El nuevo Mercado de San Ildefonso (Fuencarral, 57) alberga 18 puestos monotemáticos dedicados a diferentes productos gourmet y disponibles tanto para el take away como para tomar in situ en su tres barras de servicio.
No se esperen, sin embargo, un moderno mercado gourmet más de los que están proliferando en las capitales de nuestro país. Se trata de un innovador concepto de ocio, disfrute y socialización en torno a la gastronomía, al estilo de los mercados de comida callejera o «street food markets» que pueden encontrarse en Londres, Nueva York, Singapur o Bangkok. Y con el plus de un horario continuado desde las 10:00 hasta las 12:00 o 1:00, según el día.
Un espacio que ha sido diseñado como una auténtica prolongación de la bulliciosa calle Fuencarral, con adoquines que recuerdan a los de las vías peatonales en sus suelos y totalmente abierto al exterior a través de grandes ventanales abatibles, pero con un techo que lo cubre todo.
Tampoco busquen en este nuevo Mercado de San Ildefons0 cajas de hortalizas o frutas, ni piezas frescas de carne o pescado. Su oferta se basa principalmente en el producto manufacturado, algunos de ellos en estado puro, pero siempre listos para tomar en el establecimiento o para llevar. Sin humos, sin cocina (sin complicaciones, en definitiva): una tendencia en auge.
¿El objetivo? Que este espacio sea una parada en la jornada de compras, un punto de encuentro para el aperitivo o tras el trabajo, y una parada estratégica para vecinos, turistas y asiduos entre las populares zonas de Malasaña, Chueca y Triball.
Un cuidado look industrial
El proyecto general del mercado corresponde a la promotora Grupo Nivel 29, asesorada por la firma Cousi Interiorismo, estudio autor del restaurante Tenconten y otros locales de éxito en Madrid. Sus interioristas han apostado aquí por una estética industrial con un techonado de vigas metálicas y tuberías vistas, lámparas años 20 traídas de París, materiales en bruto como el ladrillo visto y el hormigón, acabados naturales en madera, hierro, cobre y acero, y elementos originales, como un vistoso neón y el gran árbol de 8 metros de altura realizado en cuerda que preside la planta principal.
Los casi 700 m² de superficie total se distribuyen en tres plantas y albergan 18 puestos de estética 100% callejera, tres barras de servicio (una por planta), mesas altas corridas y dos terrazas: la principal está recubierta por un graderío de madera que genera la sensación de estar en una plaza más de Malasaña y la segunda está rodeada de vegetación a modo de un bucólico parquecillo urbano.
Una oferta que marca tendencia
Calidad y singularidad son las premisas que se ha seguido en San Ildefonso a la hora de elegir a los proveedores que nutren a sus puestos. El resultado es una variada y original propuesta gastronómica con la que han pretendido “huir de la impersonalidad de las franquicias”, afirman los promotores.
Entre los proveedores hay marcas muy conocidas y otros son emprendedores emergentes, pero todos son apasionados de su oficio y están comprometidos con la materia prima de proximidad.
En la planta calle el viandante se encontrará con los ibéricos de Arturo Sánchez (que sirven aquí en bocadillos y conos preparados para el llevar y que cuenta en la planta de arriba con otro espacio de jamón al corte); la selecta gama de quesos de Poncelet; un puesto estival con macedonias de frutas y granizados, que irá cambiando cada temporada, y las hamburguesas de Gancho y Directo, una empresa familiar que comenzó en Pozuelo, donde vendió en 2013 más de 75.000 hamburguesas. Aquí ofrecen hasta diez variedades elaboradas con panes caseros (de mollete y rústico gratinado con queso y cebolla) y carne de vacuno y buey en piezas de 200 gr.
En la planta superior, considerada la principal, destacan, entre otros, las conservas, ahumados y encurtidos de Don Bocarte y Ahumados Domínguez; un puesto “gambas a puñados” (es decir, al peso y servidas en el típico cucurucho de papel de estraza andaluz); cafés de barista internacionales procedentes de todo el mundo; brochetas de sabores sorprendentes sin olvidar los tradicionales; vinos diferentes de pequeños productores de la mano de un entusiasta equipo de jóvenes sumilleres…
Y atención al puesto de huevos 2.0 que se preparan al momento rotos, fritos, en tortillas o a baja temperatura con diferentes ingredientes: atún rojo, trufa, espárragos, salmón, bacalao o cualquier otro ingrediente fresco de en los mercados de abastos madrileños.
También hay un puesto de croquetas elaboradas con leche de la Sierra de Guadarrama y productos de la tierra (jamón ibérico de bellota, pollo de corral, queso Picón, boletus del monte Abantos, morcilla de Burgos, lacón gallego o cecina de León); uno de castizas cazuelitas con guisos y tapas tradicionales (salmorejo, pollo en pepitoria, carrillera ibérica al vino tinto de Madrid o callos con pata y morro) y otro de “pescaíto” frito en el que se pueden encontrar boquerones frescos, cazón en adobo, bienmesabe, calamares y el producto estrella, los langostinos vallisoletanos de Gamba Natural, un producto ecológico (sin aditivos ni antibióticos) y único en Europa ya que se crían y engordan en una granja propia ubicada en Valladolid, a más de 300 km. del mar.
No pueden faltar en San Ildefonso las verduras y vegetales frescos de Navarra que llegan de la mano de los chicos del restaurante MyVeg, que cuenta con David Yárnoz (estrella Michelín del Molino de Urdániz) como director técnico y que aquí realizarán un show con ensaladas y toppik.
Por último, La Lonja de San Ildefonso es un puesto en el que sirven marisco de temporada traído directamente de Galicia a precio de mercado.
Una propuesta única, variada y de calidad pero a precios populares para acercar directamente el producto al consumidor. Y una nueva vía de comercialización para marcas gourmet, pequeños productores y establecimientos hosteleros.
Y la sorpresa, en la azotea
La sorpresa aguarda al visitante en la planta alta, bautizada como el “Espacio Sorpresa”. Es un espacio cambiante dedicado a la realización de showcookings y coctelería de vanguardia, además de presentarse como un escaparate de productos de temporada realizados por asociaciones de productores y consejos reguladores, entre otros, y de cocineros nacionales e internacionales.
2 Comments
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El mercado muy guay, chulisimos el sitio y la oferta a precio competitivo. Pero esto es street food ni es un street market. Vender conceptos que no son, o querer aparentarlos simplemente para apuntarse a una moda me parece un error y una forma de engaño.
[…] Argensola de Madrid, Poncelet abrió en 2011 su primer Cheese Bar y el pasado junio inauguró la Cheese Tavern, un puesto en el Mercado de San Ildefonso, todos en la capital española. A estos se suma el Cheese Bar de Barcelona, y en breve, otro […]