
Situado en la Playa d’en Bossa, el Ushuaïa Beach Hotel se ha convertido en uno de los símbolos de Ibiza en cuanto a lujo, música y diversión.
El pasado noviembre este hotel ibicenco recibía el premio al Mejor uso de la Tecnología en los European Hospitality Awards, ya que siempre ha destacado por ofrecer a sus huéspedes la tecnología más puntera tanto en habitaciones como en zonas comunes.
Un ejemplo es el uso de los Smart VIB (Very Important Bracelet), una tecnología global “wearable” que permite al huésped, mediante una pulsera, acceder sin llave a su habitación y abonar los servicios mediante Paypal.
Un cuidado interiorismo
Las instalaciones del Ushuaïa Beach Hotel se caracterizan por su cuidada decoración con toques indonesios, que envuelven al huésped en un ambiente selecto y lujoso, con servicios VIP disponibles las 24 horas.
Las habitaciones, cada una con temática distinta, son un oasis de serenidad, y muestran un lujo sin estridencias, con un diseño sobrio y elegante, óptima funcionalidad y fiabilidad técnica.

Para los arquitectos de Estudio Vila 13 el reto del diseño de las habitaciones ha sido organizar de forma elegante, pero funcional, un espacio amplio y luminoso. Para ello han empleado los sistemas de puertas correderas Klein, presentes en todas y cada una de las 234 habitaciones del complejo. Estos separan el espacio de agua del resto de la estancia mediante frentes acristalados móviles sin marcos, sutiles y minimalistas, que amplían visualmente las ya de por sí espaciosas suites.
Los arquitectos han concebido un cubo de vidrio trasparente, casi invisible, para definir el espacio dedicado a la ducha, sin restarle luz natural. De este modo, la ducha queda separada, pero es a la vez parte del resto de la estancia. Se accede a ella mediante una puerta corredera de cristal, que se desliza sin ruido ni esfuerzo sobre un frente fijo de cristal también transparente.
Un único y finísimo perfil Klein Rollglass, cortado a 45◦, integra todos los elementos de este cubo de cristal, tanto los frentes fijos de vidrio como la puerta corredera.

Al aseo se le ha dado un tratamiento similar, pero que ofrece mayor privacidad: es una estancia cúbica con puerta corredera de cristal translúcido que se caracteriza por una mínima separación entre el panel fijo y el corredero.
En ambos casos se evita todo tipo de barrera arquitectónica mediante la ausencia de guía en el suelo.
El sistema Klein Rollglass permite una fácil instalación, con un único perfil, fino y compacto. No hay necesidad de taladrar el pavimento. Las mordazas sujetan el cristal, evitando tener que mecanizarlo. También los complementos, manetas y topes, son discretos y respetan la integridad del cristal.

Una selección tecnológica y de diseño, en definitiva, que se adapta perfectamente a proyectos exigentes como el del Ushuaïa Beach Hotel.