El Consejo de Ministros ha aprobado el primer proyecto para reducir la ingesta de alcohol por parte de menores, que tendrá que ser validado en el Congreso. Puede ser un problema para la hostelería, ya que muchas terrazas y bares que dependen del patrocinio de marcas de alcohol podrían perder una fuente importante de ingresos y apoyo publicitario.

Tras tres intentos fallidos (en los Gobiernos de Aznar, Zapatero y Rajoy) para sacar adelante una ley de restricción del alcohol en menores, el Consejo de Ministros ha aprobado la primera norma para regular su consumo entre niños y adolescentes.

El proyecto de ley, que deberá ser ratificado por el Congreso, prohíbe el consumo de alcohol en menores de 18 años (lo que solo estaba regulado en alrededor de la mitad de las comunidades autónomas). Tampoco se podrá beber ni vender alcohol (ni siquiera a adultos) en centros educativos o de ocio que tengan como público mayoritario los menores de edad, ni se permitirá el patrocinio de actividades dirigidas a este público.

Profesionaljoreca, terraza hostelera
La nueva norma prohíbe la publicidad de marcas de bebidas alcohólicas en las terrazas hosteleras

Uno de los principales focos de acción de la ley es la restricción de la publicidad: se prohíbe la incitación explícita al consumo en la vía pública y la exhibición de cualquier logotipo o marca a menos de 150 metros de colegios, centros sanitarios o en los que realicen actividades los menores de edad. Esto incluye la prohibición de sillas, mesas y mobiliario de bares o restaurantes en los que aparezcan bebidas alcohólicas en esas áreas.

No obstante, los locales que ya cuenten con este mobiliario patrocinado no tendrían que retirarlo aunque estén a menos de 150 metros de esos espacios frecuentados por niños. Según han explicado fuentes de Sanidad, si un bar ya tiene las sombrillas patrocinadas por una cervecera, podrá mantenerlas aunque esté cerca de un colegio, pero cuando toque sustituirlas, ya con la ley en vigor, tendrá que optar por otras que no lleven publicidad de una marca de bebidas alcohólicas.

También se prohíbe la publicidad de bebidas destiladas 0,0. La idea inicial era vetar la promoción de cualquier tipo de producto 0,0, pero atendiendo a las enmiendas se ha hecho una excepción con la cerveza y el vino sin alcohol. No se podrás publicitar espirituosos ‘sin’, como una ginebra 0,0.

La ley propone también restringir los horarios de venta y consumo, con lo que negocios que siempre han sido sinónimo de vida nocturna podrían verse obligados a cerrar más temprano.

Consecuencias para la hostelería

Para la hostelería, la nueva ley podría suponer un quebranto económico, ya que muchas terrazas y bares que dependen del patrocinio de marcas de alcohol podrían perder una fuente importante de ingresos y apoyo publicitario. Sería especialmente más difícil para los establecimientos pequeños o medianos.

Asimismo, se contempla la posible obligatoriedad de instalar dispositivos de control o venta limitada de alcohol en ciertos establecimientos, lo que podría incrementar los costos operativos y afectar a muchos pequeños negocios, que ven en la venta de alcohol una de sus principales fuente de ingresos.

En declaraciones a la cadena Cope, Emilio Gallego, secretario general de la patronal Hostelería de España, ha explicado que el Ministerio de Sanidad y las instituciones no han contado en ningún momento con los hosteleros para elaborar la norma, que pone el foco en medidas de control publicitario en las terrazas, «mientras que el principal problema es el consumo descontrolado en botellón en las calles y en esto no hace absolutamente ninguna fijación».

Sólo el sector cervecero invierte en torno a 600 millones de euros al año en la renovación de instalaciones como sillas, mesas y jardineras en locales hosteleros, con una calidad y nivel de innovación muy potente. Perder esa esa opción supondría un deterioro para muchos establecimientos

Al sector hostelero le preocupa especialmente el impacto que puede tener la norma a nivel económico: «Solo el sector cervecero tiene una inversión de en torno a 600 millones de euros al año en renovación de instalaciones como sillas, mesas y jardineras con una calidad y nivel de innovación muy potente. Si perdiéramos esa opción sin duda sería un deterioro para muchos establecimientos, que no tendrían esa facilidad de renovación del mobiliario», explica Gallego.

Así las cosas, desde la patronal hostelera creen que el anteproyecto tiene mucho que mejorar. «Compartimos el objetivo de reducir el consumo de alcohol en menores, pero sin duda no se puede hacer a costa de perjudicar sectores de actividad, cuando de base ya tenemos unas cifras por la concienciación y el consumo responsable en nuestro país».

Tras haber obtenido el visto bueno del Consejo de Ministros, la ley tendrá que pasar ahora por Congreso y Senado, por lo que aún quedan meses para que sea una realidad.