/p>8444121444El libro «El cocinero recolector y las plantas silvestres«, publicado por Everest,  es obra del joven cocinero vallisoletano Miguel Ángel de la Cruz y de los zamoranos Augusto Krause y Ana María González-Garzo, quienes llevan tres décadas en el estudio de plantas silvestres y han invertido casi dos años de trabajo en esta obra.
Miguel Ángel de la Cruz, del galardonado restaurante La Botica de Matapozuelos, una localidad cercana a Valladolid, conoce desde niño las plantas de pinares y riberas de ríos en su pueblo y alrededores, mientras que González-Garzo y Krause son autores de numerosas investigaciones y libros sobre plantas silvestres con usos medicinales o culinarios.
Los tres han plasmado sus experiencias en las cerca de trescientas páginas de esta obra, un libro de cocina de autor en el que convergen dos mundos, el de la alta cocina y el de las plantas silvestres.
Para analizar el aspecto culinario de las plantas silvestres se ha tenido que seleccionar una ínfima parte dentro de la enorme cantidad de plantas comestibles que nos ofrecen nuestros campos. El resultado ha sido espectacular en las manos de Miguel Ángel, que trabaja y magnifica estas hierbas en su cocina.
La parte de botánica reproduce más de 60 láminas en color del herbario de Ana Mª González y Augusto Krause Lameiras, junto con la descripción botánica de cada planta, sus posibilidades culinarias y propiedades medicinales, así como algún dato histórico o curioso relacionado con cada una de ellas.
La parte de gastronomía desarrolla 50 recetas elaboradas con esas plantas, con  fotografías a toda página para cada una de ellas. Además de la relación de ingredientes y desarrollo de la receta, se incluyen comentarios a los ingredientes y la receta de Miguel Ángel de la Cruz, lo que aporta un carácter personal y único a esta obra.
Algunas de estas recetas son los riñones con lechugas silvestres, la lengua de vaca con mostaza recogida en el campo, un macarrón con semillas y pétalos de amapola, la mus de liebre con helecho o platos con «quitameriendas», una flor azul-morada que nace en otoño en las eras donde en verano estuvo esparcido el grano recién cosechado.
Miguel Ángel de la Cruz opina que este libro «no es para leerlo una vez y dejarlo en la estantería», sino que destinado a «saborearlo despacio», en el día a día de los fogones.