Mahou San Miguel ha creado el primer grifo de cerveza en España fabricado a partir del bagazo, un subproducto del proceso de elaboración de la propia cerveza. Un paso más en la apuesta por la sostenibilidad de la cervecera, que pretende extender esta innovación a los cerca de 150.000 instalaciones que tiene por todo el territorio nacional.

Los grifos de cerveza cuentan con una estructura de metal que se cubre con una carcasa o funda que la protege de factores externos. Esta funda es la que Mahou San Miguel ha desarrollado a partir de una mezcla de bagazo, componente orgánico que se obtiene tras el prensado y la filtración del mosto de la cerveza, y PLA (un polímero biocompostable que se consigue a través de la fécula de maíz, la remolacha o el trigo), utilizando tecnología 3D para ello.

La cervecera ha contado en este proyecto con la colaboración de la compañía LowPoly, experta en el desarrollo de diseños innovadores a través de la fabricación digital.

ProfesionalHoreca, grifo de cerveza de Mahou San Miguel hecho de bagazo

El material resultante del proceso es totalmente reciclable, con lo que la carcasa que recubre el grifo es por primera vez 100% circular. Además, cuenta con un diseño elegante y original, que puede instalarse en cualquier punto de venta.

El grifo de bagazo es ya una realidad y se ha presentadooficialmente en la feria HIP 2025. Tras el desarrollo de las primeras unidades, Mahou San Miguel es extender esta solución a los cerca de 150.000 instalaciones que tiene en establecimientos hosteleros por todo el territorio nacional.

«El desarrollo del grifo de bagazo es un ejemplo del compromiso que desde Mahou San Miguel mantenemos siempre con la innovación y la sostenibilidad», señala Benet Fité, director de Calidad, I+D y Medio Ambiente de Mahou San Miguel. «Lo disruptivo de esta solución no es solo el resultado, sino el proceso: hemos creado una cadena de aprovechamiento que conecta directamente nuestra producción cervecera con soluciones tangibles, en este caso para nuestros clientes, buscando que cada elemento tenga un propósito más allá de su función inicial. Así hacemos una aportación diferencial, no solo a nuestro negocio, sino a toda nuestra cadena de valor.»

Este grifo es otro ejemplo más de la búsqueda continua de soluciones por parte de Mahou San Miguel para dar una segunda vida al bagazo, del que genera año 192.000 toneladas en todos sus centros de producción. De hecho, ya tiene en marcha otros proyectos para utilizarlo, por ejemplo, en la fabricación de productos alimentarios, como la harina de bagazo; etiquetas de papel, o cubiertos comestibles.