/p>>El restaurante Tickets de Ferran Adrià estrena un nuevo y mágico espacio en la zona que hasta hace poco ocupaba la coctelería 41º. Se dedica enteramente al mundo de los postres y dulces y tiene una característica muy especial: grandes fresas y flores brotan del techo.

La desaparición de la snackería-coctelería 41º, anexa a Tickets (reabrirá sus puertas en febrero, en un nuevo emplazamiento) ha servido para crear un nuevo espacio en el restaurante del Paralelo barcelonés: la nueva zona o  “barra de postres” del local, planteada y diseñada por El Equipo Creativo, el estudio que originalmente distribuyó y diseñó el espacio en Tickets.
Albert Adriá ha querido crear aquí un nuevo espacio que ordenara y complementara la oferta dulce de Tickets, y le pareció interesante que éste se basara en cuentos infantiles, «donde los postres tienen especial protagonismo”, explica el chef.
Basándose en esa premisa, los arquitectos Oliver Franz y Natali Canas, de El Equipo Creativo, imaginaron un techo de frutas situadas fuera de contexto y de escala, algo que pudiera estar sacado de obras como “Alicia en el país de las maravillas” o “Charlie y la fábrica de chocolate”.
Tickets está integrado por varias barras, a modo de quioscos temporales dentro de una feria. El diseño de cada barra responde a un concepto gastronómico concreto y no busca la unidad, sino la diferenciación, la sorpresa, «generar una nueva experiencia en cada nueva visita al restaurante». De ahí que los interioristas sorprendan ahora con esta zona dulce llena de color y fantasía.

Una original idea que llevaba un reto técnico asociado a la hora de crear las frutas, y del que se encargó El Taller de Piñero, empresa especializada en la decoración temática de locales y conocida por su capacidad de resolver ideas «poco estandarizadas».
Una labor conjunta
El trabajo conjunto entre estudio y taller comenzó con el desarrollo de planos sencillos que marcaran la ubicación y cantidad de las frutas deseadas, así como con el moldeo a mano de prototipos individuales de frutas que fueron evolucionando a lo largo del proceso. También se trabajó sobre el diseño de sillas, bancos y mesas, todas ellas diferentes y que evocan a un mundo infantil y de fantasía.
El objetivo estaba en conseguir un diseño totalmente original, pero perfectamente integrado en el espacio ya existente, en el que las más de 1.000 piezas de fruta de resina y fibra de vidrio suponen toda una explosión de color.
Así, los comensales viven en este nuevo espacio “la guinda de la cena”, explican desde El Equipo Creativo. Una guinda para la que El Taller de Piñero tuvo que tener en cuenta el peso de los materiales utilizados en cada una de las piezas, diseñadas, producidas y pintadas a mano en el tiempo récord de un mes.

Según José Miguel Piñero, director de El Taller de Piñero, “más que un reto, este proyecto ha sido una suerte. Nos encanta trabajar sobre ideas poco convencionales, sobre todo cuando el resultado es el que hemos conseguido en Tickets”.
Este trabajo ha marcado el comienzo de futuras colaboraciones de El Taller de Piñero tanto con El Equipo Creativo como con Albert Adriá, con el que ya se está trabajando en un nuevo proyecto en Ibiza.
Entre otros proyectos de El Taller de Piñero se encuentran los restaurantes El Estero de Barceló Hotels & Resorts o Brassa Sport (temático oficial de Paulaner) en Valencia, además de Cinema Sala Premier de Málaga, Saint Patricks de Albacete, Sala Gold de Málaga o Gin Club deMurcia, entre otros. Ahora está ultimando proyectos de reforma junto a Alberto Chicote para su programa Pesadilla en la Cocina.
La sugestiva atracción de los cuentos infantiles
Tickets no es el único local que recurre al mágico mundo de la infancia y los cuentos para evocar recuerdos y sensaciones  en el comensal. Así, por ejemplo, Dani García realiza todo un homenaje a Alicia en el país de las maravillas en la espectacular cocina vista de su nuevo restaurante en Marbella,  mientras que Rocambolesc, la heladería de Jordi Roca en Girona, está inspirada con su estética vintage en el mundo fantasioso de Willy Wonka, el personaje de ficción propietario de una fábrica de chocolate en el cuento de Roald Dahl, y en la versión cinematográfica de Tim Burton.
Incluso el interiorismo del nuevo DiverXo, obra de Lázaro Rosa-Violán, es una mezcla de un decorado futurista de cine y de una falla, decorado con sus ya característicos cerdos alados que parecen salidos de un dibujo animado, y que son un reflejo de los sueños infantiles de David Muñoz.