelances a contratados responde a la voluntad de «mantener firme su compromiso con España, donde nació en el año 2015.
La medida afecta a los 15.000 repartidores o riders que actualmente colaboran con la plataforma en 900 ciudades españolas, aunque podrían ser muchos si se contabilizan los que han trabajado para la plataforma en los últimos años. El hecho de que pasen a ser contratados se produce como «parte del firme compromiso con España y con el impulso de la economía digital en el país», señala Glovo en un comunicado.
El cambio de modelo incluirá todas ciudades en las que Glovo está disponible, que actualmente superan las 900, y se aplicará a todas las verticales de la aplicación. El nuevo modelo «mantendrá en todo momento la experiencia de usuario y de los restaurantes y establecimientos que colaboran con la aplicación en todo el país», señala la empresa.
Glovo explica además que abrirá «una mesa de diálogo con los agentes sociales para dotar de todas las garantías al proceso y asegurar que el cambio de operativa se desarrolle con consenso».
El grupo Delivery Hero, dueño de Glovo desde 2022, ha explicado a su vez en un comunicado que la decisión de contratar a los freelances pretende “evitar más incertidumbres legales que conduzcan a un aumento de las contingencias”, y calcula que este cambio de modelo tendrá un impacto de 100 millones en el beneficio operativo (ebitda) de 2025.. De entrada, los mercados han castigado la decisión de Glovo con una caída de la acción del 10%.
Justo 24 horas después de que Glovo anunciara la regularización de sus repartidores, su fundador y consejero delegado, Oscar Pierre, comparecía ate la magistrada del juzgado de instrucción 31 de Barcelona como imputado por un delito contra los derechos de los trabajadores.
Pierre ha declarado que la regularización de las condiciones laborales de los repartidores de Glovo busca la paz social y evitar nuevas “discusiones” con la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social en las que se ha visto inmersa la compañía en los últimos años, y la ha desligado totalmente de la causa penal, afirmando que se trata de una coincidencia en el tiempo.
Just Eat anuncia demanda
La estrategia de trabajar con freelances también la han seguido otros competidores de Glovo, como Deliveroo, que abandonó España tras la aprobación de la ley Rider, o Uber Eats, que de momento no ha abandonado por completo el modelo.
El grupo Just Eat, que trabaja con repartidores contratados, ha anunciado una demanda a Glovo por competencia desleal, y le reclama una indemnización de 295 millones de euros por daños y perjuicios. La empresa calcula que Glovo ha ahorrado más de 645 millones de euros con sus autónomos en los últimos años, lo que supone «una importante ventaja competitiva».