Tras triunfar con sus restaurantes Roostiq en Madrid y Marbella, Zoilo Álvarez abre en la capital Roostiq Bar, una propuesta en que la prima el universo líquido, con una extensa carta de vinos y coctelería de autor, pero hay espacio para una cocina basada en productos de calidad y proximidad.
Roostiq Bar, el nuevo proyecto de Zoilo Álvarez, ha abierto sus puertas en el número 40 de la calle del Barquillo del madrileño barrio de Justicia, sumándose a sus «hermanos» Roostiq Madrid y Roostiq Marbella.
Con este nuevo espacio su fundador quiere rescatar el bar ‘de toda la vida’ o lo que él entiende como un bar: con una oferta de 700 referencias de vino, con especial representación de los borgoñas y los champanes, además de una sólida propuesta de coctelería centrada en los tequilas, mezcales y whiskies.
No falta una propuesta gastronómica con la filosofía de Roostiq centrada en producto de calidad y de proximidad.
«Queríamos un bar de los de siempre, de toda la vida: lo que nosotros entendemos como concepto de bar. Un espacio para todos, donde comer y beber en cualquier momento del día«, explica Zoilo Alvarez. «Un sitio donde disfrutar de la materia prima de calidad de nuestras fincas, manteniendo la forma de hacer que nos caracteriza en Roostiq, pero centrado en la parte líquida, con vinos como los de Borgoña, amplia variedad de champanes, y coctelería centrada en nuestros whiskies y tequilas”.
El interiorismo de Roostiq Bar ha sido desarrollado por Astet, que ha creado un entorno cosmopolita y sofisticado que combina elegancia, singularidad y accesibilidad, con una atmósfera alegre y dinámica.
Una carta de vinos con más de 700 referencias
La propuesta líquida de Roostiq Bar cuenta con 700 referencias y ha sido diseñada junto con el responsable de sumillería, Pablo Sánchez.
Además de los vinos favoritos de Álvarez, los borgoñas, tienen gran protagonismo los champanes, de los que también es un gran conocedor. No faltan referencias como Dom Pérignon, Krug o Moët & Chandon. A ellos se suman una amplia gama de vinos nacionales con proyectos especiales como una vertical de añadas de Vega Sicilia.
Apuesta por la coctelería
La coctelería es otro de los pilares de Roostiq Bar, que ofrece más de un centenar de elaboraciones, en las que se da especial valor a los tequilas, mezcales y whiskies, con más de 300 referencias de estos destilados.
En la carta, desde los clásicos como el Dry Martini o el Negroni, hasta las creaciones más innovadoras con espumas, infusiones y destilados exóticos como el Laidy Petite, el Tomate Basil Smash o el ETT, algunos elaborados con ingredientes de la huerta de Roostiq o varios tipos de destilados de agave.
El responsable de la coctelería es Gabriel Gónzalez, quien juega con proporciones, equilibrios y texturas, buscando la armonía perfecta. No pretende seguir recetas, sino «contar historias, evocar recuerdos y crear momentos inolvidables».
Una coctelería que además abraza la sostenibilidad y la experimentación con ingredientes frescos y de temporada, técnicas como la clarificación, y una fuerte apuesta por reducir el desperdicio.
Producto de calidad y proximidad
La cocina de Roostiq Bar comparte la filosofía de los otros Roostiq y se centra en la calidad del producto y su proximidad. Se surte de sus dos fincas de producción ecológica propias en Ávila, con huerta y ganadería, y ofrece una propuesta completamente novedosa, aunque se ofrecen algunos clásicos de la casa como sus famosos torreznos, su ensalada César o su emblemática tarta de queso.
La carta, diseñada por Zoilo y por David Blanco como responsable de I+D de Roostiq, se compone de nueve secciones. Una primera parte de entrantes y crudos e da paso a una selección de embutidos de bellota de cerdos propios, seguida por otra de verduras y huevos ecológicos.
Otros apartados son los de mariscos, carnes y pescados a la brasa y el de Bar Classics, la selección de clásicos infalibles de la casa. Mención aparte merece la sección de postres, que han sido diseñados por Raquel Álvarez y donde destaca la tarta de queso Roostiq, aunque hay nuevas incorporaciones como la milhoja de los lunes con merengue y crema pastelera; el bikini de torrija o la tarta de chocolate con crujiente de avellana.
Roostiq Bar abre de lunes a domingo, con un horario de cocina ininterrumpido de 13:15 a 00:00 y de barra hasta la 02:00h