Casa de Ínsua, en la localidad portuguesa de Penalva do Castelo, es el primer Parador franquiciado fuera de España. La hotelera pública opta así por esta nueva línea de negocio que le supondrá mayores ingresos y permitirá atraer turistas extranjeros a sus establecimientos.

Paradores ha presentado su primer establecimiento franquiciado, el Parador Casa Da Ínsua, que supone además el salto de la cadena al mercado internacional.

El espléndido edificio solariego de estilo barroco, rodeado de jardines, de Casa da Ínsua
El espléndido edificio solariego de estilo barroco, rodeado de jardines, de Casa da Ínsua

Según la Secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, el nuevo modelo de franquicias que estrena la cadena «es un sistema a través del que Paradores puede extender su modelo tanto dentro como fuera de España. Se trata de exportar los estándares de la cadena a establecimientos que cumplan las condiciones necesarias e incorporen el valor, prestigio y calidad».
La apuesta por Portugal no es casual, ya que se trata de «un destino muy importante para España y el mercado nacional es también fundamental para el país vecino», señala Borrego.
Además, el sistema de franquicias, muy extendido en el sector hotelero, «significa una apuesta por establecer un modelo de autofinanciación sostenible y un modo de crecimiento tanto en España como en el exterior», afirma Ángeles Alarcó, presidenta de Paradores de Turismo. No hay que olvidar, tampoco, que «Portugal es la ruta de entrada en Europa para el mercado brasileño».
La incorporación del parador portugués supone la unión uno de los principales grupos empresariales de Portugal, el Grupo Visabeira, que gestiona el hotel a través de Montebelo Hotels & Resorts. El contrato firmado con Visabeira Turismo es por 10 años y prorrogable.
Un edificio histórico donde vivir experiencias
El nuevo Parador Casa da Ínsua, en la localidad portuguesa de Penalva do Castelo, en el centro del país luso, ocupa un edificio solariego de estilo barroco. El establecimiento cumple con todos los estándares de la marca Paradores: histórico, tradicional y al mismo tiempo perfectamente adaptado a la hostelería moderna, bien ubicado e integrado en su entorno.
Es un cinco estrellas de 35 habitaciones, de las que nueve son suites. Su historia se remonta al siglo XVIII, cuando fue mandado construir por Luis de Alburquerque de Mello Pereira y Cáceres.

Casa de Ínsua es además un Parador «experiencial», donde el viajero podrá participar en la vendimia o elaborar quesos de la zona y mermeladas

Casa de Ínsua es además un Parador «experiencial», donde el viajero podrá participar en la vendimia o elaborar quesos de la zona y mermeladas. La oferta de actividades incluye catas de vinos, rutas para conocer el centro de Portugal y rutas gastronómicas.
La casa solariega muestra, a modo de museo, objetos de caza indígena, armas blasonadas o reproducciones topográficas de Ínsua. Los huéspedes tienen acceso a una antigua herrería, donde se ha recuperado toda la maquinaria, y otro de sus puntos clave son los jardines de carácter inglés y francés, en los que existen más de 32 tipos de camelias.
El hotel dispone además de sala de lectura, zona de juegos, piscina exterior, gimnasio, capilla, bodega y un espacio para disfrutar de productos regionales elaborados con recetas seculares, como el queso Serra da Estrella, el vino Dão Casa da Ínsua o el pastel de manzana Bravo de Esmolfe
La franquicia de Paradores
El Plan Estratégico de Paradores contempla el crecimiento de la red vía franquicia. Esta nueva línea de negocio, en la que se está trabajando desde hace varios años, está dirigida a establecimientos ya operativos de cuatro o más estrellas en edificio singulares, con entorno emblemático y que, en definitiva, que aporten valor a la marca Parador.
Para ello, deben cumplir con los requisitos y valores de Paradores: atención al cliente diferencial, certificaciones y estándares de calidad y excelencia en la gestión, rentabilidad, una oferta de restauración completa y permanente, y servicios complementarios (salas para convenciones, spa, golf, etc.).
En cuanto a las ubicaciones, Paradores tiene en cuenta que los potenciales establecimientos que se pueden incluir en este sistema no estén en la zona de influencia comercial de la red actual. En el caso concreto del Parador Casa da Ínsua, es el más cercano de la red nacional es el Parador de Ciudad Rodrigo (Salamanca), a 125 Kilómetros.

Esta nueva línea de franquicia está dirigida a establecimientos ya operativos de cuatro o más estrellas en edificio singulares, con entorno emblemático y que, en definitiva, que aporten valor a la marca Parador

Por su parte, Paradores pone a disposición del franquiciado su marca, destacada en turismo cultural y de naturaleza; su red comercial y el programa de fidelización Amigos de Paradores, que cuenta con 700.000 afiliados, además de sus ventajas operativas, derivadas de ser una de las mayores cadenas hoteleras de España.
El franquiciado contará además en todo momento con el soporte del equipo de Paradores, que le ayudará en su día a día, tanto en cuestiones operativas como en el resto de cuestiones relativas a su franquicia.
Internacionalización
Ya se está trabajando en una segunda franquicia, ha revelado Ángeles Alarcó: “estamos buscando establecimientos que nos aporten recursos económicos y nuevos destinos”. El objetivo no es otro que “consolidar el modelo, que Paradores crezca a través de colaboración público-privada”.
Una colaboración que también se plasma en la internacionalización del know-how de Paradores, tras el acuerdo firmado hace unos días en Irán, que se une así a Omán, y en breve a México.
Paradores prevé entrar en beneficios este año, con unas ganancias en torno a un millón de euros, tras arrojar pérdidas durante los últimos seis ejercicios. Para 2016 espera ganar 7,6 millones de euros y elevar sus ventas un 12,8%.