La exitosa fórmula de gastronomía + espectáculo sigue protagonizando aperturas en la capital, como la de Despecho Madrid, que ofrece a los corazones rotos cena con música, sorpresas constantes y una fiesta que se alarga hasta las seis de la mañana… y todo en el mismo local.

Perfecto exponente de la creciente tendencia de eatertainment, Despecho Madrid (Hernani, 75) se presenta como el «nuevo punto de encuentro para los corazones rotos» en Madrid. Inspirado en los clubs de México y con un fuerte componente de cultura latina, su concepto gira en torno a la idea de superar las rupturas amorosas combinando comida, música y fiesta hasta las seis de la mañana.

Su fórmula es sencilla: cena con menú cerrado, buena música y una fiesta que empieza en el plato y continúa hasta el amanecer; todo en el mismo lugar, sin prisas ni interrupciones, en un ambiente de buena vibra y amenizado con pantallas que reproducen los vídeos musicales.

Cuatro menús cerrados

Para evitar complicaciones y agilizar la elección de platos, el comensal selecciona su menú en el momento de hacer la reserva. De este modo, desde su llegada no tiene que preocuparse de nada más que de disfrutar.

Despecho presenta una propuesta culinaria formada por cuatro menús cerrados, bajo la dirección de los chefs Joaquín Serrano y Jorge Velasco, a través de su consultora gastronómica Salvist. El restaurante trabaja con proveedores reconocidos como Cárnicas Lyo y bodegas como Gosset o Marqués de Murrieta.

Cada menú está diseñado para satisfacer una variedad de paladares y bolsillos, que van desde los 39 a los 100 euros. Cada menú incluye dos horas de barra libre con una selección de vinos exclusivos y una variedad de bebidas ‘soft’ como cerveza y sangría. La propuesta de bebidas se completa con una carta que ofrece 10 cócteles clásicos y tres cócteles de autor.

Muchas sorpresas

Durante la cena las sorpresas no dejan de sucederse: los mariachis irrumpen por sorpresa con canciones pata los corazones más despechados, que invitan a todos a liberar sus emociones. Y un Botiquín de las Penas transporta pastilleros llenos del cóctel “La Olvidona”, especialmente diseñado para ahuyentar las tristezas y animar el espíritu.

Tras la cena, a partir de las 01:30, las mesas desaparecen en Despecho Madrid y el restaurante se convierte en una discoteca donde la fiesta continúa hasta las seis de la mañana.