Todos los hoteles están demandando servicios wifi para sus clientes, bien porque lo demandan los touroperadores, bien por que lo exigen los clientes. Cada vez más cadenas y establecimientos independientes ya ven una oportunidad real de negocio en la explotación del wifi y buscan soluciones que aumenten su cifra de negocio y puedan amortizarse fácilmente. No obstante, hay una serie de conceptos que deben tener muy claros a la hora de su instalación. Un experto en la materia, Paco Menéndez, director gerente de Wifisafe, los desgrana en este interesante artículo, del que ofrecemos la primera parte.

Paco Menéndez, director gerente de Wifisafe
Paco Menéndez, director gerente de Wifisafe

En los últimos años hemos visto crecer el número de proyectos e instalaciones que sólo buscaban ofrecer cobertura wifi, sin buscar soluciones de valor añadido tanto a sus clientes como al hotelero, y sobre todo, con el menor coste, posible sin tener en consideración niveles mínimos de gestión, calidad, seguridad y servicio.
Durante una década se han vivido situaciones dantescas, en las cuales los hoteles se limitaban a ir añadiendo Aps (puntos de acceso) domésticos y de bajo coste, de forma aleatoria por todas las áreas que precisaban de conexión, sin más sentido que dar cobertura.
El 90% de estas instalaciones hoy se están sustituyendo, ya que han sido soluciones parche que además de gasto han producido malestar entre los clientes por la mala disponibilidad y el pobre servicio.
Por si fuera poco, se están dando casos graves de inseguridad de datos de los clientes y éste es un riesgo que el hotelero no puede permitirse, ya que las consecuencias éticas, profesionales, legales y económicas pueden ser muy graves.
Así pues, el gerente de un hotel o el CIO responsable del desarrollo de esa instalación debe de ser capaz de comprender que existe un riesgo en la elección incorrecta de la contratación de un proveedor de equipamientos, y que éste puede ser aún mayor si nos vemos atrapados por un contrato a x años con un tercero que sea quien nos provea la solución.
Debemos de ser conscientes de que una cosa es ofrecer cobertura wifi (que es más sencillo) y otra muy diferente es ser capaces de monitorizar la calidad de la red, conocer el estado, la seguridad y el incremento de servicios y funcionalidades a medio plazo.

«Una cosa es ofrecer cobertura wifi (que es más sencillo) y otra muy diferente es ser capaces de monitorizar la calidad de la red, conocer el estado, la seguridad y el incremento de servicios y funcionalidades a medio plazo»

Vamos a realizar un ejercicio práctico de un supuesto hotel de 100 habitaciones.
Este hotel tiene varias necesidades: la primera es cubrir las áreas de clientes como son habitaciones, varias salas de reuniones multiuso, el restaurante, la cafetería, el lobby, la zona exterior con piscina, y un bar de terraza.
Lo primero que necesitaremos es un plano de todas estas áreas donde podamos ver fácilmente los obstáculos de arquitectura habituales: paredes maestras, tabiques, baños, zonas comunes, pasillos, ascensores, escaleras, puertas antiincendios, ventanales, ect.
Este primer paso nos permite hacernos una idea de cómo vamos a realizar el despliegue de puntos de acceso (Aps) a la red wifi. Además, en dicho plano indicaremos aquellas zonas comunes donde esperamos tener una concurrencia de clientes igual o superior a 25 usuarios, como la piscina, terrazas, bares, cafeterías, restaurantes…
Y es que aunque sean zonas fáciles a la hora de dar cobertura wifi, debemos tener en cuenta la cantidad de usuarios que se asociarán a ese punto de acceso para poder ser capaz de gestionar tanto tráfico simultáneamente. No todos los Aps son capaces de realizar correctamente esa carga de trabajo. Con este primer ejercicio ya aproximaremos la cantidad de unidades de Aps que precisaremos .
El siguiente paso es saber la cantidad de usuarios simultáneos que estimamos en total y en hora punta, así como un porcentaje de crecimiento de este número de usuarios para un futuro a medio plazo.
Hemos de plantearnos este ejercicio siempre pensando en el peor de los momentos, cuando la mayoría de los clientes están en el hotel. En ese momento podemos tener al 70% de los clientes hospedados conectados, pero además en cada habitación hay una ocupación habitual de dos, lo que nos daría unos 140 usuarios en horas punta para este hotel que usamos como ejemplo.
Lógicamente esta simulación es un típico hotel vacacional y varía en el caso de un hotel de ciudad o empeora en un hotel en pistas de esquí, pues en estos últimos la carga de trabajo puede ser de prácticamente el 100% sobre las 16:00, cuando hemos se dejan los esquís y se vuelve a descansar al hotel.
Así pues, en este ejemplo podríamos decir que necesitaremos un caudal a Internet capaz de soportar con calidad esos 140 clientes. Aunque no todos tienen por qué estar simultáneamente conectados, hay que ponerse en el peor de los casos.
Prosigamos con las necesidades de wifi internas: administración, gerencia, TPV, PDAs para pedidos, cámaras de vigilancia wifi, seguridad, servicio de habitaciones, mantenimiento, etc.
Con una red wifi podemos tener varias Vlans (redes virtuales) que nos permitirán con total seguridad separar las redes y que los clientes no entren en nuestra red interna.
Por supuesto un requisito de la red es que los clientes, aunque estén dentro del mismo rango o rangos IP, sean no visibles entre ellos, pues es responsabilidad del hotel hacer lo posible por hacer que la red sea segura para los huéspedes. Y desgraciadamente muchas de las redes wifi en hoteles actuales no contemplan esto.

Cualquier cliente con unos mínimos conocimientos de informática podrá navegar en la red del hotel sin tan siquiera estar autorizado, entrará en los PC de los clientes alojados y conectados a un mismo ap, y escuchará cualquier conexión que se establezca, incluidas las claves para entrar en el correo, banco y otros datos confidenciales.

Por ello, cualquier cliente con unos mínimos conocimientos de informática no solo será capaz de navegar en la red del hotel sin tan siquiera estar autorizado, sino que podrá entrar en los PC de los clientes alojados y conectados a un mismo ap, además  “esnifar” y escuchar cualquier conexión que se establezca. En resumen: es capaz de dejar su PC escuchando todos los datos inalámbricos que transmitimos (mails, fotos, etc.,) , y lo que es peor: todas las claves que necesitamos para entrar en nuestro correo, banco y otros datos confidenciales.
Hemos de ser conscientes de que el 85% de los delitos informáticos son realizados a través de las redes wifi y es responsabilidad del hotel el poner los medios necesarios y a su alcance para velar por la intimidad y confidencialidad de sus huéspedes.
Con los datos anteriores, sabremos lo que necesitamos para cubrir las áreas de clientes, zonas de máxima concurrencia y el número de usuarios y las zonas de servicio (clientes/empresa).
Nuestra recomendación es que los Aps que instalemos deben ser capaces de tener varias Vlans.
Los hoteleros no se deben equivocar en la elección de un AP y adquirir soluciones de bajo coste o APs domésticos, pues hipotecarán todas las posibilidades de su red (empezando con que solo tendrían una única red wifi), además de otras muchas opciones.
Los Aps deberán de ser dispositivos capaces de gestionar todas las necesidades de los clientes sin que se  colapsen. Además con el estudio previo se habrán detectado qué diferentes tipos de Aps se necesitarán según su ubicación: interior, exterior, de techo, superficie, encastrables, móviles, con antenas integradas, o externas, etc.
Además sabremos si se necesitan equipos con más conexiones concurrentes  o que trabajen en bandas diferentes, (2,4 o 5,X Ghz) capaz de soportar Vlans, encriptación, y sobre todo que puedan ser controlados y gestionados centralizada y remotamente.
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