Los viajes de negocio son el punto débil de numerosos destinos vacacionales españoles. Sin embargo, ofrecer unos buenos servicios a los viajeros de negocios repercute de forma positiva en el turismo de ocio: el 49% de los turistas que viajan por trabajo afirma alargar su viaje por motivos de ocio. Por ello, The Valley Canarias desvela algunas claves para que el sector hotelero vacacional aproveche las oportunidades de crecimiento que ofrecen los nuevos viajes de negocio.
En algunos de los principales destinos vacacionales de España, como Santa Cruz de Tenerife, la fuerte orientación hacia el turismo de sol y playa les limita en la oportunidad que ofrece el turismo de negocio. Sin embargo, hoy en día el 49% de los turistas que viajan por trabajo afirma alargar su viaje por motivos de ocio en el destino. Y el segmento bleisure (business + leisure, negocio y ocio) supone una nueva oportunidad para el sector turístico español.
El crecimiento de los viajes de trabajo requieren de servicios específicos para ser competitivos en el mercado. Por este motivo, The Valley Canarias, hub de innovación especializado en formación digital, propone cuatro estrategias con las que aumentar la competitividad en el sector turístico:
1. Responder a nuevos conceptos de viaje de negocios: el bleisure
Trabajar mientras se viaja o viajar mientras se trabaja se han convertido en prácticas habituales entre los nómadas digitales. Como resultado, el bleisure, tendencia que une ocio y compromisos laborales, se constituye como el nuevo estilo de viajes de negocio. Para dar respuesta a este concepto de viaje, la oferta turística ha de complementarse con servicios que faciliten el desarrollo de la jornada laboral. En este sentido, los espacios de coworking son un recurso muy adecuado para ofrecer al turista de negocios los mismos servicios que tendría en su oficina habitual.
2. Diversificar la oferta turística poniendo el foco en los millennials
Desde el punto de vista laboral, la generación millennial no sólo es relevante como fuerza de trabajo dominante de cara al futuro, sino que su influencia en otras generaciones más adultas ha dado lugar a un cambio de hábitos en los viajes de negocios. El trabajo cada vez está más integrado en la identidad de los jóvenes como consumidores, y éstos le dan gran valor a los asuntos laborales durante los viajes.
Los millennials son cada vez más independientes profesionalmente y como clientes turísticos, lo que se traduce en un rol proactivo a la hora de llevar a cabo las operaciones previas al viaje, como la reserva del alojamiento, la compra de billetes de transporte, además de otros servicios de cara a la visita. Por parte de los negocios del sector, estos hábitos exigen el desarrollo de herramientas on-line eficaces que faciliten los procesos de reserva.
3. Convertir los hoteles en espacios de co-creación
Las nuevas concepciones de trabajo que caracterizan a los millennials conllevan un cambio de mentalidad en cuanto a las relaciones entre trabajadores. En concreto, son profesionales a los que les gusta trabajar en ambientes de colaboración y co-creación. Por lo tanto, los alojamientos han de ofrecer espacios adaptados a estas necesidades para ser más competitivos en el mercado del turismo laboral, como salas diáfanas con mobiliario de trabajo donde los huéspedes puedan compartir mesa con otros profesionales.
Los nuevos viajeros de negocios buscan espacios de uso común conectados a sus necesidades laborales y que les ofrezcan la oportunidad de intercambiar experiencias con otros trabajadores.
4. Agilizar los procesos del viaje mediante dispositivos tecnológicos
Si sumamos a la agenda de compromisos laborales momentos de ocio, los viajes de trabajo pueden convertirse en jornadas a contrarreloj donde cada minuto cuenta. Como consecuencia, este tipo de turistas suelen ser más exigentes con la reducción de las esperas y la instalación de dispositivos tecnológicos que agilicen los procesos durante el viaje.
Los sistemas que permiten hacer el check in y el check out desde el móvil, las suites con tecnología de control por voz, los mayordomos robots y las llaves con reconocimiento facial o dactilar son ya realidades que facilitan las operaciones manuales que haría el personal del alojamiento, según The Valley Canarias. Entre otros beneficios, estos dispositivos reducen las colas para entrar en el hotel y evitan retrasos por la pérdida de la tarjeta de acceso a la habitación.