Grupo Faustino presenta nuevos vinos que responden a las demandas de la hostelería de hoy. “Ponemos a disposición de nuestros consumidores vinos que emocionan y crean experiencias», señala el director nacional comercial de Horeca del grupo, Juan Antonio Asuara. «Queremos que sean un acompañamiento crucial en los encuentros, celebraciones y reuniones en sus restaurantes de referencia”.

Es uno de los grupos bodegueros más relevantes de España tanto por sus más de 150 años de existencia como por sus siete bodegas presentes en cinco Denominaciones de Origen. Y hoy mira directamente a la hostelería como canal en alza. «De la producción total de 2.000 hectáreas de viñedo, un 30% ya se destina al canal horeca«, señala Juan Antonio Asuara. «Aunque actualmente las ventas del grupo en este canal suponen un 25% de la facturación, el objetivo a largo plazo es que el peso del canal en el mix de facturación suponga entre un 30% y un 33%».

• Pero ¿cómo responder a los retos de una hostelería tan variada como la española? «España es un país singular con más de 250.000 establecimientos de hostelería, que es más de los que tiene un país como EE UU en todo su conjunto», señala el director nacional comercial de Horeca de Grupo Faustino. «Saber segmentar y dirigirse de manera adecuada a cada cliente es un una labor difícil, pero a la vez un reto para poder posicionar las referencias en cada uno de los establecimientos. Afortunadamente, podemos acercarnos a cada local de manera particularizada gracias a las siente bodegas del grupo».

«Queremos apostar por la demanda de un consumidor exigente que busca vinos divertidos, fáciles de beber, que tengan un set de precios correcto para ser consumidos en cualquier momento del día en una barra de hostelería o en una celebración con familia o amigos»

La apuesta del Grupo Faustino por la hostelería se centra en referencias exclusivas en este canal. «Queremos apostar por la demanda de un consumidor exigente que busca vinos divertidos, fáciles de beber, que tengan un set de precios correcto para ser consumidos en cualquier momento del día en una barra de hostelería o en una celebración con familia o amigos. Esta es nuestra estrategia», señala Juan Antonio Asuara. Y un buen ejemplo de ello es una últimas referencias del grupo dirigida a la hostelería: Faustino Art Collection.
Las espectaculares etiquetas de esta edición limitada son obra del artista colombiano Willy Ramos, una referencia por su interpretación del color. De hecho, Faustino Art Collection es un proyecto que surge la vinculación del Grupo Faustino con el mundo del arte.
Faustino Art Collection está elaborado 100% con uva Tempranillo y es un vino fresco, con buena acidez y con notas de vainilla que va dirigido al canal de hostelería.
«La nueva nueva imagen y el concepto de Faustino Arts Collection están gustando mucho«, señala el responsable de Horeca de Grupo Faustino. «Estamos diferenciándonos de manera positiva, manteniendo al consumidor fiel y llegando a nuevos clientes que valoran nuestra nueva apuesta».

Campillo 57 Gran Reserva

Es otro de los nuevos lanzamientos del grupo, dirigido en este caso a la alta restauración. El Grupo Faustino lo presentaba recientemente, junto a otro de sus vinos más exclusivos, en un lugar emblemático como el restaurante Eneko Bilbao, que acaba de lograr su primera estrella Michelin.
En este marco espectacular, abierto a principios de año por Eneko Atxa en el palacio Euskalduna de Bilbao, la consejera del Grupo Faustino, Lourdes Martínez Zabala, y el chef anfitrión, actuaron como maestros de ceremonias para mostrar las nuevas referencias en un espectacular menú maridado.
Campillo 57 Gran Reserva, de Bodegas Campillo, es un homenaje al trabajo y a la identidad de la cuarta generación Martínez Zabala, actualmente al frente de la bodega. En total se han elaborado sólo 6.257 botellas de este Gran Reserva que ha permanecido en barrica de roble francesa durante 24 meses como mínimo para conseguir un resultado extraordinario.
De color rojo-picota con tonos rubíes, el ensamblaje de uvas seleccionadas de Tempranillo, Graciano y Cabernet Sauvignon le dotan de una nariz compleja en la que destacan los frutos rojos, el regaliz y notas terciarias a pimienta, nuez moscada e hinojo. En boca se muestra extremadamente bien equilibrado, amable y goloso, con un postgusto carnoso y duradero.
Campillo 57 Gran Reserva es un vino perfecto para maridar con cualquier tipo de carne y setas a la plancha, así como con pescados con sabor o grasos como bacalao o atún.
«Es un vino que homenajea el trabajo y tesón de la cuarta generación que ahora está dirigiendo la bodega», explica Juan Antonio Asuara. «Va apoyar a toda la gama de la bodega de Laguardia por su alta calidad y categoría, que complementa y mejora la buena visión que se tiene de este vino de la Rioja Alavesa».

«Se llevan vinos expresivos, con una tendencia hacia un corte mucho más frutal, saliendo un poco de líneas tan técnicas y estrictas”

Francisco Sánchez, Brand Ambassador de Grupo Faustino, destaca por su parte que «nos encontramos en un bonito momento repleto de emociones hacia la restauración, donde se empiezan a demandar vinos contados desde historias. Se llevan vinos expresivos, con una tendencia hacia un corte mucho más frutal, saliendo un poco de líneas tan técnicas y estrictas».

Gran Faustino 1955

En Eneko Bilbao se presentó también un rara avis; Gran Faustino 1955, de Bodegas Faustino, un vino que homenajea a Gran Faustino Reserva 1955, que se lanzó en 1963. De aquella primera selección hoy quedan 2.555 botellas que se han conservado como una nueva edición llamada Gran Faustino 1955 y que son un fiel reflejo de la especialidad de esta bodega: hacer vinos de gran potencial de envejecimiento, como este Rioja único, testigo de excepción de los vinos de antaño y que sigue el patrón de los grandes reservas, vinos de carácter que no volverán a elaborarse.
Para maridar este vino único Eneko Atxa creó expresamente un plato especial de ciervo, brownie, perejil y manzana, con todos los aromas y sabores del otoño:

Mirando a la restauración

«La restauración quizá nos tenía un poco olvidados debido a nuestra larga historia», señala Francisco Sánchez. «Queremos volver a emocionar transmitiendo que después de más de 150 años somos un grupo que quiere trabajar nuevamente con la hostelería compartiendo nuestra filosofía, experiencia y tradición, y aportando vinos totalmente acordes con lo que el mercado demanda actualmente. Queremos volver a emocionar al consumidor con nuevos vinos pensados por y para ser compartidos».
«Como grupo y marca, era vital empezar a trabajar sobre líneas más explícitas en vinos mucho más actuales», continúa el Brand Ambassador del grupo. «Más modernos, pero sin tampoco olvidar que nuestra experiencia nos aporta la maestría de vinos de largas crianzas. Quizá ahí está la magia: poder adaptarnos a todos los tiempos y conceptos».